domingo, 25 de julio de 2021

EN EL VALLE DE LAS SOMBRAS de Paul Haggis

CINE EN NETFLIX

LAS HERIDAS DE UNA GUERRA

En el actual menú de Netflix, destaca este film de Paul Haggis de 2007, estelarizada por Tommy Lee Jones, Charlize Theron y Susan Sarandon. Haggis es un escritor americano cuya trayectoria abarca tanto en cine como televisión, y es autor de guiones tales como Crash (2004), One Millon Dólar Baby (2004), Bandera de Nuestros Héroes (2006) entre tantos otros. En la película que nos ocupa, el guion es también del propio director basado en una historia de Mark Boal.

La trama pone de manifiesto las heridas de guerra que marcan a soldados jóvenes con escasa experiencia, que fueron enviados a intervenir en conflictos lejanos como Vietnam y tantos otros, entre ellos Irak como es el caso de esta película. Esas heridas no son necesariamente físicas. Por el contrario, lo son psíquicas. Provocan desequilibrios que alteran incluso las personalidades de cada persona. Ellos han tenido que luchar en guerras no convencionales. No han participado, exactamente, de enfrentamientos sino que han participado de acciones que bordean lo clandestino, donde muchas veces han sido sorprendidos por las acciones enemigas. Fueron actores de guerras no convencionales.

No obstante, este no es un film de guerra sino una película de misterio, un drama de características policiales, que narra una desaparición, la de un joven que ha estado en Iraq y desaparece una noche después de haber regresado de aquella guerra y aún permanece bajo bandera en un batallón del ejército en Tennessee,  tierra americana. Su padre, un ex Sargento de investigaciones de dicho Ejercito (Tommy Lee Jones), y una joven detective policial (Charlize Theron) se ocuparan personalmente de investigar el caso, ante el desinterés  del ejército y el rutinario desenvolvimiento puesto por las autoridades policiales quienes rotulan el caso como un simple accidente de tráfico.

El film de Haggis pone de manifiesto las dificultades de la investigación  a la vez que expone el desentendimiento de las Fuerzas Armadas en el cuidado físico y sobretodo psíquico de los soldados jóvenes que han vuelto de la guerra con claros signos de desequilibrios. Este film es una vuelta de tuerca respecto de otros films que han tratado más directamente el tema como MASH (1970) de Robert Altman, o Buenos Días, Vietnam (1987) de Barry Levinson. Ambos en clave de comedia. En Argentina el film se conoció en Abril de 2008 con el título de La Conspiración.

Narrada con solidez y claridad expositiva, se destaca como un film de suspenso sostenido que a  medida que avanza la trama se va transformando en un policial de estilo tradicional cuyo principal objetivo es la denuncia, más allá que el desarrollo de la tragedia polarice nuestra atención en las vueltas inteligentes de una trama en la que brillan las actuaciones sobrias de Jones y Theron.

miércoles, 14 de julio de 2021

LA VERDAD de Hirokazu Kore Eda

CINE EN EL CINE

RETRATO DE UNA DIVA

Por momentos, se hace muy difícil distinguir entre Catherine Deneuve, la actriz de Belle de Jour, y Fabienne Dangeville, en su papel en esta nueva película del director japonés Hirokazu Koreeda. El film trata sobre una actriz francesa de cine, famosa y egocéntrica, que está en el ocaso de su carrera, y resulta muy difícil de tratar. Ella acaba de editar sus memorias y debe completar un trabajo en una nueva película. Para acompañarla en estos eventos, llegan  de Nueva York su hija, su yerno y su nietita a quienes no ve desde hace 8 años.

Koreeda, en su primer film no japonés, deja de lado los aspectos sociales que han caracterizado a su cine para focalizarse en los aspectos personales de un personaje en el ocaso de la vida de una estrella cinematográfica. Como siempre en su cine, los pequeños detalles constituyen el andamiaje fundamental de la película, dejando en descubierto a ese ser envuelto en sí mismo, en su egocentrismo, acostumbrado a brillar en la pantalla pero con enormes problemas en su  vida privada para superar su yoismo y poder comunicarse con los demás más allá de su divismo.

