miércoles, 26 de agosto de 2020

99 HOMES de Ramín Bahrani

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UN SUEÑO AMERICANO?...

Bahrani es un joven productor y director americano de una trayectoria más larga en la televisión que en el cine.  99 Casas es un film de 2014 rescatado por la cartelera de Netflix, no ha perdido su actualidad dado que se inspira en las duras reglas del juego de las hipotecas americanas, un tema siempre vigente.

En los Estados Unidos, el mercado de hipotecas siempre se ha financiado sin mayores inconvenientes. Es un mercado que oscila entre la casa propia o un alquiler arbitrado por la tasa de interés. Cuando la tasa sube, el mercado se vuelca sobre los alquileres. Cuando la tasa baja, conviene comprar propiedades y tomar deuda para financiarse. El mercado de hipotecas ha sido duopolizado por dos grandes compañías privadas, cuya falta de control, terminó generando la dura crisis económica mundial del año 2008.

El carácter privado de la financiación americana lleva consigo también la intervención particular de recupero del bien por parte de los entes financiadores. La frialdad del desarrollo de esta última actividad es la que da motivo al film que no casualmente comienza como un alegato de tipo social a los excesos cometidos por los recuperadores del bien que dejan prácticamente en la calle a los malos pagadores para transformar al film en una especie de  parábola moral bajo la forma de un muy interesante thriller al borde del policial de acción que termina cuestionando las supuestas bondades del famoso sueño americano.

Bahrani maneja con buen criterio las situaciones desde su guion los límites que la trama plantea generando una reflexión sobre aquella cruel paradoja que dice que el vivo vive del sonso, y el sonso de su trabajo. Rick Carver (Michael Shanon), el recuperador de bienes, le ofrece trabajo a Nash (Andrew Garfield) participando de su actividad. El joven inicia una doble vida. Esconde a su nuevo jefe y su trabajo de su familia. Se levanta rápido y gana dinero. Pero todo tiene un costo.  Debe renunciar a sus principios. Los dos actores se muestran muy creíbles en sus respectivos papeles.

El film adquiere la forma de un thriller muy entretenido a la vez que deja pensando sobre el dilema moral de su protagonista. Nada es lo que parece, y la película se transforma en una rara avis que critica muy profundamente el “american way of life” y sobre todo, al sueño americano.

 

domingo, 23 de agosto de 2020

CRIMENES DE FAMILIA de Sebastián Schindel

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Sebastián Schindel es un hábil guionista y buen director cinematográfico argentino capaz de realizar un buen film, aunque lamentablemente, suele caer en estereotipos  en función de una  innecesaria politización de sus guiones. Es que su mirada siempre es parcial y condicionada a sus ideales políticos. No obstante ello, esta vez lograr zafar aunque no deja de insinuar estos defectos. Su nueva obra se sitúa un par de décadas atrás, donde pinta la vida de una familia acaudalada de la ciudad, venido a menos, como consecuencia del desmembramiento familiar que provoca un hijo díscolo y los problemas legales que genera un embarazo no deseado de la mucama de la casa.

Armada como un puzzle que Schindel maneja con suma habilidad, el director narra ambas historias tratando de tocar dos temas sociales que tienen un punto en común. Por un lado narra la historia del hijo de una familia rica que nunca acaba de madurar cargándose de problemas legales, maltratando a su mujer y ejerciendo violencia sobre ella, y por otro, la de una mucama de la casa que comete un aborto clandestino.

Schindel, como lo hizo antes con El Patrón y más tarde con El Hijo, aprovecha ambas historias para reflejar la doble vida de una decadente familia burguesa del Barrio Norte de la Ciudad. Lamentablemente, esta mirada política y condenatoria, resta interés a un personaje como el de Alicia, muy bien interpretada por Cecilia Roth, que trata en todo momento de humanizar y sacarlo del estereotipo tratando que la cuestión planteada sea vista como un problema social del cual se hace cargo.

