sábado, 25 de marzo de 2023

EL HIJO de Florian Zeller

UN DRAMA FAMILIAR

Un hombre se ha separado de su esposa, con quien convivía y había tenido un hijo. Ahora, ha formado una nueva pareja, y ha nacido otro niño. Su vida se complica. Se transforma en una tragedia.

El film es el ir y venir de esa persona que necesita estar en distintos lugares al mismo tiempo. Desarrollada como un drama, la trama se concentra en una larga charla entre un padre y su hijo,  que nunca pierde su equilibrio, manteniendo siempre el interés y la atención de espectador.

Detrás de esa faceta, la película nos habla de otras cosas. Por un lado, los sentimientos de un padre para con su hijo. Por otro, los de su propio hijo. Una trama sobre la paternidad y la crisis  de un adolescente que deviene en una depresión profunda.

Todo padre ha sido hijo. Nunca dejamos de ser hijos y en consecuencia, encontramos dificultades para ser padres. Y esa incompatibilidad suele generar problemas entre padres e hijos.

La película también habla sobre los sentimientos. Ese padre necesita generar un vínculo, educar un hijo, y dejar crecer al niño para que se vuelva un adolescente y finalmente se haga un hombre. Pero a su vez, ese padre arrastra un hijo como una carga. Le da de comer, paga sus estudios, lo tolera en las buenas y en las malas. El resultado será dramático. El volverse hombre no impide dejar de ser hijo. Y en esa condición, en esa situación forzada e incómoda, el personaje trata de comunicarse con su hijo.

El hombre se equivoca porque nunca encuentra su punto de apoyo. No asume su papel de padre. No entiende el rol. Trata de entender la situación desde el adolescente y se asume como tal para entenderlo. Pero en consecuencia, confunde su lugar, y no transmite la seguridad que el hijo reclama para poder crecer.

Como consecuencia de ello, sobreviene un periodo de orfandad. El padre, separado de la madre del adolescente, se ha vuelto a casar, tiene otro hijo, un bebe que reclama su tiempo, que lo absorbe y lo aísla. Lo obliga a ser padre. El primogénito reclama su condición de hijo. El más pequeño, lo pide todo. El drama se impone sobre la comedia.

Película compleja, bien y claramente narrada, atrapa la atención del espectador, y no la suelta hasta su final. La actuación de Hugh Jackman es notable en el rol del padre, como así también la del adolescente Zen Mc Grath como su primogénito. Laura Dern acompaña al trio como la madre abandonada, y Vanessa Kirby como la nueva esposa. La fotografía, marcada por los primeros planos de los actores, y el excelente trabajo de ese montaje, nos deja un film notable, magníficamente actuado, de características teatrales que montaje mediante, esta excelentemente adaptado al cine.

miércoles, 22 de marzo de 2023

1976 de Manuela Martelli

SILENCIO Y OSCURIDAD

Corre el año de 1976. Las democracias de Argentina y Chile han caído bajo dictaduras militares que han generado miedo, persecución, encierro, y muerte.

El film de Martelli no hace un discurso político pero si describe con suma inteligencia el momento vivido. La película habla del “eso no se dice” logrando transmitir a la audiencia esa cerrazón de boca, esa angustia  que genera la falta de libertad de expresión, de la situación de sospecha permanente, del saber que está sucediendo algo grave pero mejor “no meterse”. Un país en crisis. Una mujer con sentido común se da cuenta de la situación.

La película se sostiene en dos aspectos claves: un guion excelente y en una actuación maravillosa de la chilena Alina Kuppenheim. Su naturalidad es total.

El guion firmado por la propia directora está escrito con suma pulcritud. Prácticamente es un monologo que alude a un momento donde la realidad se manifiesta a través de la violencia. Un tiroteo en la calle que la sorprende mientras hace compras, lo cual comienza a generar en ella el “darse cuenta” de una situación que tiene que ver con el “de eso no se habla.”

Filmada en base a primeros planos, prácticamente un monologo del personaje central que vive en una situación de inocencia e incredulidad sobre lo que está pasando no solo a su alrededor sino también en la situación política del país, la realidad encuentra un clima de violencia extrema en la que la desaparición de personas se vuelve moneda corriente.

Hay un gran trabajo de fotografía y montaje que permite darle al film un ritmo pausado pero siempre significativo que describe la toma de conciencia de una mujer madura, en una intriga hitchcokiana que hace recordar a La Ventana Indiscreta.

