miércoles, 25 de noviembre de 2020

LA VIDA ANTE SI de Edoardo Ponti

VOLVER A EMPEZAR

Estrenada esta semana en Netflix, es una nueva adaptación de la novela Madame Rosa de Emile Ajar, seudónimo de Romain Gary, que ya había sido llevada al cine en 1977, protagonizada por Simone Signoret, ganado en aquella oportunidad dos Oscar, uno  a la mejor actriz y otro, al mejor film extranjero.

Esta nueva versión, adaptada por Ugo Chiti, y que es protagonizada por Sofia Loren, se focaliza más en la figura de Momo (Ibrahima Gueye) que en el de la propia protagonista. Es que si bien Madame Rosa es la encarnación del bien en todo el sentido de la palabra, el film narra la  metamorfosis de Momo, un niño huérfano de unos 13 años.

Momo vive en casa de Madame Rosa. Ella es una mujer que aloja en su casa niños de la calle. Momo es uno de ellos. Tiene aproximadamente unos 12/13 años.  Vive traficando cocaína. Es un simple pasamano. No obstante, el relato no se basa en esta figura rectora sino en el propio niño, en su toma de conciencia como consecuencia del amparo y el ejemplo que le brinda esa figura rectora que es Madame Rosa.

No obstante, Momo pasa con rapidez de la niñez a la adolescencia por el peor camino. La anciana le da alojamiento y trata de contenerlo, pero no siempre lo consigue. No obstante, le da un ejemplo de vida, lo comprende, lo ayuda a reconocerse a sí mismo, lo acompaña en hacerse un adulto antes de tiempo.

El niño es como una esponja que absorbe valores silenciosamente, consiente de las dificultades que presenta la vida. Ha perdido a sus padres. Ha sido rescatado de la nada. Reconoce a Rosa como una figura rectora. Y poco a poco va comenzando a seguir su camino.

Ponti pinta la historia como una pintura de superación personal de alguien que ha quedado solo en la vida pero ha tenido la fortuna de encontrar una guía silenciosa que predica con el ejemplo. Momo entiende que existe una posibilidad de salvación a través de la superación personal, y que esa figura regente le está indicando el camino. Sin caer en lo dramático ni en las exageraciones de la comedia a la italiana, el director logra narrar fluidamente una historia de superación personal a una edad que todavía tiene todo por delante.

jueves, 22 de octubre de 2020

EL JUICIO DE LOS 7 DE CHICAGO de Aaron Sorkin

 

POR UN MUNDO MEJOR

Corre 1968. Los Estados Unidos se encuentran sumergidos en la guerra de Vietnam. El Presidente Nixon, un republicano, gobierna el país. Las protestas están a la orden del día. En Chicago, está por comenzar la Convención del Partido Demócrata en medio de acciones violentas lideradas por un grupo de estudiantes universitarios, tanto de centro como de izquierda, y líderes del movimiento de las minorías de raza negra, provocando enfrentamientos con la policía que derivan en cientos de heridos y detenidos. El cabecilla de la revuelta era Tom Hayden, quien contaba diferentes apoyos, entre ellos, de Abbie Hoffman y Jerry Rubin, líderes del movimiento hippie, y de Bob Seale, cabeza del Partido de las Panteras Negras. Controlada la protesta, siete de los cabecillas fueron acusados por conspiración contra la Administración Pública.  El Juez Hoffman será el juez de la causa.  

Aaron Sorkin es un afamado guionista de cine americano, conocido, sobretodo, por Una Cuestión de Honor (A Few Good Men,1992) film dirigido por Rob Reiner basado en una obra teatral propia, estrenada con mucho éxito en Broadway, que luego tuvo su versión cinematográfica. Sorkin también escribió Daños Corporales (Malicia, 1993), la exitosa Mi Querido Presidente (The Presindent and Miss Wade, 1995) y colaboró en el guion de Enemigo Público (1998), La Roca (1996), Exceso de Equipaje (1997), La Lista de Schindler (sólo el guion final, 1993); La Guerra de Charly Wilson (2007); la estupenda Red Social (2010); Moneyball (2011); Steve Jobs (2015) (otro guion notable). En televisión tuvo dos éxitos, uno mayúsculo con The West Wing (El Ala Oeste), nominada al Globo de Oro (1999) y Sports Night (1998). Su debut como director cinematográfico fue en 2017, dirigiendo un guion propio, que se conoció en los cines con el título de Molly´s Game (La Apuesta Maestra). En consecuencia, la obra que nos ocupa es su segunda película como autor y director.

Los 7 de Chicago no solo luce como un muy buen y habilidoso guion, sino también una comedia satírica. Sorkin observa experiencia, describe ligeramente los sucesos ocurridos que dan origen al juicio dentro de un marco casi documentalista. Después se concentra e instala en el ambiente del juicio y se concentra en describir este último acontecimiento pintando un provocativo ambiente de farsa que describe con gran minuciosidad. Sabe que lo importante no ha sido la manifestación sino las consecuencias de la misma, las cuales tienen alcance político y social. El conservadurismo republicano no solo es puesto en tela de juicio sino que todo un modelo de vida, aquel surgido después del triunfo  aliado durante la Segunda Guerra Mundial y que 20 años después comienza a agotarse produciendo demandas de orden social que en lo económico tiene que ver con la aparición de las primeras computadoras comercialmente disponibles y en lo social con la integración racial. El resultado de ello será un nuevo orden que destaca la aparición social del hipismo, caracterizado por una más amplia aplicación de los derechos civiles, una mayor reconocimiento de derechos a la gente de raza negra, el comienzo de una liberación en lo sexual, en la moda, en la música, e incluso en la lingüística. Un  cambio en los hábitos y costumbres que encuentran su raíz en la idea de una mayor libertad.

Sorkin encierra todas estas ideas dentro de una acción judicial, un juicio que se lleva a cabo en una serie de audiencias en las que se pretende juzgar a los presuntos culpables de las protestas públicas callejeras que han tenido lugar en un parque de Chicago. Pero lo que verdaderamente salta a luz no es la idea de culpabilidad, sino la de un profundo resentimiento y temor al cambio. Son las bases mismas de un “stato quo” lo que está en discusión en ese juico. La rebeldía de los jóvenes conduce a un cambio de época, y eso produce el rechazo de los conservadores representados por el partido gobernante, en aquel momento, el partido republicano.

Sorkin transforma la sala judicial en un campo de batalla donde se proyecta la idea revolucionaria en las personas de los acusados mientras que las ideas contrarias son  representadas por el propio juez de la causa, que es la esencia misma del conservadurismo. El contrapunto presentado es notable porque además, interpretado por un elenco de actores que se lucen en sus respectivos papeles, sobresalen los excelentes diálogos fruto de la experiencia y la brillante expositiva de Sorkin. El film es ágil, entretenido, interesante y rinde tributo a un hecho histórico digno de recordar en la historia del republicanismo.