En esa gambeta de Schindel el film adquiere un perfil más humanista que político y logra rescatarlo de los errores cometidos en sus obras anteriores logrando que la película se convierta en un drama auténticamente humano que si bien deja al descubierto cuestiones propias de la injusticia social de una sociedad como la Argentina, también es cierto que deja abierta una pequeña hendija que da paso a una luz de esperanza. 

domingo, 16 de agosto de 2020

FIVE NIGHTS IN MAINE de Maris Curran

 

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Cabal exponente del cine de Nueva York, esta obrita de una hora y 22 minutos, es la historia del duelo de un joven negro que pierde a su mujer blanca en un accidente automovilístico. El film es la crónica de esos cinco días de duelo después del accidente que su protagonista va a pasar a aquella ciudad costera donde vive su suegra, la cual a su vez, está muy enferma afectada por una cruel enfermedad.

Casi una obra de cámara, es un film sobre los sentimientos, la aceptación de la realidad, la necesidad del perdón. Pero es también un momento de reflexión, una necesidad de superar el dolor provocado por la muerte, y también una tregua, un momento de conciliación, incluso de ignorar los prejuicios raciales.

Magníficamente actuada por el actor negro David Oyelowo, y una de las más grandes actrices de Woody Allen y del cine neoyorquino como es Dianne Weist, con un preciso y sintético guión que concentra los sentimientos más profundos del dolor, el film describe ese momento de cinco días donde los personajes intentan reconciliarse consigo mismos y quienes los rodean y superar  los sentimientos de dolor.


domingo, 9 de agosto de 2020

TONY RICHARDSON (1928 – 1991)

FREE CINEMA INGLÉS

El fracaso nunca es fatal, la victoria no es el éxito.

Fue uno de los miembros principales del “Free Cinema Inglés”. Dirigió teatro y cine incursionando especialmente en producciones experimentales que lograron generar una renovación vital tanto de la escena como del cine británico durante la década de 1950. También brilló en sus adaptaciones cinematográficas de obras literarias. Nació un 5 de junio de 1928 en Shipley, Yorkshire, Inglaterra; y falleció el 14 de noviembre de 1991, Los Ángeles, California, EE. UU.

Se graduó en 1953 en  la Universidad de Oxford, donde había comenzado a participar de la sociedad dramática. Más tarde, Richardson se convirtió en director de la British Broadcasting Corporation. Dos años después fue director artístico asociado de la British Stage Company. Paralelamente, comenzó su carrera en la BBC y fue uno de los fundadores de la English Stage Company, que desde el rea­lismo, buscó renovar el teatro inglés. Desde 1955, dirigió importantes obras de nuevos autores tales John Osborne (Look Bock in Anger, 1956 y The Entertainer, 1957), que se convertiría en bandera del movimiento político social y cultural denominado “Angry Young Men”. Bajo el liderazgo de Richardson, el Teatro se convirtió en un centro de actividad creativa que no solo implicó una reinterpretación de los clásicos, sino que también incluyó la presentación de las obras experimentales de Eugene Ionesco, Samuel Beckett y otros dramaturgos del Teatro del Absurdo.

En 1956 Richardson debutó en el cine con el corto docu­mental Momma Dorít Allow, acompañado por Karel Reisz. Aquí aparecen las primeras raíces del Free Cinema que coincide con un cierto auge del inconformismo de izquierda en Inglaterra, reflejándose tanto en teatro como en novela y cinematográficamente replica los conceptos básicos de la Nouvelle Vague francesa: reflejar la realidad, filmar en exteriores, documentar, experimentar con nuevos actores.

Richardson funda Woodfall Films junto a Harry Saltzman (productor), John Os­borne (guionista) y Oswald Morris (director de fotografía). En 1959 lleva a la pantalla Recordando con Ira (Look Back in Anger), con Richard Burton como Jimmy Porter, un inconformista sin futuro, un resentido social que descarga sus frustraciones en su esposa (Mary Ure), una mujer de clase alta, a la vez que tiene un amorío con una joven actriz  (Claire Bloom), la esposa de su mejor amigo.

