El film transcurre durante la cuestión turca en el Kurdistán,
región del Asia Menor, que históricamente ha sido poblada por el pueblo kurdo.
Actualmente, su territorio se encuentra
repartido en cuatro estados: Turquía, Irak, Irán y Siria, y un pequeño enclave en Armenia.
Se trata de un film de carácter político
que se concentra en una cuestión familiar, centralizando su accionar en un punto de apoyo es una situación de
encierro, paradójicamente dentro de una casa de una familia en medio del campo,
acercándose al tradicional cine de terror, pero mucho más estilizado, dado que
pone más énfasis en el suspenso que en el género..
El desarrollo de la trama comienza con
un grupo de cineastas que están o una filmando un documental sobre aspectos de
aquella zona, pero rápidamente, el film se transforma en una obra de
carácter intimista donde la situación política y sobretodo la situación de
miedo que genera, por la incertidumbre sobre lo que puede pasar, dominada tanto
por la situación familiar como por la
incertidumbre tanto en lo político como en lo social.
Melek, una niña turca de 7
años, es hija de Zafer, un hombre joven que milita en una agrupación de
carácter terrorista que lo coloca en una difícil encrucijada. El hombre se verá
obligado a optar entre su pertenencia a la organización política o su familia.
Consecuencia de ello, el film se transforma en una
especie de obra de terror sofisticada, con una puesta moderna, donde prevalece el
encierro, el de toda una familia en una situación límite, que necesita salvar
sus vidas.
Dicho encierro lleva al film a un desarrollo de tipo
intimista que el director maneja magistralmente desde la sala de montaje,
cortando pieza por pieza, armando un rompecabezas que da profundidad a una obra
gobernada por el miedo y la represalia ante la inseguridad que presenta la
situación. El miedo lleva al encierro, y el encierro conduce a la alucinación y
el terror.
Filmado en un set cerrado y oscuro de pequeña dimensión,
cosa que dispara lo claustrofóbico, el film se transforma de una épica
patriótica a otro género muy distinto, el de terror. La familia queda sola y
aislada de sus vecinos, y solo ellos sabrán cómo salir de la situación.
El film resulta una de las mayores sorpresas de la
temporada cinematográfica, generando, si bien un cine de género, por otro lado
con una temática muy actual e interesante, pero sobre todo, con una puesta en
escena que destaca especialmente por el equilibrio logrado en la sala de
montaje, lo cual transforma a la película en una pequeña obra maestra de
terror, aunque el terror no este en el acoso personal sino en la situación
político y social a la que alude pero nunca muestra.