El doctor Segre es un médico cirujano de ascendencia judía y su vida transcurre en forma pacífica en Trieste, en el norte de Italia. Es un solitario que vive en una amplia y hermosa casona. Es un hombre soltero que no tiene apuros económicos. Su hobby es el remo. No parece tener una filiación política. Su padre, ha sido un sobreviviente de los campos de concentración nazi.
No odiaras se convierte en
el registro de los diferentes ejercicios de reflexión que el personaje debe
realizar para entender su propio odio y enmendar el daño irreparable que ese
sentimiento ha causado,
La película presenta dos
dilemas. Uno de carácter ético y otro de tipo moral. Lo primero está relacionado
con lo que el protagonista hace: deja morir a una persona porque cuando trata
de ayudarla encuentra tatuado en su brazo una cruz esvástica nazi. Por otro
lado, la cuestión moral que se relaciona con la culpa que siente.
El film comienza una tarde,
cuando él viene de remar y va a buscar su auto para volver a la ciudad. En la
ruta se ha producido un accidente donde un hombre ha quedado gravemente herido.
Como médico, trata de socorrerlo. Desprende su camisa y ve el tatuaje en el brazo
del accidentado. Instantáneamente, reacciona alejándose del herido y lo deja
morir. Tiempo después, contrata a una joven mucama para que lo ayude en la
limpieza de la casa, sabiendo que los familiares de la misma son nazis en
actividad.
Mauro Mancini maneja este
material como un típico film de suspenso.
Su personaje se encuentra literalmente encerrado en una casa enorme, pero en su
interior, es corroído por la tristeza que le provoca el duelo de su padre. No
obstante, asoma en su vida una cierta felicidad que lo saca del ostracismo. Una
relación extraña comienza a crecer entre él y su mucama.
El film habla de los
prejuicios étnicos y religiosos, del ser diferente, y particularmente del odio
racial, el que se lleva a cabo motorizado por la simple maldad. El personaje
principal interpretado con exactitud por Alessandro Gassman (hijo de Vittorio),
se constituye en una víctima exponente de una violencia inútil engendrada en
idearios políticos que se basan en la segregación racial, resabios resultantes
del nazismo de la Segunda Guerra Mundial, donde células extremistas aún
conservan las raíces de aquel odio que llevo a la masacre a miles de judíos
europeos solo por practicar una religión diferente.
El personaje principal aún
resulta más interesante ya que la vida pacífica de un médico, termina
complicándose en una vorágine de violencia gratuita al observar que la familia de su mucama está
relacionada también con una célula extremista.
Film sobre los prejuicios
raciales y sus consecuencias, la película funciona notablemente como film de suspenso.
Es notable la capacidad de los guionistas Davide Lisino y Mauro Mancini para evocar desgraciados sucesos del pasado con
proyección al presente. Plantearlos como vigentes, nos dejan pensando sobre el
horror de esta posibilidad.
La película inteligentemente
nos retrotrae al pasado para obligarnos a pensar en el presente,
particularmente en las ideas totalitarias y falsamente nacionalistas. Por otra
parte, tiene la virtud de encerrar una temática dentro de un género, para
narrarnos la historia de un hombre, un médico, que sorpresivamente se ve
envuelto en un torbellino enraizada en una trama de características
políticas y sociales que en lo individual lo interpela sobre su propia
capacidad de quedar envuelto en un grave conflicto.