El Juicio de los 7 de Chicago elude al drama eligiendo la comedia disparatada casi inspirada en lo farsesco. Su veredicto de culpabilidad o inocencia no implicará una sentencia de orden personal. Sus consecuencias tendrán una mayor dimensión que se concentrará en el orden de lo social.

La recreación de este juicio nos recordará quienes somos, nuestra capacidad evolutiva como sociedad, y nos dirá que la revolución de las costumbres no solo es posible sino que produce cambios que nos enriquece como seres humanos que vivimos en comunidad. El juicio a los 7 manifestantes revoltosos de Chicago se transformará en un fabuloso alegato a favor de los derechos humanos y civiles de las minorías, especialmente, de la gente de raza negra en los Estados Unidos de América.

 

sábado, 10 de octubre de 2020

CHANGELING (EL SUSTITUTO) de Clint Eastwood

SOLEDAD Y DESEPERACIÓN

Después de 12 años de su estreno, anoche volví a ver por Netflix este film de Eastwood que en aquel momento, en su primera visión, no me había gustado, incluso, debo reconocer que con el paso del tiempo se había constituido en la única película del director que me había parecido un paso en falso, un film hecho solo para el lucimiento de su actriz, Angelina Jolie, que en el rol de una madre que ha perdido literalmente a su hijo, hace todos los esfuerzos que están a su alcance para recuperarlo. Un film que rozaba lo demagógico y que solo servía para colocar a la estrella en el camino de la estatuilla dorada.

Qué equivocado estaba!

Muy lejos de aquella visión, ahora el film me pareció todo lo contrario, otra de las grandes obras maestras de su director. Changeling, lejos del suspenso o la acción, es una visión crítica de la labor policial y de la justicia, una reflexión sobre la soledad del ciudadano ante el autoritarismo policial y la deshumanización del sistema legal.

El largo derrotero de una madre en busca de su hijo es el hilo conductor del film, pero su sustancia se encuentra en la falta de entendimiento y la falla de un accionar policial, seguida de un accionar judicial carente de rigurosidad. El film es la descripción de un aparato básicamente represivo, resultadista y corrupto que dista mucho de considerar el simple factor humano. La búsqueda policial del niño se vuelve así un hecho deshumanizado que no admite ninguna clase de sentimiento  y mucho menos opera como un sistema de contención social. El rol de la maternidad queda aislado y desamparado de la sociedad.  La policía nunca busca a un niño sino simplemente un desaparecido.

Pero no conforme con esa mirada,  el notable guion de J. Michael Straczynki (un muy buen guionista de larga trayectoria en varias series exitosas de televisión), ante la aparición de un sospechoso, deriva el relato hacia el accionar de la justicia, poniendo en tela de juicio la veracidad de sus fallos.

La justicia americana de los años ´30 se describe como un aparato retrogrado y clasista que en ningún momento opera como un órgano coherente en busca de la verdad sino como un aparato represivo que busca dar señales a una sociedad en aquel momento en decadencia. Sus fallos no importan como tales sino como simples señales cuyo objetivo es encuadrar dentro de la ley a la ciudadanía sin importar el cómo. La pena de muerte como máxima condena muestra su inoperancia social como modelador de una sociedad que pretende ser justa y democrática.

Eastwood cuenta con puntillosa brillantez narrativa ambos procederes, describiendo sus debilidades y mostrando la orfandad del ciudadano común frente  al accionar policial y la falta de justicia real. Dividido en dos partes, en la primera se concentra en la búsqueda del niño, la carencia de una acción solidaria, mostrando la orfandad de una madre cuya soledad roza la desesperación. La segunda parte del film se transforma en un clásico film judicial donde a través de la descripción del proceso Eastwood muestra toda su destreza y maestría narrativa. El film, en su objetividad, destila el humanismo que caracteriza la mayor parte de la filmografía de su autor.

Así, Changeling, puede disfrutarse no solo como un film entretenido, por otra parte característica de su autor, sino también como una película profunda que describe una  época dura, carente de un accionar policial seguro y de una justicia cuya imparcialidad desprotegía al ciudadano. La actuación de Angelina Jolie es más que destacable, haciendo sentir la desesperación de una mujer, madre de un niño desaparecido. Los rubros técnicos, especialmente la fotografía, con su lentos paneos de cámara, muestran también la maestría narrativa de su autor. La música escrita por el propio Eastwood, subraya delicada y significativamente el ambiente de soledad intima en que se desenvuelve su personaje principal y que también desarrolla el film.

miércoles, 26 de agosto de 2020

99 HOMES de Ramín Bahrani

CINE EN NETFLIX

UN SUEÑO AMERICANO?...

Bahrani es un joven productor y director americano de una trayectoria más larga en la televisión que en el cine.  99 Casas es un film de 2014 rescatado por la cartelera de Netflix, no ha perdido su actualidad dado que se inspira en las duras reglas del juego de las hipotecas americanas, un tema siempre vigente.

En los Estados Unidos, el mercado de hipotecas siempre se ha financiado sin mayores inconvenientes. Es un mercado que oscila entre la casa propia o un alquiler arbitrado por la tasa de interés. Cuando la tasa sube, el mercado se vuelca sobre los alquileres. Cuando la tasa baja, conviene comprar propiedades y tomar deuda para financiarse. El mercado de hipotecas ha sido duopolizado por dos grandes compañías privadas, cuya falta de control, terminó generando la dura crisis económica mundial del año 2008.

El carácter privado de la financiación americana lleva consigo también la intervención particular de recupero del bien por parte de los entes financiadores. La frialdad del desarrollo de esta última actividad es la que da motivo al film que no casualmente comienza como un alegato de tipo social a los excesos cometidos por los recuperadores del bien que dejan prácticamente en la calle a los malos pagadores para transformar al film en una especie de  parábola moral bajo la forma de un muy interesante thriller al borde del policial de acción que termina cuestionando las supuestas bondades del famoso sueño americano.

Bahrani maneja con buen criterio las situaciones desde su guion los límites que la trama plantea generando una reflexión sobre aquella cruel paradoja que dice que el vivo vive del sonso, y el sonso de su trabajo. Rick Carver (Michael Shanon), el recuperador de bienes, le ofrece trabajo a Nash (Andrew Garfield) participando de su actividad. El joven inicia una doble vida. Esconde a su nuevo jefe y su trabajo de su familia. Se levanta rápido y gana dinero. Pero todo tiene un costo.  Debe renunciar a sus principios. Los dos actores se muestran muy creíbles en sus respectivos papeles.

El film adquiere la forma de un thriller muy entretenido a la vez que deja pensando sobre el dilema moral de su protagonista. Nada es lo que parece, y la película se transforma en una rara avis que critica muy profundamente el “american way of life” y sobre todo, al sueño americano.