Muy bien resuelta, sobre todo en lo concerniente al clima de opresión personal del personaje, donde rápidamente, aparecen titulares de los diarios y televisión en blanco y negro nos permite situarnos en aquellos duros años de mediados de los ´70. El país está en una crisis difícil de resolver y los secuestros y las desapariciones se repiten de todos los días.

Considerando que es la opera prima de la directora chilena, el film no solo interesa como obra de un revisionismo de época, sino por la descripción de un personaje que sale de un estado de total inocencia  no solo de una situación política sino de la verdadera pesadilla que significaba la dictadura chilena.

El gran trabajo de actuación de Aline Kuppenheim, y la recreación de la atmosfera encerrada por una dictadura totalmente alejada de la democracia y la libertad del individuo, hacen que este film resulte una gran sorpresa cuyo interés no solo radica en lo político sino en la acertada descripción de una ama de casa cuya vida parece transcurrir plácidamente, donde la realidad la obliga a pasar a la acción. 


lunes, 20 de marzo de 2023

EL ENGAÑO de Mehdi Bersaoui

RELATO EN PRIMERA PERSONA

Estrenada esta semana con el título de El Engaño (en su idioma original respondería a El Hijo), se trata de la ópera prima del director tunecino Mehdi Bersaoui, un drama ético de carácter personal que atraviesa un hombre, un padre, cuyo hijo necesita un trasplante de hígado en un país donde la religión no lo permite.

Se trata de un debut muy promisorio de un joven director destacado en el cortometraje quien realiza su primer largo con una película de factura impecable, narrada en primera persona del singular.

El director se concentra en relatar los resultados de esa espera que supone  una operación de trasplante no autorizada, toda vez que la utilización de un órgano vital es considerada como una violación a los restos mortales de la persona fallecida, en este caso, un niño.

El conflicto se concentra en torno a la figura del padre, quien siente la responsabilidad de conducir el automóvil que manejaba durante un accidente de tránsito en una ruta de vuelta de unas vacaciones en la playa.

El relato se concentra en la sala de espera de una clínica donde el niño está siendo sufriendo un trasplante. Lo notable de la narración es la concentración lograda de una espera interminable. El niño debe someterse a una operación  de un trasplante de hígado para salvar su vida. Su padre lo acompaña y sufre. No solo está en juego la vida de su hijo sino también sus creencias. Un debate en torno del ser o no ser.

El film no admite desvíos ni segundas intenciones. Film austero y profundo a la vez. Por un lado, la visión de la lucha entre la vida y la muerte. Por otro, un padre que se siente responsable o incluso, culpable del daño producido a su hijo.

Narrado con paciencia, construyendo el relato con pequeños detalles, el guionista y director tunecino logra su objetivo, narrar con claridad una parábola sobre la responsabilidad paterna de un hombre divorciado. No es ajeno a ello la excelente dirección de fotografía de Antoine Heberlé, y sobre todo, la sobresaliente actuación de Sami Bouajila. Un film de alta contenido humano.

lunes, 13 de marzo de 2023

LA BALLENA de Darren Aronofsky

 PREJUICIO Y CULPA

La Ballena tiene una base teatral, y su mayor mérito es que en su paso al cine no traiciona dicho origen. Su adaptación cinematográfica ha sido excelente. Su traslado de medio ha elegido al montaje cinematográfico como forma de lenguaje, logrando recrear un unipersonal que básicamente describe un momento de crisis en la vida de un hombre.

Se trata de la vida de Charlie, un escritor y autor de teatro, homosexual, casado y separado, padre de una hija adolescente,  cuya vida transcurre en el encierro de un departamento de un ambiente  donde su obesidad casi no le permite moverse libremente para  acarrear todo el peso la crisis amorosa que está sufriendo, más su enorme y engordecido cuerpo.

Brendan Fraser interpreta un papel que ha sido nominado al Oscar y probablemente gane. Su trabajo es prácticamente un unipersonal que la cámara registra minuciosamente. Su personaje, Charlie, es un actor teatral que en la película está permanentemente expuesto en la pantalla, y lo obliga a cargar no solo con un cuerpo, sino también con una homosexualidad que ha reprimido por años, le ha costado un divorcio, y, ahora mismo, asistir financieramente a una hija adolescente al borde  de comenzar la universidad a la que solo pareciera importarle el dinero que le da su padre.

Película de características teatrales, está  excelentemente adaptada al cine. Su puesta cinematográfica ha sido filmada minuciosamente y destaca por el ritmo del montaje, realizado en velocidad y en infinitos planos de corta duración, logrando atrapar el interés de espectador desde su mismo inicio, para no  soltarlo hasta su final.