En ese mismo año, hace la puesta en escena del segundo éxito tea­tral de Osborne, El Animador (The Entertainer), un melodra­ma sobre un maduro artista de music-hall que sobrevive actuando para los veraneantes de un pueblo de la costa. La obra transcurre en la época de la crisis del Canal de Suez, e intenta ser una metáfora sobre el declive del Imperio Británico, protagonizada por Laurence Olivier como Archie Rice. En 1960, Richardson también produjo la novela de Sillitoe Sábado a la Noche, Domingo a la Mañana, dirigida por Karel Reisz.

Su dirección en Recordando con Ira le abre las puertas de Hollywood. En 1961 es contratado por el productor Richard Zanuck para filmar en los Estados Unidos una nueva adaptación de Santuario, de Faulkner. El film se conoce como Réquiem para una Mujer, interpretado por Lee Remick, Ives Montand  y Braford Dillman. Resultó un fracaso tanto de crítica como de público, aunque  según Richardson, el problema principal fue el montaje de la película donde se realizaron cortes que volvieron confusa a la película. El director concluyó que en Hollywood no podía hacer lo que quería y regresó de nuevo a Inglaterra para iniciar una nueva etapa dirigiendo Sabor a Miel, de Shelagh Delaney, convirtiéndolo en uno de sus mayores éxitos, una comedia dramática, que entrelaza las vidas de una adolescente embarazada, su amante negro, una madre ninfomaníaca y un amigo homosexual en una ciudad del norte de Inglaterra. La película es el debut de Rita Tushingham, una actriz que se volvería emblema del  movimiento.

En 1962 filma La Soledad del Corredor de Fondo, sobre un guión  de Alan Sillitoe, Narra la rebeldía de un mu­chacho, detenido por robo y enviado al re­formatorio de Borstal, donde descubren sus aptitudes como corredor de Cross-country. El personaje recuerda su deses­peranzada vida anterior, a lo largo de una ca­rrera en la que se juega su futuro. El film es el debut en el cine de Tom Courtenay, otro actor que se transformaría en característico del “free cinema”.

En 1963 dirige Tom Jones, su mayor éxito, ganando el Oscar a la Mejor Película y al Mejor Director, sobre un guión adaptado de la clásica novela de Henry Fielding. La película se transforma en un éxito internacional. Fue, además, su primera película en color. Abandona el blanco y negro para resaltar la Inglaterra tumultuosa y vital del siglo XVIII, con un guión de John Osborne, lleno de un humor picaresco, y gags visuales,  dando una imagen perfecta de los excesos de una época, particularmente de la clase dirigente y de la total sumisión de sus sirvientes. Pero por otro lado, el film se constituía en una decidida defensa de la alegría y de la libertad sexual.

En 1965, realizó Los Seres Queridos, una adaptación de la novela de Evelyn Waugh, catalogada como una pequeña joya del humor negro. En 1968 la película antibélica The Charge of the Light Brigade, que pasó inadvertida. 

En la década del ´70 filma el western australiano Ned Kelly (1970), protagonizado por Mick Jagger, un film inolvidable sobre la vida de un bandido empobrecido en el siglo XIX, hijo de inmigrantes irlandeses, empujado por una persecución policial injusta que lo convierte en uno de los delincuentes más notorios en la historia de Australia. Basado en una historia real, Ned Kelly no puede mantener a su familia en el interior de Australia y se dedica a robar caballos para ganar dinero. El film se sumerge más profundamente en la vida de los proscritos que eventualmente se involucran, incluso, en asesinatos.

