viernes, 29 de julio de 2022

RECETA PERFECTA de Bárbara Topsoe-Rothenborg

 UNA COMEDIA DIFERENTE

Transcurre en nuestros días y sus personajes son personas mayores que rodean los setenta años, y aunque no lo parezca, se trata de una gran comedia sobre el amor senil, contada desde una situación dramática (una separación) que continua como una real comedia de la vida, acompañando a sus personajes principales durante un viaje de búsqueda  de paz y sosiego hacia  Italia.

Es muy interesante la forma en que la directora y guionista dinamarquesa maneja este material, construyendo el film  desde pequeños detalles que parecen surgir espontáneamente y que contribuyen siempre con utilidad ayudando a la fluidez narrativa, a la vez que  nunca decae el interés. Antes de ver al film el espectador podría pensar “es una comedia más sobre el amor“. Pero lo cierto es que no lo es. Esta vez, las convencionalidades, los lugares comunes, son dejadas de lado. Marie es abandonada por su marido que, de un día para otro, se va detrás de otra mujer que no es precisamente una mujer mucho más joven. Despechada, busca consuelo buscando a sus amigas y contando la traición a la que se siente sometida. Junto a ellas, comenzará un viaje hacia Italia de rehabilitación personal.

Dicho viaje tendrá como destino los montes de Pulía, en el centro de aquel país, cerca del mar Tirreno, lugar donde operará una especie de catalizador. Sus amigas la contendrán en forma práctica llevándosela hacia el sur, a un hermoso Hotel en medio de un bosque donde todo parece ocurrir con un enorme sentido común, que siempre permite mantener un ritmo adecuado sin que nunca caiga en lo chabacano del cine italiano de unas décadas atrás.

Lo interesante del asunto es que ese sentido común del que se habla no solo tiene que ver con los resortes que maneja la comedia sino más bien con pequeños detalles en el comportamiento de los personajes que van operando desde el propio estilo de la comedia a la italiana pero llevado a través de situaciones prácticamente minimalistas que no transitan los convencionalismos propios del género.

Esta comedia atrapa por lo distinto. No solo por lo que cuenta sino porque lo que dice, lo cual la transforma formalmente en diferente, fuera de lo visto, casi me arriesgaría a decir, revolucionaria, porque no maneja el disparate, como es habitual, sino que construye desde el minimalismo situacional hasta delinear perfectamente a cada uno de sus personajes.  O sea, apela a lo esencial, dejando de lado todo lo que no interesa.

El film nos transmite una idea de necesidad de búsqueda de equilibrio en nuestras vidas, lo cual nos debe llevar siempre a concentrarnos en los hechos más importantes. Receta Perfecta, como film, justamente transita ese enfoque. Deja que la vida transcurra. Hay hechos felices y otros tristes. Algunos absolutamente intranscendentes. Veamos el lado bueno de las cosas sin dejar de ignorar las malas. Resolvamos problemas, que de hecho existen, y que la mayoría de las veces tienen una solución. Todas las etapas de la vida son distintas. El film parece afirmar: “Respira profundamente, piensa y ocúpate del problema”.

Así, casi simplemente, transcurre Receta Perfecta y se transforma en una gran comedia, una de las mejores películas vistas en este año de transición en el que el cine le cuesta hacer pie.

miércoles, 20 de julio de 2022

ELVIS de Baz Luhrmann

UNA BIOPIC MÁS

Filmada con absoluta pulcritud formal, esta película de Luhrmann no agrega nada a lo que ya conocemos y hemos visto de este artista idolatrado en los Estados Unidos. Elvis, por Elvis Presley, es una película más sobre la vida de este cantante americano, ídolo de multitudes durante los ‘50 y ´60, y que perdió su vida tempranamente a causa de una enfermedad constituyéndose no solo en uno de los padres del rock and roll, sino en una leyenda americana.

Luhrmann evoca la vida del artista a través de las canciones lo cual transforma a la película en una especie de long play o recital en vivo que sigue cronológicamente la carrera del artista, obviamente respaldado en una producción realizada a todo lujo en la cual destaca la actuación de Austin Butler en el rol del cantante, y en un rol secundario, Tom Hanks haciendo el papel de su manager, el Colonel Tom Parker.