 

domingo, 23 de agosto de 2020

CRIMENES DE FAMILIA de Sebastián Schindel

 CINE EN NETFLIX

Sebastián Schindel es un hábil guionista y buen director cinematográfico argentino capaz de realizar un buen film, aunque lamentablemente, suele caer en estereotipos  en función de una  innecesaria politización de sus guiones. Es que su mirada siempre es parcial y condicionada a sus ideales políticos. No obstante ello, esta vez lograr zafar aunque no deja de insinuar estos defectos. Su nueva obra se sitúa un par de décadas atrás, donde pinta la vida de una familia acaudalada de la ciudad, venido a menos, como consecuencia del desmembramiento familiar que provoca un hijo díscolo y los problemas legales que genera un embarazo no deseado de la mucama de la casa.

Armada como un puzzle que Schindel maneja con suma habilidad, el director narra ambas historias tratando de tocar dos temas sociales que tienen un punto en común. Por un lado narra la historia del hijo de una familia rica que nunca acaba de madurar cargándose de problemas legales, maltratando a su mujer y ejerciendo violencia sobre ella, y por otro, la de una mucama de la casa que comete un aborto clandestino.

Schindel, como lo hizo antes con El Patrón y más tarde con El Hijo, aprovecha ambas historias para reflejar la doble vida de una decadente familia burguesa del Barrio Norte de la Ciudad. Lamentablemente, esta mirada política y condenatoria, resta interés a un personaje como el de Alicia, muy bien interpretada por Cecilia Roth, que trata en todo momento de humanizar y sacarlo del estereotipo tratando que la cuestión planteada sea vista como un problema social del cual se hace cargo.

En esa gambeta de Schindel el film adquiere un perfil más humanista que político y logra rescatarlo de los errores cometidos en sus obras anteriores logrando que la película se convierta en un drama auténticamente humano que si bien deja al descubierto cuestiones propias de la injusticia social de una sociedad como la Argentina, también es cierto que deja abierta una pequeña hendija que da paso a una luz de esperanza. 

domingo, 16 de agosto de 2020

FIVE NIGHTS IN MAINE de Maris Curran

 

CINE EN NETFLIX

Cabal exponente del cine de Nueva York, esta obrita de una hora y 22 minutos, es la historia del duelo de un joven negro que pierde a su mujer blanca en un accidente automovilístico. El film es la crónica de esos cinco días de duelo después del accidente que su protagonista va a pasar a aquella ciudad costera donde vive su suegra, la cual a su vez, está muy enferma afectada por una cruel enfermedad.

Casi una obra de cámara, es un film sobre los sentimientos, la aceptación de la realidad, la necesidad del perdón. Pero es también un momento de reflexión, una necesidad de superar el dolor provocado por la muerte, y también una tregua, un momento de conciliación, incluso de ignorar los prejuicios raciales.

Magníficamente actuada por el actor negro David Oyelowo, y una de las más grandes actrices de Woody Allen y del cine neoyorquino como es Dianne Weist, con un preciso y sintético guión que concentra los sentimientos más profundos del dolor, el film describe ese momento de cinco días donde los personajes intentan reconciliarse consigo mismos y quienes los rodean y superar  los sentimientos de dolor.


domingo, 9 de agosto de 2020

TONY RICHARDSON (1928 – 1991)

FREE CINEMA INGLÉS

El fracaso nunca es fatal, la victoria no es el éxito.

Fue uno de los miembros principales del “Free Cinema Inglés”. Dirigió teatro y cine incursionando especialmente en producciones experimentales que lograron generar una renovación vital tanto de la escena como del cine británico durante la década de 1950. También brilló en sus adaptaciones cinematográficas de obras literarias. Nació un 5 de junio de 1928 en Shipley, Yorkshire, Inglaterra; y falleció el 14 de noviembre de 1991, Los Ángeles, California, EE. UU.

Se graduó en 1953 en  la Universidad de Oxford, donde había comenzado a participar de la sociedad dramática. Más tarde, Richardson se convirtió en director de la British Broadcasting Corporation. Dos años después fue director artístico asociado de la British Stage Company. Paralelamente, comenzó su carrera en la BBC y fue uno de los fundadores de la English Stage Company, que desde el rea­lismo, buscó renovar el teatro inglés. Desde 1955, dirigió importantes obras de nuevos autores tales John Osborne (Look Bock in Anger, 1956 y The Entertainer, 1957), que se convertiría en bandera del movimiento político social y cultural denominado “Angry Young Men”. Bajo el liderazgo de Richardson, el Teatro se convirtió en un centro de actividad creativa que no solo implicó una reinterpretación de los clásicos, sino que también incluyó la presentación de las obras experimentales de Eugene Ionesco, Samuel Beckett y otros dramaturgos del Teatro del Absurdo.

En 1956 Richardson debutó en el cine con el corto docu­mental Momma Dorít Allow, acompañado por Karel Reisz. Aquí aparecen las primeras raíces del Free Cinema que coincide con un cierto auge del inconformismo de izquierda en Inglaterra, reflejándose tanto en teatro como en novela y cinematográficamente replica los conceptos básicos de la Nouvelle Vague francesa: reflejar la realidad, filmar en exteriores, documentar, experimentar con nuevos actores.

Richardson funda Woodfall Films junto a Harry Saltzman (productor), John Os­borne (guionista) y Oswald Morris (director de fotografía). En 1959 lleva a la pantalla Recordando con Ira (Look Back in Anger), con Richard Burton como Jimmy Porter, un inconformista sin futuro, un resentido social que descarga sus frustraciones en su esposa (Mary Ure), una mujer de clase alta, a la vez que tiene un amorío con una joven actriz  (Claire Bloom), la esposa de su mejor amigo.

En ese mismo año, hace la puesta en escena del segundo éxito tea­tral de Osborne, El Animador (The Entertainer), un melodra­ma sobre un maduro artista de music-hall que sobrevive actuando para los veraneantes de un pueblo de la costa. La obra transcurre en la época de la crisis del Canal de Suez, e intenta ser una metáfora sobre el declive del Imperio Británico, protagonizada por Laurence Olivier como Archie Rice. En 1960, Richardson también produjo la novela de Sillitoe Sábado a la Noche, Domingo a la Mañana, dirigida por Karel Reisz.

Su dirección en Recordando con Ira le abre las puertas de Hollywood. En 1961 es contratado por el productor Richard Zanuck para filmar en los Estados Unidos una nueva adaptación de Santuario, de Faulkner. El film se conoce como Réquiem para una Mujer, interpretado por Lee Remick, Ives Montand  y Braford Dillman. Resultó un fracaso tanto de crítica como de público, aunque  según Richardson, el problema principal fue el montaje de la película donde se realizaron cortes que volvieron confusa a la película. El director concluyó que en Hollywood no podía hacer lo que quería y regresó de nuevo a Inglaterra para iniciar una nueva etapa dirigiendo Sabor a Miel, de Shelagh Delaney, convirtiéndolo en uno de sus mayores éxitos, una comedia dramática, que entrelaza las vidas de una adolescente embarazada, su amante negro, una madre ninfomaníaca y un amigo homosexual en una ciudad del norte de Inglaterra. La película es el debut de Rita Tushingham, una actriz que se volvería emblema del  movimiento.

En 1962 filma La Soledad del Corredor de Fondo, sobre un guión  de Alan Sillitoe, Narra la rebeldía de un mu­chacho, detenido por robo y enviado al re­formatorio de Borstal, donde descubren sus aptitudes como corredor de Cross-country. El personaje recuerda su deses­peranzada vida anterior, a lo largo de una ca­rrera en la que se juega su futuro. El film es el debut en el cine de Tom Courtenay, otro actor que se transformaría en característico del “free cinema”.

En 1963 dirige Tom Jones, su mayor éxito, ganando el Oscar a la Mejor Película y al Mejor Director, sobre un guión adaptado de la clásica novela de Henry Fielding. La película se transforma en un éxito internacional. Fue, además, su primera película en color. Abandona el blanco y negro para resaltar la Inglaterra tumultuosa y vital del siglo XVIII, con un guión de John Osborne, lleno de un humor picaresco, y gags visuales,  dando una imagen perfecta de los excesos de una época, particularmente de la clase dirigente y de la total sumisión de sus sirvientes. Pero por otro lado, el film se constituía en una decidida defensa de la alegría y de la libertad sexual.

En 1965, realizó Los Seres Queridos, una adaptación de la novela de Evelyn Waugh, catalogada como una pequeña joya del humor negro. En 1968 la película antibélica The Charge of the Light Brigade, que pasó inadvertida. 

En la década del ´70 filma el western australiano Ned Kelly (1970), protagonizado por Mick Jagger, un film inolvidable sobre la vida de un bandido empobrecido en el siglo XIX, hijo de inmigrantes irlandeses, empujado por una persecución policial injusta que lo convierte en uno de los delincuentes más notorios en la historia de Australia. Basado en una historia real, Ned Kelly no puede mantener a su familia en el interior de Australia y se dedica a robar caballos para ganar dinero. El film se sumerge más profundamente en la vida de los proscritos que eventualmente se involucran, incluso, en asesinatos.

En 1972 adapta la obra de Edward Albee “A Delicate Balance”, la película es un film intimista que abarca tres días en la vida de Agnes (Katherine Hepburn) y Tobias (Paul Scofield), una pareja de clase media alta que comparte su cómoda casa suburbana de Connecticut con Claire (Kate Raid), la mordaz y alcohólica hermana de Agnes. La familia vive una crisis cuando la hija del matrimonio (Lee Remick) regresa a la casa de los padres después de su divorcio, quedando atrapados por un terror desconocido. No obstante, es Agnes quien ayuda al trío a mantener un delicado equilibrio en sus vidas, unido por los hábitos, y los recuerdos compartidos.

La fachada aparentemente pacífica de su existencia se hace añicos con la llegada de sus viejos amigos Harry y Edna que, repentinamente abrumados por un terror sin nombre, huyeron de su hogar en busca de un refugio seguro. La pareja es seguida por la amarga hija de Agnes y Tobias, Julia, de 36 años, quien regresó al nido familiar luego del colapso de su cuarto matrimonio. Su presencia conduce a un período de autoexamen, durante el cual los seis se ven obligados a explorar sus psiques y confrontar a los demonios escondidos allí

La filmografía de Richardson puede considerarse extensa e irregular. Conocido como mentor de un movimiento y ganador de un Oscar, sus títulos posteriores a esa época son poco recordados. Los más rescatables son: La Frontera (The Border, USA, 1982), con Jack Nicholson y Harvey Keitel, un policial de denuncia sobre los excesos represivos policiales, siempre actuales. El film destaca los problemas en la frontera entre USA y México, la corrupción reinante en ambos lados y los atrapados en el medio, la falta de humanidad policial, y el poco progreso que se ha logrado en las décadas posteriores

El Hotel New Hampshire (1984), basada en la novela de John Irving, es una comedía negra, mi­tad fantasía excéntrica, mitad  denuncia de actualidad. La cinta resulta actual,  con  música de Offenbach y un notable reparto: Jodie Foster, Rob Lowe, Nastassja Kinski. Un Cielo Azul (Blue Sky), rodada en USA en 1991, fue acabada por otros y estrenada en1994). No obstante, fue, una despedida del cine por la puerta grande por la cual Jessica Lange ganó un Oscar. La película fue estrenada tres años después de su muerte.

Analizaremos a continuación cuatro de sus obras más importantes: Recordando con Ira (1959), La Soledad del Corredor de Fondo (1962), Tom Jones (1965) y Los Hermanos Kelly (1970). VER SECCION COMENTARIIOS.


lunes, 3 de agosto de 2020

HATER de Jan Komasa

CINE EN NETFLIX

La discriminación, la humillación, y la falta de honestidad son temas recurrentes en este director polaco todavía no conocido en Argentina, de cual ahora tenemos la oportunidad de ver su cuarto largometraje a través de la pantalla de Netflix, aunque su filmografía es más vasta (incluyendo documentales y corto metrajes) en una obra que comienza a desarrollarse en 2004.

Hater es una película interesante que examina el comportamiento socio / psicopático en la juventud polaca junto con los efectos secundarios de la presencia de las redes sociales, el poder de la tecnología en el contexto de los disturbios políticos en el mundo, y la teoría del caos aplicada a dichos disturbios.

Tomasz (Maciej Musialowski, en una actuación consagratoria) es un antihéroe intocable y vulnerable a la vez en una película manipuladora y compleja que coincide con la realidad convulsionada de nuestros días en Europa, y de Polonia en particular. Replica la estructura de una sociedad convencional donde conviven ricos y pobres, envueltos en un clima social sombrío donde la falta de un acuerdo político pareciera oscurecer la posibilidad de una solución. El film constituye una aproximación interesante de cómo las redes sociales manipulan tanto a las personas como a los propios políticos.  Desde otro punto de vista, muestra también la vulnerabilidad política y el daño que puede ocasionar al poder un simple hombre inteligente y atrevido usando tan solo una computadora portátil.

La película también describe el mundo frío, materialista y despiadado de la posmodernidad donde la familia reina solo en apariencia. Un enfrentamiento clásico entre ricos y pobres, dirimido a través del uso de la tecnología que termina constituyendo una sátira mordaz, fría y audaz sobre la nueva burguesía polaca. Una pintura capaz de capturar la discapacidad emocional de la juventud de hoy en día. Respecto a ello, el personaje principal es un ejemplo de alguien que tiene la capacidad tanto de generar odio como de recibirlo. Una personalidad que pretende integrarse a una sociedad que paradójicamente cada vez que lo acepta simultáneamente lo rechaza, como si el círculo social fuera solo para los exitosos.