En 1972 adapta la obra de Edward Albee “A Delicate Balance”, la película es un film intimista que abarca tres días en la vida de Agnes (Katherine Hepburn) y Tobias (Paul Scofield), una pareja de clase media alta que comparte su cómoda casa suburbana de Connecticut con Claire (Kate Raid), la mordaz y alcohólica hermana de Agnes. La familia vive una crisis cuando la hija del matrimonio (Lee Remick) regresa a la casa de los padres después de su divorcio, quedando atrapados por un terror desconocido. No obstante, es Agnes quien ayuda al trío a mantener un delicado equilibrio en sus vidas, unido por los hábitos, y los recuerdos compartidos.

La fachada aparentemente pacífica de su existencia se hace añicos con la llegada de sus viejos amigos Harry y Edna que, repentinamente abrumados por un terror sin nombre, huyeron de su hogar en busca de un refugio seguro. La pareja es seguida por la amarga hija de Agnes y Tobias, Julia, de 36 años, quien regresó al nido familiar luego del colapso de su cuarto matrimonio. Su presencia conduce a un período de autoexamen, durante el cual los seis se ven obligados a explorar sus psiques y confrontar a los demonios escondidos allí

La filmografía de Richardson puede considerarse extensa e irregular. Conocido como mentor de un movimiento y ganador de un Oscar, sus títulos posteriores a esa época son poco recordados. Los más rescatables son: La Frontera (The Border, USA, 1982), con Jack Nicholson y Harvey Keitel, un policial de denuncia sobre los excesos represivos policiales, siempre actuales. El film destaca los problemas en la frontera entre USA y México, la corrupción reinante en ambos lados y los atrapados en el medio, la falta de humanidad policial, y el poco progreso que se ha logrado en las décadas posteriores

El Hotel New Hampshire (1984), basada en la novela de John Irving, es una comedía negra, mi­tad fantasía excéntrica, mitad  denuncia de actualidad. La cinta resulta actual,  con  música de Offenbach y un notable reparto: Jodie Foster, Rob Lowe, Nastassja Kinski. Un Cielo Azul (Blue Sky), rodada en USA en 1991, fue acabada por otros y estrenada en1994). No obstante, fue, una despedida del cine por la puerta grande por la cual Jessica Lange ganó un Oscar. La película fue estrenada tres años después de su muerte.

Analizaremos a continuación cuatro de sus obras más importantes: Recordando con Ira (1959), La Soledad del Corredor de Fondo (1962), Tom Jones (1965) y Los Hermanos Kelly (1970). VER SECCION COMENTARIIOS.


lunes, 3 de agosto de 2020

HATER de Jan Komasa

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La discriminación, la humillación, y la falta de honestidad son temas recurrentes en este director polaco todavía no conocido en Argentina, de cual ahora tenemos la oportunidad de ver su cuarto largometraje a través de la pantalla de Netflix, aunque su filmografía es más vasta (incluyendo documentales y corto metrajes) en una obra que comienza a desarrollarse en 2004.

Hater es una película interesante que examina el comportamiento socio / psicopático en la juventud polaca junto con los efectos secundarios de la presencia de las redes sociales, el poder de la tecnología en el contexto de los disturbios políticos en el mundo, y la teoría del caos aplicada a dichos disturbios.

Tomasz (Maciej Musialowski, en una actuación consagratoria) es un antihéroe intocable y vulnerable a la vez en una película manipuladora y compleja que coincide con la realidad convulsionada de nuestros días en Europa, y de Polonia en particular. Replica la estructura de una sociedad convencional donde conviven ricos y pobres, envueltos en un clima social sombrío donde la falta de un acuerdo político pareciera oscurecer la posibilidad de una solución. El film constituye una aproximación interesante de cómo las redes sociales manipulan tanto a las personas como a los propios políticos.  Desde otro punto de vista, muestra también la vulnerabilidad política y el daño que puede ocasionar al poder un simple hombre inteligente y atrevido usando tan solo una computadora portátil.