El film resulta entretenido. No obstante, lo que más molesta en la película es la chatura con que se enfoca la vida de este ídolo de la música moderna. La idea de Luhrmann pareciera querer generar una vorágine concéntrica cuyo objetivo es permitir observar como la vida del cantante es jaqueada por sus cuatro costados de manera tal de no permitirle ir más allá de lo conveniente a sus managers y en menor medida sus familiares más cercanos, en un ahogo que lo deja solo, lo abandona frente a la masa fanática que lo sigue y simultáneamente, lo transforma en ídolo.

Presley sufrió una especie de falta de contención por parte de su círculo. Me refiero a su familia en primer lugar que no supo contenerlo de la locura fanática que generaban sus actuaciones, en aquella época siempre en vivo, que lo obligaba a verdaderas cabalgatas. Pero tampoco lo supo contener su descubridor y posteriormente manager cuya mayor dedicación era contratarle la mayor cantidad  de eventos posibles sin cuidar absolutamente ni su imagen y mucho menos su salud.

Este último tema es una cuestión aparte. Su salud era precaria y la falta de descanso necesario era ignorada tanto por su familia, como también por su manager y su productora discográfica. Todo en su vida sucedió rápido. Elvis no solo se transformó de la noche a la mañana en un ídolo popular sino también en una máquina de facturar que lo mimaba monetariamente, a la vez que transformaba en millonarios todo a su alrededor: padres, manager y sello discográfico.

La actuación de Austin Butler como el rey del Rock and Roll es notable. Luhrman no le quita la cámara de encima y lo transforma en una figura absolutamente monolítica en el film. El actor se convierte en Elvis simplemente con sus gestos y bailes. Su actuación es brillante! La película, como ya hemos dicho, se deja ver. Pero como film, lamentablemente no brilla. Es cosa ya vista. Un long play ilustrado y entretenido.

domingo, 17 de julio de 2022

MEMORIA de Apichatpong Weerasethakul

CONTEMPLACIÓN TOTAL

Estamos frente a la obra de un creador absolutamente personal. Su cine es diferente a casi todos los cines que estamos acostumbrados a ver. En Memoria, su última obra presentada en Buenos Aires, nos muestra un film absolutamente contemplativo, donde parece no suceder nada pero nos deja intuir muy sutilmente, que algo está pasando por la mente, o mejor dicho, por la vida de su personaje, en este caso, una mujer en medio de la selva colombiana.

Película lenta, describe y acompaña la trayectoria de esa mujer madura, de unos 40 años de edad, interpretada por la actriz inglesa Tilda Swinton, que se encuentra de vacaciones en Colombia, en lo que parece ser un viaje de descubrimiento pero sobre todo, un encuentro de ella consigo misma.

El film  es lento, lentísimo, donde los desplazamientos de los personajes son mínimos y la mayoría de las escenas son motivo de una contemplación que posiblemente dará lugar al descubrimiento. El film presenta una estructura no convencional, ello es una obra que no responde a los lineamientos clásicos sino que está contada disruptivamente, siguiendo la experiencia de la propia protagonista. No estamos ante ninguna de las convencionalidades del cine comercial.

Esta idea de contemplación nos lleva a un film absolutamente diferente a lo acostumbrado a ver. Nos describe una trayectoria donde el personaje experimenta un cambio apenas perceptible por el espectador pero que sin lugar a dudas es importante para la protagonista.

Ella es una extranjera, una mujer inglesa. De hecho, su visión es la de una persona acostumbrada a la ciudad. Sus vacaciones en la selva son una excentricidad establecida por el director,  que posiblemente, porque no hay certeza alguna, está realizando un viaje de descubrimiento lejos de su país y sus costumbres, o está alejándose de algo que quiere dejar atrás. Por lo tanto, su visión tiene un dejo de necesidad de descubrimiento, un estado de fascinación y de extrañeza al mismo tiempo.

La obra está compuesta por escenas largas y silenciosas donde el director manipula luces y sombras construyendo pequeños puentes que intentan construir una idea entre lo que el cineasta piensa y lo que resulta de la puesta en escena dejando que el tiempo pase y la cámara registre. Ello deja abierta innumerables posibilidades de interpretación que me animaría a afirmar tantas como espectadores tenga la película.