El arribo familiar opera como un catalizador de las situaciones familiares donde todo lo que brilla no es precisamente dorado. La gran actuación de Deneuve, la prodigiosa pluma de Koreeda, y una cámara que destaca los primeros planos, genera un film donde la intimidad y el egocentrismo de una madre/actriz impone a la actriz sobre la persona haciendo muy difícil de superar las alternativas diferentes que se presentan en el entorno familiar. Las relaciones familiares no son las mejores. El distanciamiento, la diferencia generacional y los diferentes temperamentos los vuelven extraños. También pareciera no casual que su hija Lumir (Juliette Binoche), ahora escritora en Hollywood, se haya mudado a Nueva York 8 años atrás, esté casada con Jank (Ethen Hawke), un actor de series televisivas, tengan una hija que no recuerda haber conocido personalmente a su abuela, y hayan dejado de ver a su madre durante un buen tiempo.

El cine del japonés es minucioso, detallista, relata y describe situaciones cotidianas con total naturalidad, mantiene una cadencia, un ritmo muy propio que le permite ir al detalle sin nunca perder el interés de la narración. La visión de Koreeda de esta familia partida por el divismo de una mujer mayor que se siente más una actriz que una madre, retrata fundamentalmente a una diva cinematográfica, sin perder nunca el sentido humanista del relato. Su personaje está imbuido de un espíritu trágico, alguien que no puede, como madre, superar a ese otro yo que es la actriz.

Otro detalle de la labor del director es el extraordinario montaje, hecho en cortes de muy pequeña duración, casi un montaje de fotografías de primeros y medios planos, donde el director no solo logra dar forma a la película sino sostenerla con un ritmo adecuado en el cual se imponen conversaciones y discusiones sin que decaiga ni desvíe el interés sobre el tema que esta desarrollando.

Más allá de las diferencias de país, idioma y costumbres, el director realiza una obra personal, libre de toda influencia estilística ajena, independiente de su producción francesa, y muy fiel a su propia filmografía, esta vez un retrato de una clase media acomodada a través de una familia pequeña de artistas vinculada con el cine. Es también un homenaje a este medio, a los actores y guionistas, y todos aquellos que no se ponen barreras idiomáticas para realizar un film.

El elenco impecable, con otra actuación inolvidable de Catherine Deneuve, en el rol de una vieja actriz que no renuncia a su rol protagónico, posiblemente una actuación a la altura de aquella obra monumental que es Belle de Jour, con la participación de una Juliette Binoche controlada representando el papel de la hija lejana que congenia poco con su madre, intenta y logra no competir con la Deneuve dando espacio al desarrollo de esa madre que nunca abandona su rol de estrella, y un Ethan Hawke que maneja como pocos el medio tiempo actoral, sabiendo que su rol es el de un tercero no autorizado a intervenir, Kore Eda saca a flote esta primera obra realizada fuera de su Japón natal con todo éxito, sin traicionar los valores fundamentales de su humanismo.  

Queda entonces saber cuál es la verdad. Será la que cuenta el nuevo libro de la actriz, o será lo que no cuenta. Será el amor familiar o la distancia que impide el rompimiento.  Será el celo profesional o la pasión creadora. Será la sencillez del cine de Kore Eda o la universalidad  de su cine?

jueves, 8 de julio de 2021

NADIE de Ilya Naishuller

 UN NUEVO VENGADOR

La venganza es la satisfacción del agravio o daño recibidos. 

Esta obra inaugural de la filmografía de Naishuller, un cineasta proveniente del cortometraje, representa una bocanada de aire fresco en el cine americano. El film, no exento de convencionalidades, se destaca por su iracundia, su irreverencia hacia los modelos establecidos que abreva en el propio cine de los ´70 y ´80 (Harry, el Sucio de Don Siegel con Clint Eastwood, 1971; El Vengador Anónimo de Michael Winner con Charles Bronson, 1974;  y Duro de Matar de John Mc Tiernan, con Bruce Willis, 1988).

