NADA ES IMPOSIBLE
Con una apertura que rescata el espíritu de la vieja serie,
aquella que daba lugar al engaño como motor principal de la acción que llevaban
a cabo nuestros héroes, comienza este nuevo episodio de la serie cinematográfica
que desde hace 22 años Tom Cruise ha tomado como propia.
Pero los parecidos con la serie de televisión que nos
fascinó durante nuestra juventud terminan allí mismo. Mientras en el capítulo
anterior, Nación Secreta, ponía su estilo en el film de suspenso (recordar la excelente
escena que transcurre en la Opera de Viena), en esta nueva versión, el énfasis esta
puesto en la persecución, en el film de acción pura.
Viendo el film de esta manera, es decir, como una parte de
una serie cuya introducción constituye un homenaje a la propia serie televisiva
y sus sucesivos actos se transforman en grandes escenas del género de acción,
esta nueva obra presenta una coherencia y una fluidez narrativa que marca una
diferencia y que la transforma en entretenimiento en estado puro. Son 2 horas
27 minutos de acción constante que constituyen un ejercicio de estilo interesante.
No obstante ello, después de la excelente escena
introductoria, el espectador espera que el resto sea algo diferente.
Obviamente, lo es en su estilo, pero las tres persecuciones que se desarrollan sucesivamente
en Paris, Londres y Cachemira van cayendo en interés y dramatismo transformándose
en un muestrario de las piruetas actorales de que es capaz nuestro héroe. En
ese sentido, habiéndose hecho público que Tom Cruise ha realizado todas y cada
una de las escenas de riesgo por sí mismo, es decir, sin utilización de dobles,
no caben dudas que esta película lo pone a la cabeza de los actores de films de
súper acción.
No hay duda que dentro del género toda la escena que
transcurre en París puede convertirse en ejemplo de calidad cinematográfica
dentro de su estilo. Combina acción, suspenso y persecuciones en dosis
equilibradas, y la persecución por las calles parisinas seguramente será
recordada como antológica dado que combina dosis justas de violencia, ritmo cinematográfico
y belleza paisajista.
En cuanto a la música, Lorne Balfe, un compositor y
productor británico, conocido por poner música a video juegos, y en el cine a
Batman, la Lego Película, 13 Horas, Terminator Génesis, entre otros, ha estado
a cargo de la musicalización dándole al film justamente esa impronta de video
juego que por momentos la película asume. Su adaptación del tema principal de Lalo
Schiffrin es una obra a tener en cuenta.
En síntesis, estamos ante una más de la serie cuya mayor
virtud es generar un entretenimiento mayúsculo, capaz de generar casi dos horas
y media de acción pura cuya que se pasa volando aunque posiblemente no vaya a camino
a la historia ni como la mejor de la serie ni a marcar un hito dentro del género,
pero si es una película hecha con sumo respeto por el espectador, especialmente
dedicada a la logia de fans que la siguen. Obviamente, a esta altura de su
carrera, para Tom Cruise nada es imposible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario