lunes, 26 de diciembre de 2022












LAS 12 MEJORES PELICULAS de 2022
 (Por Orden de Visión)

- LAS COSAS QUE DECIMOS, LAS COSAS QUE HACEMOS de Emmanuel Mouret (Francia)

- BELFAST de Keneth Branagh (Inglaterra/Irlanda)

- C´MON, C´MON de Mike Mills (USA)

- UN AMOR CERCA DEL PARAÍSO de Aki Kaurismaki (Finlandia)

- UNA PANADERIA EN NOTHING HILL de Eliza Schroder (Inglaterra)

- BUENA SUERTE, LEO GRANDE de Sophie Hyde (Inglaterra)

- VERTIGO (FALL) de Scott Mann (USA)

- NO ODIARAS de Mauro Mancini (Italia)

- ENNIO de Giuseppe Tornatore (Italia)

- 66 PREGUNTAS A LA LUNA de Jaqueline Lentzou (Grecia)

- EL BARDO Alejandro Gonzáalez Iñaarritu (México)

- EL DILEMA DE MR HOFFMANN de Fred Cavallé (Francia)


miércoles, 21 de diciembre de 2022

EL DILEMA DE MR. HAFFMANN de Fred Cavallé


PRINCIPIOS Y CARACTERES

Daniel Auteuil, Gilles Lelouche y Sarah Grandeau son los protagonistas absolutos de esta obra de cámara, un  encierro forzado de tres personas en Paris en 1942 como consecuencia del terror producido por la toma de Paris por parte de las fuerzas militares alemanas que habían provocado la rendición forzada de la ciudad y de país dos años antes.

La obra es una reflexión sutil sobre la miseria humana, la falta de dignidad de aquellas personas cuya capacidad de traicionar no solo aparece frente a la necesidad de salvar la propia vida, sino también en aquellas ocasiones donde aprovechar una ventaja expone a otra persona a  la muerte misma.

Basada en una obra de teatro que no elude sus propias características, el film destaca por la sobriedad de su puesta en escena, su confianza en un texto impecable que la habilidad del joven director francés logra tornar en un film apasionante sobre el exceso de confianza, y su contraparte, la miserabilidad humana.

En el texto representado es una pintura exacta de tres personajes gobernados por el miedo que la situación reinante termina reflejando. Daniel Auteuil interpreta a Mr. Haffmann, un joyero judío que decide encerrarse en el local de su negocio mientras envía a su esposa e hijos a una zona liberada, a la vez que pone su negocio a nombre de su empleado Francois (Gilles Lellouche), un hombre no judío de confianza del comerciante, quien lo terminará traicionando, y una mujer, una tercera en discordia, Blanche (Sara Girardeau), esposa del empleado  quien queda embarazada durante el cautiverio, echando una luz de esperanza en una Paris tomada.

La habilidad del director de transformar en cine una obra de teatral, logrando a la vez, una pintura exacta de un estado de situación marcado por el miedo de la persecución, pero sobre todo por la traición,  se transforma primero en un estudio de tres diferentes caracteres, con  un resultado pesimista de la condición humana, en la cual sobresalen el miedo a la opresión, la ganancia a costa de desaparecer la inocencia y la esperanza de aprovechar el momento de la oportunidad, pero sobre todo, la desaparición del futuro.

El film se convierte en ”noir”, y el retrato de la desesperanza no hace más que reflejar un estado de pérdida de valores que va más allá de los sinsabores de la guerra,  dado que los avatares vividos conllevan la un estado de disolución social.

El film es impecable en todos sus rubros y sumamente recomendable para aquellos que no solo disfrutan de buenas actuaciones, sino también de una película que deja pensando al espectador sobre lo que la misma le ha contado. Extraordinariamente actuada, muy bien fotografiada y musicalizada, es sin dudas una de las mejores vista durante este año 2022.

JUEGO PERFECTO de Russell Crowe


 UN POLICIAL A LA ANTIGUA

Jake Folley, interpretado por el propio Russell Crowe, también director de la película, es un millonario que tiene que enfrentarse a la muerte. Su problema es que sus planes son interrumpidos por ladrones de arte...

Se trata de un jugador profesional del juego de cartas, un gran jugador de póquer, adicto a la tecnología que invita y desafía a sus amigos a pasar una noche de puro juego. Las reglas las impone el dueño de casa, y la principal de ellas es que para jugar deberán confesar sus peores pecados.

Es casi obvio que el dueño de casa se transformará en una especie de Poncio Pilatos, y durante toda la película tratará de hacer justicia con su propia vara. Obviamente, no cree en la justicia divina y mucho menos en la justicia de los hombres, pero es evidente que cree en su propia justicia y su vida está colmada de enemigos.

La trama entra de lleno por el camino de la limpieza. Al dueño de casa le gustan las cosas claras y se dedica a barrer a sus enemigos y también amigos durante todo el film. Limpia y elimina todo aquello que molesta o está demás.

La película no solo entretiene sino que resulta divertida y también logra interesar con armas nobles. Va de frente. No tiene pretensiones estéticas ni morales. Su objetivo es simple y directo. Busca agradar al simple espectador y lo consigue. Sus múltiples tramas siempre van en la misma dirección: encuentran a Jake, y Crowe se toma al personaje en serio, Y eso es correcto.

Crowe se luce en sus dos papeles: actor y director. En el primer rubro, logra componer un duro de verdad que remite directamente tanto al Don Corleone de Marlon Brando como al de su hijo Michael. Es una mezcla de ambos. Un hombre que establece sus propias reglas, pero que también ejecuta sus propias sentencias. Capo de pocas palabras y de mucha acción, reaviva el rubro con una versión moderna que ocurre en nuestros días, contada en velocidad scorsesa.

En su papel de director, el film resulta difícil de criticar, no está nada mal. Por el contrario, es entretenido, coherente, bien actuado. Tiene mucha influencia de la austeridad narrativa del cine inglés, y nos hace recordar algunas viejas series policiales de los ´60. El trabajo de cámara y sobre todo el encierro que generan los primeros planos dan el nivel de intimidad que requiere una trama que recrea climas tensionados de alto voltaje.

Volviendo a la actualidad, deja rondando la falta de autoridad. La tremenda indefensión del ciudadano. La desprotección de la vida pública y sobre todo la privada. Pasa como una película de acción más, pero tiene la virtud de dejar pensándonos.

TODO SUCEDE EN TEL AVIV de Same Zoabi

Tardíamente estrenada en Argentina (es un film de 2018) cuenta una historia  sobre una posible amistad, pero especialmente, necesaria. Se trata de una amable comedia que se focaliza en la relación que establece un palestino y un guardián de un puesto fronterizo en Ramalah durante la guerra de los 7 días en 1967, uno de esos momentos clave del conflicto (victoria israelí, derrota árabe), percibida de forma polarizada por ambos bandos. 

Salam es un joven palestino que acaba de obtener su primer trabajo como escritor profesional de una popular novela de la televisión  israelí. Tiene poca experiencia como autor. Además, la censura licua todo intento de propaganda. Todo va bien hasta el momento en que los patrocinadores del programa no acuerdan como debería terminar la temporada.

El film es una típica comedia costumbrista que trata de mostrar  a través de sus dos personajes principales (el escritor y el custodia mencionados) el estilo de vida y la posibilidad de convivencia, ciertamente forzada, de la nueva clase media en Israel.

El film es también una representación de la vida de las personas atrapadas en medio de un  conflicto casi perenne, el israelí-palestino. Los dos personajes principales se destacan por sus diferencias, pero lo notable es que esas diferencias no son obstáculos para que entre ellos nazca una amistad.

Lo interesante del caso es que esa amistad se desarrolla y se transforma en fuente de inspiración del otro, lo cual salva las diferencias y los une en una amistad, que justamente se desarrolla en el puesto fronterizo, un contexto árido que no facilita las relaciones sociales aunque el desenvolvimiento de sus respectivas acciones, siempre ocurren en un lugar muy particular: la garita fronteriza.

La escritura del guion y la actuación funcionan en conjunto creando personajes primero antagónicos, luego amigos, desarrollando situaciones con los que podemos identificarnos, generando risa sin dejar de lado la profundidad del tema de la película. El film mantiene en todo momento su frescura y un tono de alegría  que lleva al positivismo, poder pensar en la posibilidad de una convivencia, ello es establecer relaciones amigables entre personas diferentes.

El film evita la parodia, aunque no deja de reconocer las diferencias. Siempre mantiene el tono de comedia, mostrando sutilmente la realidad de ciertas diferencias, aunque no discrimina metiéndose en lo político. Nunca se vuelve demasiado serio, o frívolo, o intente agradar con una idea política, un partido político en particular, como tampoco se desvía ni hacia la farsa satírica, y mucho menos, hacia lo frívolo.

En síntesis, un comedia diferente que se hace escuchar con agrado porque en su fondo no hace otra cosa que ratificar la necesidad de los pueblos de vivir en paz.