Tomasz no es un personaje simpático ni políticamente correcto. Tampoco es alguien que derrocha rectitud y mucho menos la filantropía. No parece estar preocupado por el prójimo ni siquiera tiene un atisbo de ayudar a los demás. Es por el contrario, un exponente actual del sálvate como puedas. Además, cuando pide ayuda, sabe que en algún momento tendrá que pagarla.

La película no sería la misma sin Maciej Musialowski. Su actuación es extraordinaria y consagratoria. Deja comprender sus motivos e incluso lograr transmitir su soledad y su capacidad de simpatizar con los demás personajes en un sube y baja de emociones encontradas y este  es un mérito exclusivo suyo que en gran medida logra la recomendación de esta notable película.

Pero también es cierto que este gran rompecabezas que constituye Hater es gran virtud de Jan Komasa, un joven director polaco cuyos méritos ya habían sido reconocidos por su obra anterior Corpus Christi. En Hater, Komasa logra generar un clima envolvente de una realidad esquiva, donde el espectador nunca acaba de situarse en ella como si durante la proyección simultáneamente fuera envuelto por la más cruda realidad  y la fantasía. 


sábado, 1 de agosto de 2020

DIAMANTES EN BRUTO (UNCUT GEMS, 2019) de Benny y Josh Sadfie

CINE EN NETFLIX

-       Howard Ratner: ¡Este soy yo! Así es como * Yo * gano.

Escrita por Ronald Bronstein junto a los hermanos Sadfie, quienes además dirigen la película, estamos ante otro peculiar trabajo de los directores neoyorkino estrenado directamente en la plataforma de Netflix.

El cine de los Sadfie no es un cine ortodoxo. Es un cine hiperquinético, narrado con un montaje híper fraccionado que transforma  la película en una vorágine que arranca y no para hasta llegar a su fin. La mayor parte de las escenas son cortas, dan por supuesto acontecimientos, los personajes son extremos, sus acciones desafían el sentido común y mucho más la moral convencional. Otras son largas y vertiginosas, mostrando la vorágine que viven, una espiral de violencia que parece no tener fin, pero sobretodo, dejan al descubierto la profundidad de la psique de los personajes. Los Sadfie tiran de una cuerda que crea una tensión permanente que no encuentra relajo en ningún momento del film. Es un cine intenso, rabioso, que nunca descuida la acción y mucho menos, el sentido de la narración.

Howard Ratner (Adam Sandler) es un comerciante de gemas en Nueva York, pero también es un adicto al juego. Está endeudado, le debe a todo el mundo, pero su vida es buscar apuestas. Contrariamente a lo que declama, es un perdedor que ignora su suerte. Pero afortunadamente, consigue comprar una rara roca en Etiopia que contiene una serie de diamantes en bruto, y además tiene un potencial cliente interesado en ello.

Los Sadfie también apuestan en grande. Convierten al film, de la mano de una actuación magistral de Adam Sandler, en una reflexión sobre el destino de un hombre narrado en forma de una carrera de obstáculos donde el corredor se lleva todo por delante. La película arranca y ya no puede parar. La vida de Howard tampoco. Inconscientemente, apuesta tras apuesta, consumiendo droga permanentemente, está apostando su propia vida. El que a hierro mata, a hierro muere. Nadie puede huir permanentemente de las consecuencias de sus actos. Nadie es capaz de escapar a su destino.

martes, 28 de julio de 2020

EL GRAN IMPOSTOR (2014) de Philippe Martin


CINE EN NETFLIX

Cutter (John Travolta) es un convicto falsificador de cuadros que está cumpliendo una pena en prisión. Tiene un hijo que ha sido abandonado por su madre al poco tiempo de nacer. Ello ha provocado que el niño haya sido criado y esté al cuidado de su abuelo Joseph, el gran Christopher Plummer. Ahora su hijo de 14 años y está enfermo de leucemia con riesgo de muerte.  Por tal motivo, Raymond consigue salir en libertad condicional.
Lejos de transformarse en un drama, el film cuenta la historia a través de la aventura de un padre que descubre en su hijo enfermo a un adolescente que se está volviendo un hombre, y elige acompañarlo en ese trayecto tan especial de su vida, incluyendo un re encuentro familiar con su madre. El drama se licua reemplazado por una comedia ligera, y el film gana no solo en emoción, sino, sobre todo, en entretenimiento, transformándose en una simpática tragicomedia sobre las dificultades que plantea la vida a un hombre fuera de la ley cuando tiene que hacerse cargo de una familia un tanto heterogénea.
Con dos grandes actuaciones de sus protagonistas principales, el film sale adelante con una serie de cambio de registros que da lugar a una comedia episódica. Nada en la vida es gratis. Para seguir sobreviviendo, Raymond Cutter (John Travolta), deberá robar un famoso cuadro de Monet y reemplazar el original de un museo neoyorkino por una copia de su autoría, lo cual lleva al film en una zona difícil de definir pero genéricamente podríamos decir que estamos ante una tragicomedia muy entretenida.

STRANGE WEATHER (2016) de Katherine Diekmann

Holly Hunter es una madre cuyo hijo se ha suicidado tras fracasar en sus estudios. En un esfuerzo por lidiar con el dolor, descubre que la tesis rechazada se ha convertido, en manos de un tercero, en el negocio más exitoso de las comidas rápidas. Su necesidad de revancha la lleva al  sur más profundo con la idea de saldar la cuenta con quien cree que le ha robado la idea a su hijo.
No obstante ello, el film está tratando de otra cosa. Es aquella cuestión de realizarse a través de los hijos. Darcy Bailor, el personaje de Hunter, es el de una mujer frustrada que no ha podido rehacer su vida después de la muerte de su hijo, pero tampoco ella ha alcanzado sus ideales de juventud. Junto a sus amigas,  en reuniones donde priva el alcohol y las drogas, Darcy deja ver sus frustraciones más íntimas tratando de culpar a los demás de sus frustraciones más allá de hacerse cargo de si misma.
La película adquiere la forma de una road movie que no solo tiene como propósito el viaje hacia la costa en busca de una verdad sobre la muerte de su hijo, sino que muestra ese devenir permanente, una especie de deambular en busca de una verdad que no está afuera sino en el interior de si misma.
Sin duda, la actuación de Holly Hunter es uno de los puntales del film. El otro el tema, siempre actual, de la búsqueda de uno mismo.