Las películas de Weerasethakul, por lo general, filmadas en pueblos rurales y bosques habitan un territorio que invita al espectador a internarse en el mundo subjetivo de la memoria y el deseo profundo. Para ello, expande y contrae la duración de la toma generado una sensación del tiempo jugado con los conceptos de veracidad y linealidad: la obra del director responde a una visión muy personal que se sitúa cómodamente en un mundo creado a su medida.

Su cine es absolutamente distinto. Alejado de las convenciones del cine comercial, sus proyectos artísticos y sobretodo sus películas han  ganado notoriedad y participado en numerosos festivales, recibiendo reconocimiento internacional, lo cual incluye tres premios muy importantes como el Festival de Cannes: A Certain Regard para Blissfully Yours en 2002, el Prix du Jury a Tropical Malady en 2004, y en 2010, Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives recibió la Palme de Oro.

Sin duda, su cine es controvertido y no responde a cualquier tipo de público. El riesgo, espectador, sin dudas es suyo.

miércoles, 13 de julio de 2022

ALICIA Y EL ALCALDE de Nicolas Parisier

 


UN FASCINANTE “TU Y YO”

El film se concentra en una relación casi imposible que nace y se desarrolla con total casualidad y gran intensidad, cuestión que no solo encuentra su asidero en el excelente guion del propio director sino también en su exacta puesta en escena que permite un desarrollo ameno y claro de los acontecimientos que narra.

La película aborda las relaciones entre una joven intelectual y un experimentado y maduro hombre político que se transforman en una pareja despareja en la que poco tiene que ver con el amor sino con la política. Él es un alcalde sesentón que está llegando al fin de su carrera pública que encuentra casi casualmente a una veinteañera recién recibida en ciencias  políticas, una mujer en la que no solo puede confiar sino también una consejera política que se hace escuchar y lo obliga a reflexionar.

El ritmo de comedia fluye con absoluta naturalidad apoyado en las grandes actuaciones de la pareja protagónica, sino también por la capacidad de Parisier (guionista y director del film) de poner en escena una comedia que no da lugar al romanticismo aunque juega con ello, generando una pareja que atrae el interés por todo lo contrario, ello es, su intelectualidad.

El resultado es óptimo. El film es una de las mejores películas mostradas durante el presente año. Se trata de una obra muy inteligente que siempre resulta entretenida aunque su desarrollo sea más bien pasivo que activo, toda vez que el mismo se concentra en una serie de estupendos encuentros y diálogos. Aquí no hay gato ni ratón. Tampoco aparece una joven doncella en búsqueda de su príncipe azul. Por el contrario, el film transita solo el camino de la inteligencia. El intelecto y la experiencia resulta la fuerza de atracción del uno hacia el otro.

Fabrizio Luchini y Anais Demoustier más allá de la complicidad que desarrollan, mezclan  la política con la filosofía, la comunicación con el arte, la tradición con la amistad, logrando que la comedia cobre vuelo por sí misma y se transforme en un entretenimiento de notable características, sin recurrir siquiera a temas sensacionalistas o escandalosos como el crimen, el sexo o la corrupción.

Quizás el enfoque relajado y ligeramente humorístico, el guión escrito por el propio Nicolas Pariser (quien también es el director de la película) alcanza con mayor eficacia aspectos de la corrupción sistémica más profunda de la maquinaria política francesa.

La película no solo resulta divertida, sino inteligente, ingeniosa e inquietante en su mirada a las tensas relaciones que plantea, más allá de las incompatibilidades existentes entre política y filosofía, o sea, entre la práctica y la teoría. Ganadora del Europa Cinemas Label Award en la sección Quincena de Realizadores de Cannes 2019, aunque tardíamente estrenada, Alicia y el Alcalde resulta una muestra notable del cine francés: es cine en estado puro, entretenido y hasta fascinante.

viernes, 1 de julio de 2022

MAMMA ROMA de Pier Paolo Pasolini

“Mis subproletarios viven aún en la antigua prehistoria, en la verdadera prehistoria, mientras que el mundo burgués, el mundo de la tecnología,
el mundo neocapitalista, se encamina hacia una nueva prehistoria”. PPP.