La película también describe el mundo frío, materialista y despiadado de la posmodernidad donde la familia reina solo en apariencia. Un enfrentamiento clásico entre ricos y pobres, dirimido a través del uso de la tecnología que termina constituyendo una sátira mordaz, fría y audaz sobre la nueva burguesía polaca. Una pintura capaz de capturar la discapacidad emocional de la juventud de hoy en día. Respecto a ello, el personaje principal es un ejemplo de alguien que tiene la capacidad tanto de generar odio como de recibirlo. Una personalidad que pretende integrarse a una sociedad que paradójicamente cada vez que lo acepta simultáneamente lo rechaza, como si el círculo social fuera solo para los exitosos.

Tomasz no es un personaje simpático ni políticamente correcto. Tampoco es alguien que derrocha rectitud y mucho menos la filantropía. No parece estar preocupado por el prójimo ni siquiera tiene un atisbo de ayudar a los demás. Es por el contrario, un exponente actual del sálvate como puedas. Además, cuando pide ayuda, sabe que en algún momento tendrá que pagarla.

La película no sería la misma sin Maciej Musialowski. Su actuación es extraordinaria y consagratoria. Deja comprender sus motivos e incluso lograr transmitir su soledad y su capacidad de simpatizar con los demás personajes en un sube y baja de emociones encontradas y este  es un mérito exclusivo suyo que en gran medida logra la recomendación de esta notable película.

Pero también es cierto que este gran rompecabezas que constituye Hater es gran virtud de Jan Komasa, un joven director polaco cuyos méritos ya habían sido reconocidos por su obra anterior Corpus Christi. En Hater, Komasa logra generar un clima envolvente de una realidad esquiva, donde el espectador nunca acaba de situarse en ella como si durante la proyección simultáneamente fuera envuelto por la más cruda realidad  y la fantasía. 


sábado, 1 de agosto de 2020

DIAMANTES EN BRUTO (UNCUT GEMS, 2019) de Benny y Josh Sadfie

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-       Howard Ratner: ¡Este soy yo! Así es como * Yo * gano.

Escrita por Ronald Bronstein junto a los hermanos Sadfie, quienes además dirigen la película, estamos ante otro peculiar trabajo de los directores neoyorkino estrenado directamente en la plataforma de Netflix.

El cine de los Sadfie no es un cine ortodoxo. Es un cine hiperquinético, narrado con un montaje híper fraccionado que transforma  la película en una vorágine que arranca y no para hasta llegar a su fin. La mayor parte de las escenas son cortas, dan por supuesto acontecimientos, los personajes son extremos, sus acciones desafían el sentido común y mucho más la moral convencional. Otras son largas y vertiginosas, mostrando la vorágine que viven, una espiral de violencia que parece no tener fin, pero sobretodo, dejan al descubierto la profundidad de la psique de los personajes. Los Sadfie tiran de una cuerda que crea una tensión permanente que no encuentra relajo en ningún momento del film. Es un cine intenso, rabioso, que nunca descuida la acción y mucho menos, el sentido de la narración.

Howard Ratner (Adam Sandler) es un comerciante de gemas en Nueva York, pero también es un adicto al juego. Está endeudado, le debe a todo el mundo, pero su vida es buscar apuestas. Contrariamente a lo que declama, es un perdedor que ignora su suerte. Pero afortunadamente, consigue comprar una rara roca en Etiopia que contiene una serie de diamantes en bruto, y además tiene un potencial cliente interesado en ello.

Los Sadfie también apuestan en grande. Convierten al film, de la mano de una actuación magistral de Adam Sandler, en una reflexión sobre el destino de un hombre narrado en forma de una carrera de obstáculos donde el corredor se lleva todo por delante. La película arranca y ya no puede parar. La vida de Howard tampoco. Inconscientemente, apuesta tras apuesta, consumiendo droga permanentemente, está apostando su propia vida. El que a hierro mata, a hierro muere. Nadie puede huir permanentemente de las consecuencias de sus actos. Nadie es capaz de escapar a su destino.