Es una obra de encierro, no sólo  sino también estructural. El film es eminentemente cinematográfico. Es una obra de montaje en un estricto trabajo de unir fotogramas y dar velocidad narrativa, logrando una edición que brilla por sus cortes exactos y precisos que permite mantener no solo un ritmo narrativo adecuado para la traslación al cine de lo que es una obra teatral, sino también un excelente trabajo que se caracteriza por su minuciosidad y bastedad.

Dicho trabajo avanza desde los primeros planos hacia planos generales, narrados siempre en velocidad, dando al film un ritmo que adecua correctamente a la descripción del personaje y a la crisis que sufre el mismo.

El film nunca esconde su origen teatral teatral, no obstante es una película plenamente lograda. Es, por otra parte, una excelente muestra de adaptación, del paso de un lenguaje teatral a un medio como el cinematográfico. Años atrás, The Dresser  (2015), Cyrano de Bergerac, (1990), Un Tranvía Llamado Deseo (1951)  fueron excelentes adaptaciones para el cine. Pero La Ballena es otra cosa. Nunca traiciona sus orígenes teatrales, pero siempre logra expresar en términos de cine puro, aquel que nace del corte y que sobre todo, determina el ritmo cinematográfico de la película. En este caso, un montaje hecho añicos que va desde un primer plano a un plano general, narrando en una velocidad adecuada y justa.

La película termina atrapando al espectador en base al interés que despierta un relato. Un hombre en plena crisis existencial que logra llamar la atención del espectador en base a una narración clara y concisa, bien actuada y dirigida, pero sobre todo, excelentemente montada.

sábado, 11 de marzo de 2023

EL IMPERIO DE LA LUZ de Sam Mendes

 EL MANDATO DE LOS SENTIMIENTOS

Podemos decir que Sam Mendes es un director consagrado. Ganador de un Oscar en 1999 por su trabajo de dirección en “Belleza Americana” (1999) y reconocido por otras obras importantes como el film bélico “1917” (2019), donde demostró su capacidad creativa generando una de las secuencias  bélicas más realista y aterradora de la historia del cine.

Ahora vuelve con otra película muy personal y trascendente donde logra registrar el mundo de los sentimientos que va más allá de la mera emoción, al dar vida a un grupo de personajes notablemente interpretados que escapa de la soledad yendo al cine.

En este nuevo film reflexiona sobre el cine mismo, sobre su destino, dando vida a una historia en torno a un cine de la costa inglesa donde un grupo de personas, algunos mayores y otros más jóvenes, continúan yendo a una sala de cine para disfrutar de una película.

Los motivos para ir al cine pueden ser diversos. Algunos lo harán para entretenerse, otros para olvidarse de los problemas de la vida, o para enterarse de cosas que pasan, o simplemente, ver una película, ficcional  o documental. No importará el género, ni la procedencia, ni los actores o directores. El público será constituido por un pequeño grupo que es fiel, fan del cine. Personas que se sienten encantadas de mirar una pantalla casi en soledad. Es una pequeña audiencia que disfruta de una narración creada por imágenes y sonido que suele fascinarlos, los convence de volver y les crea un hábito.

Paradójicamente, el film habla de un fenómeno extraño. Pareciera que el cine está muriendo, no obstante, existe una renovación de público. Sigue habiendo gente que continua yendo al cine. El cine sigue siendo algo fuera algo fuera de lo común. Tal vez no importan los actores, ni los directores, fotógrafos o músicos. Para esos espectadores, el cine es  inmortal. Ni la televisión ni Netflix pueden  cambiar el objetivo de ese “ir al cine” que solo tiene el objetivo de ver una película en una sala oscura con una pantalla grande.

El Imperio de la Luz no es solo eso. Va mucho más allá. Mendes es un director hábil y obviamente un cinéfilo natural. Su obra no solo rescata la vieja sala de cine sino que re vive los géneros y sobre todo a los personajes, sino crea seres ficcionales que son puro sentimiento, donde la existencia del otro no es una simple complejidad sino un compartimiento de sensaciones.

En su visión del cine, el público no es una masa. Cada espectador es un ser diferente que tiene sus propios gustos y sus propias referencias. No constituyen una cofradía ni mucho menos. Algunos de ellos son mayores, otros adultos, y muchos son jóvenes  dispuestos a descubrir el cine o que ya lo han descubierto y se han unido al grupo.

Con gran lucidez, Mendes se las arregla para construir en torno al cine una idea de la realidad, donde el público no solo es un espectador sino una persona con una vida real, que tienen sentimientos, sufre penurias, el día le sucede como a todos y donde la fantasía se encuentra en la oscuridad de la sala constituyendo un pasa tiempo que por otro lado, paradojicamnete, es manejado por una industria poderosa que marca pautas y costumbres.