ORACIÓN PARA LA LLUVIA de Alex Ranarivelo

Emma Gardner (Annabella Stephenson) es una periodista que trabaja en Nueva york cuando su madre (Jane Seymour) le avisa que su padre, un granjero, ha fallecido en California. Emma, después de las exequias, comienza a investigar ciertas dudas que le permiten levantar sospechas sobre una muerte que ahora ya no le parece natural.
Tratada como una especie del film noir al aire libre, deja vagos recuerdos de Barrio Chino, solo que el film carece de la maestría de Polanski que nos hace ir para un lado cuando la verdad estaba en el otro. Este es un film lineal, derechito y conciso  cuya mayor ambición es contar una historia lo más linealmente posible y llegar a buen puerto. Obviamente, lo consigue.
El film se deja ver aunque su propuesta resulte un poco anacrónica en el sentido que parece difícil de creer que maten a un granjero por una parcela de tierra cuando en realidad la sequía impera en California y está ligada íntimamente al cambio climático y el recalentamiento global.

martes, 21 de julio de 2020

Lindsay Anderson (1923 - 1994)


-       “Luchar significa compromiso, significa creer lo que dices y decir lo que crees. También significará ser llamado sentimental, irresponsable, farisaico, extremista y anticuado por aquellos que equiparan la madurez con el escepticismo, el arte con la diversión y la responsabilidad con el exceso romanticismo. Y debe haber un nuevo tipo de intelectual y artista, que no tenga miedo ni desprecio de sus semejantes.” (L.A.)

Fue un cineasta y director de teatro. Fue también crítico de cine y teatro, más tarde se convirtió en director de cine. También fue   guionista, productor, actor y realizador de televisión. Formó parte del trio revolucionario que creo el movimiento cinematográfico conocido como Free Cinema Inglés durante la década del ´60.

Nacido el 17 de abril de 1923 en Bangalore, Reino de Mysore, India Británica, fue hijo de un oficial de la armada, tuvo su educación en la escuela Saint Ronan’s School en Worthing, Sussex Occidental, en el Cheltenham College y en Oxford University. En 1947, mientras estudiaba letras en la Universidad de Oxford, cofundó la revista de cine Sequence que se publicó hasta 1951.  Más tarde, comenzó a escribir para la afamada Sight and Sound, y otras publicaciones. Entre sus mejores artículos publicados en 1956, tuvo una repercusión inusual ‘Stand Up, Stand Up’ ya que cuestionó duramente la supuesta búsqueda de objetividad y la falta de compromiso político pretendidos por los críticos cinematográficos de su tiempo.
Con Gabin Lambert y Karel Reisz, fundaron la revista de cine Sequence (1947-1952). Desde ese momento se dio el gusto de escribir lo que significaba el cine en su vida. Con sus ideas, escritos y ensayos, no tardó en ser un destacado crítico. El espíritu de la revista reflejaba las miradas del cine de vanguardia estadounidense y enunciaba su preocupación por la ignorancia de los problemas sociales en el cine, que según su criterio, no estaban enfocados. Llamó a la reflexión.

En 1948, Anderson comenzó a dirigir cine realizando documentales para una empresa industrial. Se convirtió en documentalista en la década de 1950. En 1955 ganó un Premio de la Academia por su corto documental Los Niños del Jueves. En 1956, bajo el nombre de Free Cinema, comenzó a generar un movimiento renovador  del cine británico inspirado en la obra de John Osborne Look Back in Anger (Recordando con Ira). Este movimiento desafió las imágenes conformistas de la vida británica con una serie de dramas y documentales retratando temas poco vistos en la pantalla. Anderson y los otros miembros del movimiento (Karel Reisz y Tony Richardson) se aliaron con políticos de la izquierda, tomando sus temas de los problemas cotidianos de la vida urbana contemporánea de la clase trabajadora como fuente de inspiración para generar un cambio.

El primer largometraje de Anderson fue El Llanto del Ídolo (This Sporting Life, 1963), adaptado por el escritor inglés David Storey de su propia novela. Trata sobre la vida de un minero que triunfa como jugador profesional de rugby, cuya  filosofía de la vida es siempre aplicar la ley del más fuerte y no permitir que nadie se interponga en su camino hacia el éxito. La película, protagonizada por Richard Harris,  es un clásico del realismo social británico de la década de 1960.

En 1969, If (1968)... ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes, y colocó a su director en el pedestal de los Grandes Maestros. Con “If…”, Anderson comenzaría una trilogía sobre un personaje, Mick Travis, al que sigue  en distintos momentos de su vida.  O Lucky Man!” (1973) y “Britannia Hospital” (1982) completan dicha trilogía.

La trilogía de Mick Travis, interpretado por Malcolm McDowell, encuentra a su personaje en tres momentos diferentes de su vida. Travis es un personaje ficticio que en la primera parte, titulada If.... (1968), es un adolescente que estudia en un internado inglés. La película se convierte en una sátira sobre la falsa disciplina de las instituciones académicas. En la segunda parte, Un Hombre de Suerte (1973), Mick Travis, se convierte en un viajante. Se trata de una road movie de características picarescas. Por último, la tercera parte, Britannia Hospital (1982), es una fantasía influida estéticamente por las películas de terror de la productora Hammer y por las comedias de la franquicia Carry On.

Entre fines de 1974 hasta comienzos de 1882, Anderson estuvo dedicado completamente al teatro y la televisión. Regresó al cine dirigiendo la tercera parte de la trilogía en 1982 con Hospital Britannia, Volvería a dirigir cine en 1987 para realizar Las Ballenas de Agosto (The Whales of August). Su producción posterior solo incluye películas para televisión y documentales, entre los que destaca Storey’s The March on Russia (1989).
También escribió una serie de documentales cinematográficos tales como Making a Film - The Story of Secret People (1952) y About John Ford (1981). Su trabajo final fue el documental autobiográfico de televisión ¿Eso es todo lo que hay? (1992).
Anderson también dirigió producciones teatrales en el Royal Court, donde dirigió su primera obra en 1957, y otros teatros, estrenando obras tales como: Storey In Celebration (1969), The Contractor (1969), Home (1970) y The Changing Room (1971), la mayoría de las cuales fueron éxitos en Londres.