A diferencia de estos modelos que modificaron el policial tradicional donde la diferenciación entre buenos y malos no solo era la caracterización moral sino la violencia utilizada en nombre del bien, esta incursión de Naishuller en el  policial convencional rompe con la tradicionalidad del modelo igualando moralmente a quienes están dentro y fuera de la ley.

Hutch Mansell (Bob Odenkirk) tiene algo de cada uno de aquellos personajes inolvidables, pero se diferencia de ellos por su desapego total a la ley. No solo es un auténtico justiciero sino que lejos del departamento de policía, Hutch trabaja para los servicios secretos, ha sido participe de la guerra fría, está acostumbrado a vivir fuera de casa y cuando es atacado le importa poco la justicia de los tribunales. Para él, la mejor justicia es la que hace con sus propias manos.

Naishuller está frente a su obra inaugural en el largometraje, y está dispuesto, sobre todo, a entretener y dar una clase magistral de un cine moderno que toma solo el esqueleto de los convencionalismos narrativos para poder realizar un cine físico de manera tal que el espectador pueda no solo entender la trama (algo elemental) sino sobre todo, sentir lo que representa la fisicidad de la injusticia y su reverso mediante justicia por mano propia.

De esta manera el film se vuelve una vorágine de violencia tal que solo el sentido de un humor irreverente siempre presente permite digerir el aquelarre desatado bajo el lema de Hutch que parece repetirnos aquella verdad absoluta que dice “si no mato, me matan”. El simple intento de un robo hogareño en su casa, lo lleva a buscar a sus responsables encontrando a una pareja de “ladrones muertos de hambre”, a los cuales apadrina una capo de la mafia rusa que ha sido su adversario en operaciones secretas en Rusia tras la caída del muro de Berlín. Hutch ha encontrado un rival de su tamaño. La película gana en intensidad.

Nobody, tal su título en inglés, alude a un estado de indefensión total por parte del ciudadano común. Una inexistencia tanto de fuerza policial como ineficiencia del sistema judicial. Sin policía ni justicia no queda otra que el obrar por cuenta propia. Y ese estado de cosas conduce a un nivel de violencia extrema que supera todo orden social, lo cual coloca al ciudadano en un estado de soledad absoluta que niega hasta la posibilidad de la convivencia familiar por la misma inseguridad reinante.

El título del film también alude a que nadie es capaz de defender tu vida, que tu vida en sociedad desaparece, que tu soledad es total, y si no defiendes lo tuyo simplemente lo perderás porque otro te lo robará, en una óptica que lo abarca todo, desde lo material a lo espiritual. No hay policía, no hay justicia, no hay estado que pueda defenderte. Ese robo comenzará por la pérdida de algún bien, tu reclamo se perderá en la inoperancia policial y judicial y terminará con la vida de alguno de tus seres queridos o semejantes.

Bob Odenkirk, un actor poco conocido, realiza una actuación consagratoria en el papel de Hutch, sustentando con esfuerzo físico y  presencia actoral en pantalla el noventa por ciento del film.

Asimismo, destaca la capacidad narrativa de Ilya Naishuller, director del film, quien en la sala de montaje, transforma en película a un enorme rompecabezas cuyo relato está basado en pequeños cortes, manteniendo siempre la coherencia del relato, sosteniendo en todo momento una enorme expresividad y velocidad narrativa, transformándolo en un interesante exponente de un cine moderno que no solo provee entretenimiento sino también, denuncia social.

Nobody (Nadie) es una película que no permite la distracción, resalta la violencia y la injusticia de una sociedad, dejando al desnudo la situación de desamparo del individuo, la inoperancia policial, la incapacidad de la ley y sus consecuencias: la justicia por mano propia, fuera de toda ley y contención.

domingo, 4 de julio de 2021

El ATAQUE de Ziad Doueiri


CINE EN NETFLIX

EL ODIO Y LA VIOLENCIA

Esta película del director libanés Ziad Doueiri realizada en 2012, también autor de “El Insulto” (2017),  es un excelente ejercicio de estilo sustentado en el género de suspenso a la manera del modelo típicamente hitchcockniano, en el cual un joven médico recibe la noticia que su esposa ha muerto en un atentado terrorista, comenzando a sospechar que ella se ha inmolado por la causa palestina haciendo explotar una bomba en plena vía pública convirtiéndose en una mártir.  Pero sobre todo, es un una profunda introspección sobre la vida y la muerte.