Auspiciada por la Cinemateca Italiana, el año pasado se produjo un hecho poco frecuente, la restauración de Mamma Rosa, una película emblemática de Pier Paolo Pasolini, uno de los realizadores más talentosos que registra la historia del cine italiano originalmente estrenada en 1962. Consecuencia de ello, en la actual cartelera de cines, podemos ver su reposición en un estado de copia óptima del original, de lo cual, lo más importante es que no registra ninguna cicatriz de la nefasta censura de aquella época.

Mamma Roma relata un momento en la vida de una prostituta. Ella tiene un hijo entrando en la adolescencia y sueña con el  bienestar pequeño-burgués que se ha generado en Italia después de la posguerra. El film transcurre a principios de los años ´60, en un barrio marginal en la afueras de Roma donde la protagonista, una ex prostituta, trabaja en un puesto del mercado de frutas. Ha tenido un hijo, Héctor, del cual desconoce al padre, un muchacho apocado al que le cuesta hacer amigos. Cuando crece y se vuelve adolescente, conoce a Bruna, se enamora de ella, y descubre el amor. Pero no es correspondido.

Desde la escena inicial se intuye estar frente a una tragedia moderna aunque el film comienza con una fiesta de casamiento. Pero no todo es lo que parece. El retorno a casa después de la fiesta, en medio de la oscuridad, deja intuir que el evento no solo ha terminado sino lo difícil que es volver a la realidad. El camino a casa no solo representa la falta de dialogo entre madre e hijo, sino también la lejanía que hay entre ellos. Ella es una mujer cuarentona y su hijo apenas comienza su adolescencia.

Pasolini maneja su guion con una naturalidad como si describiera y  repasara su propia vida. Comienza a mostrar a esos dos sobrevivientes (madre e hijo) revelando que si bien la guerra ha terminado hace más de 15 años, todo ese bienestar de posguerra que significó la restauración italiana, nunca alcanzó para sacar totalmente al pueblo de la pobreza que había generado aquella guerra.

El film se concentra en esos dos personajes que quieren pertenecer e integrarse a una sociedad,  pero no pueden. Su incapacidad de pertenecer es manifiesta. Pasolini, un hombre de la izquierda italiana, observa a sus personajes sin posibilidad de salida.

La madre, Mamma Rosa (una actuación inolvidable de Anna Magnani, es una mujer combativa, de la que siempre ponen el cuerpo (no casualmente ha trabajado de prostituta), y de hecho busca ciegamente una oportunidad. Pero Ettore (Ettore Garofalo) es un tierno, un muchacho apocado al que le cuesta relacionarse. En la villa (miseria) que viven apenas se comunican con los demás, y cuando lo intentan, la mayoría de las veces es rechazado.

Por otro lado, los estigmas marcan a las personas, las inmoviliza y aísla. A Ettore le atrae la calle, y se enamora de una joven prostituta tal como ha sido su madre. La ciudad de Roma se ve como una prisión. Amurallada por edificios de apartamentos, cuyos arcos de entrada la hacen ver más antigua de lo que es. Ettore vive su vida entre esas ruinas olvidadas que quizás presagian su propio futuro. De ello no puede culpar a Mama Roma, que de hecho, siempre es proactiva.

Pasolini transita el drama de estos dos personajes abandonados por el destino con una sencillez notable, realizando uno de sus films capitales (los otros pueden ser Edipo Rey, 1967; El Decamerón, 1971) retratando una clase social que intenta escapar de sus costumbres solo para fracasar en el intento. Su lucidez narrativa, su sinceridad, su honestidad no dejan dudas acerca de su coherencia con su militancia política, su espíritu crítico y su necesidad de tomar posición en un momento en que Italia se manejaba dubitativa en cuanto a su devenir político. El film es también una mirada poética sobre el amor materno contaminado por los sentimientos (políticos, sociales, amorosos) del mundo real. Pasolini los expresa con la fuerza de una tragedia griega. Nos obliga a ver. Nos lleva a reflexionar