LA HISTORIA SE REPITE
Carey Mulligan y Zoe Kazan interpretan a Megan Twohey y Jodi
Kantor, las dos jóvenes periodistas del diario americano New York Times que
investigaron sobre los tristes episodios
que generaron poder llevar a la justicia
al magnate y productor cinematográfico Harvey Weinstein sobre lo que
podría calificarse como trata de blancas, y ser condenado por agresión sexual.
El nombrado productor es socio fundador,
junto con su hermano Bob, de la productora de cine independiente Miramax, con
las que produjo filmes tales como Sex, Lies, and Videotapes, The Crying Game,
Criaturas Celestiales, y Shakespeare in Love entre otras .
El film también hace recordar a otra investigación
periodística de similares características que hizo historia en el periodismo
americano y que también derivó en una película cinematográfica cuyo título fue
Todos los Hombres del Presidente, dirigida por el famoso director Alan J.
Pakula, y identificada por el trabajo del diario Washington Post.
La nueva película aborda
con cuidado y sumo respeto por las víctimas, la puesta en escena
cinematográfica de la investigación realizada y se concentra en las actuaciones
de las dos jóvenes actrices en los papeles de las periodistas investigadoras
del New York Times. Maria Schrader,
directora del film, mantiene en todo momento una interesante narrativa con la
ayuda musical de la partitura de Nicholas Britell, quien genera un ritmo de
avance de la película que elimina la morosidad de toda investigación
periodística.
La película no se sale de las normas establecidas para
este tipo de cine. Relata con prolijidad y gran respeto por la gente
involucrada, una investigación que nace casi por casualidad y termina por
destapar un enorme caso sobre trata de blancas en el mundo del cine, y determina
como principal sospechoso, luego declarado culpable, al susodicho Harvey
Wainstein.
En este trabajo de la directora americana sobresale la
minuciosa reconstrucción fílmica, un enorme trabajo de montaje que vuelve ágil
al film, y que permite al espectador mantenerse interesado en lo que se le está
relatando.
No obstante ello, y el interés que generan en el mundo
del cine los hechos ya comentados, esta obra destaca por su rigidez conceptual
y fidelidad narrativa. No es concesiva ni busca soluciones fáciles a lo que
está relatando. Políticamente correcta, no es agresiva, y siempre sigue el
camino de la búsqueda de una verdad, lo cual debe ser el corazón del periodismo
de investigación bien intencionado.
Cinematográficamente hablando, destaca el trabajo de
montaje del film, como así también su banda sonora y el trabajo de sus dos
principales actrices, con un registro que da mucho vuelo a cierta tendencia a
la repetición que generan los hechos reales sobre los que se basa.