Amín, el personaje principal es un joven y afamado médico que pareciera haber superado las barreras del conflicto árabe israelí. Nacido en Líbano, ha estudiado, vive y practica la medicina en Israel. El propósito de su vida es ayudar al prójimo. La inmolación de su esposa lo lleva de la sorpresa al asombro, dejándolo perplejo y sin entender con quién había compartido un matrimonio.

Toda su vida ha respetado los aspectos religiosos, ha superado las barreras ideológicas y étnicas aceptando la vida en una sociedad en la que no solo ha desarrollado su vida matrimonial y familiar sino también profesional como médico en un hospital de Tel Aviv. 

El atentado que protagoniza su esposa lo llevará al descubrimiento de quien era ella y fundamentalmente, quien es él mismo. En la inmolación de Siham hay un elemento totalmente contrapuesto al de su esposo Amín. Él no sería nunca capaz de hacer lo que ha hecho ella: matar y morir por una causa. Su objetivo es todo lo contrario: salvar vidas practicando su profesión.

Doueiri, autor también del guión, sale exitoso de dicha dicotomía.  El film no tiene la intención de examinar ese matrimonio, ni tampoco los fundamentos que llevan a ella a inmolarse en nombre de su Dios. El fanatismo de Siham esta expresado simplemente en su propia inmolación.

Por otro lado, la columna vertebral del relato está sustentada en un darse cuenta, un proceso de desgarro interior, que si bien lo lleva a un descubrimiento tardío del otro,  también lo conduce a conocerse a sí mismo, deja en descubierto su franqueza, su ignorancia política y como joven médico, a un potencial “salvador de vidas”, un modelo de integración social, todo lo contrario a la mujer con la cual estaba casado. Es interesante observar que el film nunca es contado hacia atrás sino que la respuesta buscada está en el mismo presente en el que se rebelan los hechos y en el conocimiento de las personas que lo rodean, fundamentalmente, uno de sus cuñados.

El planteo contrapuesto de roles vuelve al film muy interesante. Su mujer se transforma en un simple aparato de destrucción y muerte, paradójicamente, glorificada por el pueblo en su inmolación por una causa. Para ese pueblo, ella es una mártir capaz de sacrificar su propia vida por una causa noble. Su marido, en cambio, sufre la muerte de su mujer pero su objetivo de vida será todo lo contrario, salvar vidas. Si su duelo adquiere sentido es por su capacidad de enfrentar la verdad.

La película se transforma en un thriller de suspenso con el trasfondo de una historia de amor, y va desde el drama personal a una poderosa declaración política, sobre un hombre cuya vida da un vuelco total en tan solo un instante. Doueiri muestra con equilibrio los sentimientos encontrados, logrando transmitir los pensamientos de ambas partes de un conflicto político y social que excede a los protagonistas, los cuales se transforman en simples juguetes de un destino inexorable.

El film no es tan solo una mirada humana sobre un enfrentamiento  de larga data en el tiempo, sino fundamentalmente, una  mirada sobre el odio y la violencia, a los costos del conflicto, de los cuales, lo humano, es el principal. Es también la historia de un amor imposible  entre dos personas antagónicas que nunca tendrán la oportunidad de conocerse íntimamente a pesar de haber vivido juntas y conformado un matrimonio.

Doueiri no elige un bando. Se focaliza  en el personaje de Amín, quien trata de no ser destruido por la paranoia del conflicto. No hay otra respuesta para resolverlo y la imparcialidad frente al mismo, no está permitida. No obstante, el film funciona como una cachetada que intenta hacer valer la cordura.

Esta interesante película no es una reflexión sobre el fanatismo sino el simple descubrimiento de un ser que ya no está, por parte de un hombre que ha amado a una mujer durante un tiempo considerable, y que nunca ha llegado a conocer, durante un conflicto donde las posiciones extremas no dejan lugar a la indiferencia ni a la oposición, ni siquiera a la política. Tampoco al amor.