Esta película está basada en el libro Memorias del Calabozo
de Mauricio Rosencof y Eleuterio Gonzalez Huidobro que escribieron basándose en
hechos reales de carácter histórico que protagonizaron junto a José Mujica desde
1972 a 1984 en Uruguay durante la dictadura militar que gobernó aquel país
durante esa época.
El film es un dechado de perfección narrativa, de una
rigurosidad pocas veces vista en la filmografía del Rio de la Plata. Es notable
su puesta en escena, donde la tragedia ocurrida tiene características de una
odisea de supervivencia en un marco de encierro entre 4 paredes de diferentes
tamaños y lugares que es donde permanecieron arrestados y desaparecidos la
mayor parte del tiempo los sobrevivientes de esta hecho político.
Es elogiable la pericia del director uruguayo (Mal Día para
Pescar, 2009; Mr. Kaplan, 2014) para encarar esta obra sin caer en el lugar
común ni en el panfleto político urdiendo una trama donde con algunos
flashbacks explica el porqué de las detenciones ubicando al espectador en el
tiempo y en los sucesos ocurridos para concentrarse en esa odisea de
supervivencia que vivieron los tres dirigentes tupamaros recalcando la
violación permanente de derechos humanos que como detenidos políticos fueron
víctimas.
La pericia del director es indudable. Basado en un
excelente guión propio, pareciera encontrar algunos antecedentes y fuentes de
inspiración en Hunger del inglés Steve Mc Queen en lo referente al enfoque
político (la película en su introducción y desarrollo resulta tan directa como
ésta), y en algunas otras como Fuga de Alcatraz de Don Siegel (en su
rigurosidad formal), o la famosa Expreso de Medianoche de Alan Parker, en su relación
con la violación de derechos humanos en Turquía. No obstante ello, la película es
una obra absolutamente propia y personal que sin duda dejará huella en la
cinematografía del Rio de la Plata.
Hacia el final, Brechner pareciera tomarse algunas
licencias. Las escenas de la liberación de los detenidos corriendo en busca de
sus familiares, como así también la escena donde musicaliza con la versión de
Silvia Perez Cruz de Puente Sobre Aguas Turbulentas de Simon and Garfunkel son
de un lirismo total que evocan una historia que se vuelve una epopeya.
Un film notable, un verdadero canto a la libertad y un
recordatorio de una injusticia social y política de un gobierno usurpador del
Estado que dejó de lado la ley para hacer justicia por su propia cuenta maltratando
o haciendo desaparecer a quienes infringían la ley o pensaban diferente.
Otro de los puntos fuertes del film son sus actuaciones. Tanto
Antonio de la Torre como José Mujica (que años atrás alcanzara democráticamente
la presidencia de Uruguay), Alfonso Tort como Eleuterio Fernández Huidobro (Ministro de
Defensa Nacional durante las presidencias de Mujica y Tabaré Vazquez) y el
Chino Darín como Mauricio Rosencof (Director de Cultura de la Municipalidad de
Montevideo) están notables y creíbles en sus actuaciones aportando otro aspecto
de importancia a la calidad del film.