En ese mundo, destacan particularmente los besos, las caricias, los abrazos, los odios, gestos de humanidad donde la gente busca a la gente compartiendo un espacio común, risas y lágrimas, dando fe que el cine no está muerto.

Cambiaran  los espacios, las salas, los proyectores, los actores, las actrices, los guionistas, los directores, los fotógrafos pero todo seguirá siendo ¨cine¨ y tan solo se reduce al gusto de ver una proyección de imágenes que ha determinada velocidad crea una ilusión de movimiento que sigue encantado a mucha gente.

miércoles, 8 de marzo de 2023

LOS ESPIRTUS DE LA ISLA de Martin Mc Donagh

 LA VIDA Y EL DESTINO

En carrera hacia el premio Oscar 2023, con antecedentes interesantes  tales como Escondidos en Brujas en 2008), y Tres Anuncios para un Crimen en 2017, esta película británica del director irlandés Martin Mc Donagh, suena como firme candidata en la carrera de los premios Oscar. Interpretada por el joven Collin Farrel y el veterano Brendan Gleeson narra una historia simple sobre la amistad y el amor a la tierra, a la vez, de la imperiosa necesidad de aceptar los cambios de época e incluso, abandonar el terruño.

Dos amigos dejan de hablarse. Son vecinos. Uno joven y otro viejo. El film narra sus vidas en una aldea de principios del siglo XX en una región campesina de Irlanda. Los protagonistas llegan a un punto de intersección donde saben que inexorablemente sus destinos se separarán debido al paso del tiempo, el cambio de las costumbres, la tierra que se vuelve yerma, y encima pone a prueba a sus habitantes. El cariño por el lugar que nos vio nacer no basta. A veces, marca la necesidad de emigrar.

El viejo deja de saludar al joven como indicando que la situación no da para más. La esperanza de vida disminuye, los recursos escasean, y el abandono de la tierra se vuelve una necesidad para iniciar la búsqueda de un nuevo destino. El joven sabe que debe irse. Pero le cuesta, no se anima.

Parábola sobre la vida, narrada en el tiempo justo, sin prisa pero sin pausa, el film del director inglés se transforma en una joyita, una notable reflexión sobre la vida, el paso del tiempo, la necesidad de crecer, de conocer otros horizontes, la obligación de tomar decisiones: irse para probar suerte, y poder encontrar una nueva vida.

Contada con simpleza, los dos protagonistas toman distancia, y se miran de reojo durante gran parte de la película. Ambos son conscientes de su destino. El viejo sabe que tuvo la oportunidad, hizo su vida, y solo le queda la satisfacción de ser un buen hombre. Hizo lo justo, crio sus hijos, trabajó su tierra, cumplió con su destino. El joven es trabajador, intuye que vive otros tiempos. Sabe que debe irse, tomar otro camino, crecer y encontrar su propio destino. Se avecina una época diferente.

Los aciertos del  guionista y director son varios, uno de ellos es la simpleza de su relato y la austeridad de la puesta en escena. El film se llena de miradas expresivas que preanuncian un destino que inexorablemente cambiará el estado de las cosas.

La gran puesta en escena tiene mucho que ver con las notables actuaciones de sus dos actores principales,  ambos contenidos donde importa menos lo que hacen que lo que expresan. La escena final los encuentra juntos, mirando hacia delante. Sus miradas perdidas en el horizonte lo dicen todo. La necesidad de crecer, de vivir, de ganarse la vida, llegar a ser alguien.

El trabajo de cámara es también muy importante porque marca el ritmo justo, tanto las pausas como la acción que lleva hacia delante. Expresa permanentemente un devenir. El tiempo pasa, no para y suceden cosas. Es el retrato de la vida misma.

Film personal, muy propio del director, es un relato manejado con cierto estilo del absurdo que enfatiza en la relación de dos vecinos, donde uno de ellos comienza a evitar al otro, sin ninguna causa aparente, donde el silencio mismo mostrará una situación que ya no va más, volviendo imperiosa esa necesidad de cambio, silenciosamente, posiblemente por ese temor.

La edad de los dos protagonista marca también una diferencia notable indicando que el más viejo intuye un cambio de época que marca una necesidad, la de dejar el terruño y buscar un nuevo horizonte. El más joven todavía no entiende lo que pasa. Pero el film, inteligentemente, se queda en la mirada hacia el futuro de los dos protagonistas dejando que el espectador saque sus propias conclusiones.