Analizaremos a continuación sus películas principales. Ver sección COMENTARIOS

sábado, 18 de julio de 2020

MAUDIE (2016) de Aisling Walsh


CINE EN NETFLIX

DE REPENTE… EL SOL

Es el cuarto largometraje de esta directora de cine irlandesa, radicada desde hace muchos años en Londres, donde se ha dedicado a dirigir series para la televisión inglesa.  Este es su cuarto largometraje, el primero que nos llega a través de la pantalla de Netflix, que sorprende en su programación con un film muy interesante, alejado de todo convencionalismo.
Maudie narra la vida de la pintora Maud Lewis, una mujer joven que sufre de artritis deformante y que harta de ser maltratada por su tía, decide irse de su casa para conseguir un trabajo como mucama de un pescador solitario, hosco y malhumorado que vive  sobre la costa. Ella no tiene a nadie porque ha sido abandonado por su familia. Encuentra en Everet Lewis, el pescador, un sitio donde consigue comida y alojamiento a cambio de encargarse de la cocina y la limpieza.
El film relata la construcción de una relación compuesta básicamente por dos soledades que se ira consolidado de a poco en la necesidad del uno por el otro. En la medida que el tiempo pasa, la relación se afianza. La película recorre el camino de un auténtico film de autoestima a través de una historia donde la pobreza y la marginalidad del espacio ponen un límite natural difícil de superar. Ambos personajes son voluntad pura de sobrevivencia.
Maudie ira tomando confianza en sí misma y comenzará a expresarse, primero en su fuero íntimo con Everet,  y luego más abiertamente, lo cual la llevará a pintar las paredes de la cocina comedor que constituye la planta baja de la choza, para continuar pintando las escaleras y el cuarto. De a poco, irá afirmando su vocación de pintora, y comenzará a hacer postales que reflejan la vida de la costa.
Su vecina Sandra, muy bien interpretada por Kari Mattchet, una mujer que vive en Londres pero que pasa los veranos en su casa de la costa, descubrirá circunstancialmente las pinturas y le propondrá primero, comprarle algunas y más tarde, hacer otras por encargo. Maudie, de a poco, ira tomando confianza en si misma, y comenzará a generar un ingreso propio proveniente de sus pequeñas pinturas.
El film nos habla de la autoestima y de la superación personal en un medio inhóspito donde el esfuerzo para poder comer y mantenerse vivo es un objetivo de todos los días. Pero sobretodo, es una parábola sobre la condición femenina. Maudi, al inicio del film, es una mujer sometida pero cuando abandona la casa de su Tía, comienza un viaje sin retorno hacia la liberación de si misma. Es también la historia de alguien que tiene una gran voluntad, una alta confianza en sí misma, mucho respeto hacia los demás, conciencia del trabajo y una enorme dosis de querer salir adelante.
En ese sentido, Maudie encarna la idea de la liberación femenina cuando comienza a vender sus cuadros. Incluso pasará de una condición servil a la de ser el sustento del hogar toda vez que con sus ingresos logra mantener los gastos de la casa cuando la pesca de Everet no es buena.
Ambos son personas realistas que saben ponerle el cuerpo a la vida. Son dos desamparados que se encuentran por casualidad y que apoyándose uno con el otro, con un inmenso respeto de por medio, saben que unidos tienen más probabilidad de ganarle a la vida que de encontrar la muerte.
El trabajo de Aisling Walsh como directora es impecable. Cuenta con un guión y un objetivo sólido. El dúo de actores se encargará del resto. Podría criticársele que en algunos momentos de la película, particularmente al principio, carga demasiado las tintas. Pero esa idea se va diluyendo cuando muestra la soledad, la austeridad y la autenticidad de los protagonistas y el medio que los rodea, dando lugar a que aparezcan dos enormes personajes con una fuerza de voluntad extraordinaria. Cuenta para ello con actores totalmente consustanciados con sus personajes como son Sally Hawkins y Ethan Hawke.
Los rubros técnicos y la puesta en escena son coadyuvan al logro del film.

sábado, 11 de julio de 2020

KAREL REISZ (1926 – 2002)


FREE CINEMA INGLES


Nacido en Ostrava, Checoslovaquia, fue  un artista inquieto e imaginativo. También un renovador, un luchador y un director fundamental de la evolución del cine europeo moderno al formar parte del grupo de directores que conformaron el Free Cinema Inglés en los años sesenta.
En 1938, a la edad de doce años, huyó de Checoslovaquia en un célebre tren repleto de niños, fletado por familias perseguidas, que pudieron escapar en el último minuto de la paz antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Karel logró llegar a Inglaterra, donde se instaló. No obstante, muy joven, quiso participar de la contienda y se enroló como piloto de combate en la Sección Checa de la RAF, las fuerzas aéreas británicas. Sus padres murieron en los campos de concentración nazis.
Acabada la guerra, compró una cámara Arri y comenzó a desarrollar cine documental. Su objetivo era luchar con armas diferentes. Reisz usaría la cámara en lugar del fusil. Concomitantemente, aprendía el manejo de la moviola y de esta manera tomaba experiencia en el manejo del montaje cinematográfico. Esta disciplina fue su primera especialidad. En 1953, su pasión por la edición lo llevó a escribir un libro: La Técnica del Montaje, una obre teórica y didáctica sobre el armado del filme.  Su influencia en el cine comenzó a ser importante. Sus ideas políticas siempre estuvieron en contra de la posición conservadora. En la práctica, siempre fue contrario a las rutinas. Le gustaba el desafío y la innovación. En los años ´50 comenzó a ser conocido en el cine británico.
No obstante estudiar Química en la Universidad de Cambridge, su vocación era el cine. Consecuencia de ello, comenzó a trabajar en las redacciones de las revistas Sequence, centro teórico del Free Cinema (que llegó a dirigir), y Sight and Sound, desde cuyas páginas escribió sobre teoría y crítica de cine. Más tarde, se especializó en producción y filmación de documentales. Su pasión era la filmación cámara en mano. Un verdadero documentalista. Paradójicamente, siempre tuvo a su disposición a los más importantes actores de su época.
En 1952 Reisz fue nombrado director de programación del National Film Theatre (la cinemateca de Londres).En 1956 codirigió, con Tony Richardson, el cortometraje "Momma Don´t Allow", que se convertiría en el manifiesto del Free Cinema. Richardson y Lindsay Anderson fueron sus compañeros de ruta. Con ellos abrió el camino al movimiento denominado Free Cinema. Reisz y Richardson también trabajaron en otra historia sobre un club de jazz del norte de Londres, un documental de 52 minutos que recogía la vida de la juventud londinense de la clase obrera. Fue patrocinado por la Ford Motor Company. Ese documental se llamó We Are The Lambeth Boys (1958).  Durante aquellos dos años, Reisz dirigió una serie de avisos comerciales para la Ford, y al inicio de los años sesenta estrenó su primera ficción.
La obra fundacional del Free Cinema fue “Sábado Noche, Domingo por la Mañana”, con la actuación de Albert Finney, un gran actor teatral que abandonó el escenario para producir e interpretar esta película que llevaba la semilla del gran cambio en el cine británico.
Dentro de ese movimiento realizó “Al Caer la Noche” (Night Must Fall, 1964), también con Finney, Mona Washbourne y Susan Hamshire,  y “Morgan, un Caso Clínico” (1966), con Vanessa Redgrave y David Warner. La obra británica de Reisz se cerró con una gran producción: “Isadora” (1968), también con Redgrave en el papel principal. El corte final del film quedó en mano de sus productores quienes quitaron 40 minutos del metraje original. A pesar de ello, la película se trasformó en un gran éxito de público y le abrió las puertas del cine de Hollywood.
Mudado a los Estados Unidos, trabajó en forma constante, respetando los condicionamientos de los Estudios, donde tuvo la oportunidad de trabajar con los actores que quiso, algunos de ellos, grandes líderes de la taquilla. Durante su carrera americana realizó “El Jugador” (1974), protagonizada por James Caan en el rol de un profesor universitarios que tiene graves problemas por su adicción a juego; “Nieve que Mata” (1978), con Nick Nolte y Tuesday Weld, donde el primero interpreta a Ray Hicks, un veterano de Vietnam, engañado por su amigo John Converse (Michael Moriarty) un contrabandista de heroína, que termina traicionándolo y robándole su esposa.  Comercialmente, el film no tuvo el éxito esperado.  En “La Mujer del Teniente Francés” (1981), Meryl Streep y Jeremy Irons, son una pareja de actores casados que interpretan a una pareja enamorada de la época victoriana. Pronto comienzan a sentir que la ficción se entrelaza con la realidad a través de la relación paralela de sus personajes. Este melodrama cerró su carrera hollywoodense.
De vuelta en Londres, en 1985, filmó “Dulces Sueños” con Jessica Lange y Ed Harris. El film es la historia de Patsy Cline, la cantante de música country de voz aterciopelada que murió en un trágico accidente aéreo en el apogeo de su fama. Su carrera finalizara en 1990 con el film “Todo el Mundo Gana”, con Debra Winger y Nick Nolte, donde Debra Winger contrata a un detective privado (Nolte) para demostrar que un adolescente que se encuentra en prisión acusado de asesinato es inocente. Su investigación descubre una veta de profunda corrupción en la ciudad de Connecticut y descubre que la mujer no es todo lo que pretende ser.
Reisz fue conocido por ser uno de los cuatro impulsores del “Free Cinema Inglés” en la década del 50. Su revolución arremetió frontalmente contra lo académico, la actitud “metropolitana" y el aburguesamiento del cine inglés de posguerra. Reisz romperá como director con las formas tradicionales del cine británico, pero además pondrá especial interés en el montaje, demostrando que era posible no sólo un cambio substancial, sino también estructural. Su cine están poblados por personajes que reflejan una permanentemente dualidad que alude no solamente a quien se es, sino a quien parece ser.

