¿QUÉ HICISTE ESTE DOMINGO?
Este fin de semana fui al cine con mis nietitas.
Ellas querían ver la película de Garfield y con mi esposa pensamos que sería
una buena oportunidad llevarlas al cine ya que una de ellas nunca había ido a
una sala de este tipo. La fiestita cinematográfica estuvo acompañada de
pochoclos. Zoe y la pequeña Abril
disfrutaron un montón con las correrías del simpático gatito.
Dirigida por Dindal, un director americano de
probada eficacia (antes dirigió, entre otras, “El Emperador y sus Locuras”), es
una producción de Disney. Zoe me comentó que quería verla y vimos la
oportunidad de llevarlas al cine. En Estados Unidos, la película no funcionó de acuerdo a las expectativas
esperadas.
Abril estaba más atenta al tacho de pochoclos que a la estrella
de la película, Garfield, un gato cariñoso y travieso, dibujo de animación
inspirado en una tira cómica creada por
Jim Davis, que protagoniza el film y cuenta la aventura de un gato gordo, algo perezoso
que, un buen día, conoce a Jon, quien lo adopta, y le resuelve su vida
asegurándole la comida y el agua de cada día.
John lo ha adoptado como un padre, y en consecuencia, le cubre
la mayor parte de los destrozos que genera en el jardín de la casa. Además, el
gato convive con otra mascota, el perro Odie, al que Zoe miraba poniendo toda
su atención.
Garfield lleva una vida cómoda en la casa de Jon. Tiene una
tarjeta de crédito a su nombre, y eso le
permite comprar la comida italiana que le gusta. Es lo que se dice, “un gato
pituco”. Mientras tanto, la película avanza y Abril está muy atenta a que Zoe
no se coma todos los pochoclos.
El cast de personajes lo completan la gata Jinx, que forma parte
de un grupo de ladrones que aparece para complicar sus vecinos y otros gatos
más que están intentando formar una banda, que al re encontrarse con su dueño, se
verán involucrados sorpresivamente en un atraco a un banco. Zoe comió
moderadamente, como es habitual, y presta atención al desarrollo de la peli.
La capacidad narrativa de Dindal luce y logra entretener con
buenas artes no solo a los más pequeños sino también a los adultos que los
acompañan. La peli termina obviamente con un “happy end”. Las pequeñas han salido muy contentas, entretenidas
por una película que está dirigida especialmente a ellas. Obviamente, el film está orientado al público
infantil. Y todos, chicos y grandes, se han divertido muchos con las travesuras
del famoso gatito.
No vi las versiones cinematográficas anteriores por lo tanto, no
puedo afirmar que esta nueva versión, la tercera de la serie, sea mejor o peor
que las anteriores, pero sí puedo decir que toda la platea de pequeños
cinéfilos da su aprobación con un cerrado aplauso, lo cual significa haber
disfrutado la película. Zoe y Abril no se conformaron con ello, y nos invitaron a tomar chocolatada
y un alfajor de Havanna.