De su filmografía, analizaremos Sábado a la Noche, Domingo a la Mañana  (1960), la primera y una de las mejores películas de éste movimiento, Al Caer la Noche (1964) y Morgan, Un Caso Clínico (1966). Ver Sección COMENTARIOS

domingo, 5 de julio de 2020

EL FREE CINEMA INGLES


-       “Ninguna película puede ser demasiado personal. La imagen habla. El sonido la amplifica y comenta. El tamaño es irrelevante. La perfección no es un objetivo. Actitud significa estilo. Estilo significa actitud”.

      Manifiesto del Free Cinema, Mayo de 1957. Firmado por: Lorenza Mazzetti, Lindsay Anderson, Karel Reisz y Tony Richardson…

A partir de los años cincuenta surgieron las “nuevas olas” cinematográficas en toda Europa y en el mundo cuyos objetivos eran desarrollar ideas, relacionadas con la aplicación de nuevas formas de expresión, rompiendo con la narración clásica del modelo de Hollywood (individuos psicológicamente definidos, que luchan por resolver un problema, que responden a objetivos indudables y específicos. El argumento suele basarse en un romance heterosexual, la línea principal de la historia presenta obstáculos y un clímax. La estructura narrativa consta de un esquema donde 1) se presentan los personajes y sus objetivos, 2) el protagonista realiza acciones para llegar a ellos y 3) Desenlace de las acciones.

La idea no era una ruptura total con Hollywood; se trataba más bien de un desafío, una trasformación de los modos de producción y financiación de las películas, así como también la forma de contarlas. Querían desarrollar una alternativa, para generar un movimiento artístico, concentrado en lo cinematográfico que, durante una década, desde 1956 a 1966, intentara la renovación y evolución del cine inglés. No es un fenómeno aislado, ocurre concomitantemente con otros movimientos, en otros países, tales como Francia e Italia, e incluso, los Estados Unidos. El cine ya no volvería a ser el mismo. Sus horizontes se ampliaron y las historias narradas se volvieron más reales.

El caso inglés fue liderado por un grupo de jóvenes cineastas que querían mostrar sus trabajos públicamente. Lo lograron en febrero de 1956 en el Soho de Londres. La muestra abarco cortos y mediometrajes. Jay Clayton fue considerado el precursor del movimiento cuando realizó Un Lugar en la Cumbre (1958), pero su alma máter fue el cuarteto formado por Lindsay Anderson, Tony Richardson,  Karel Reisz y Lorenza Mazetti. Este grupo se dio en llamar The Angry Young Man (Los Jóvenes Enojados).  Ellos serían los líderes de ese movimiento cuando sus largometrajes comenzaron a ganar espacio no solo en Inglaterra sino en todo el mundo.

Estilísticamente, el movimiento se basó en la tradición documentalista británica, que data desde los orígenes mismos del cine. No obstante ello, les interesaba más expresarse que informar. Y aunque defendieron la primacía de personajes, situaciones y ambientes inmersos en la realidad británica de aquel momento, el free cinema encontró gran parte de su inspiración en el trabajo de algunos jóvenes escritores que aportaban sus trabajos literarios para transformarlos en nuevos guiones de películas que trataban cuestiones vigentes.

El inconformismo respecto al cine de los grandes estudios comienza a percibirse desde la crítica cinematográfica y el cortometraje al igual que lo que sucedía en Francia.  El Free Cinema fue empujado desde la revista Sequence, una publicación universitaria de Oxford, donde solían escribir Anderson y Reisz. Desde esas páginas criticaban el estilo académico, la falta de realismo, de calle,  de asumir problemáticas sociales, tales como las que atravesaban los obreros mineros e industriales. En consecuencia, se comprometían a realizar un cine que asumiendo compromiso social, saliera a la calle con total libertad para retratar la vida de los hombres y mujeres pertenecientes a la clase obrera.

Este cine asumió desde un principio características de tendencia realista, con bajos presupuestos pero capaces de reflejar la realidad social. Proponían que el aspecto de sus películas fuera autentico, se sintiera espontáneo, con personajes que representaran al obrero, utilizando decorados reales, con tramas que ocurrían en ciudades pequeñas e industriales, mostrando a sus habitantes en situaciones inherentes a su trabajo y estilo de vida. Los temas giraban en torno de los problemas de la sociedad contemporánea y su relación con el individuo, donde se destaca la crueldad como síntoma de la conducta social.

El free cinema fue un cine muy relacionado a otros movimientos culturales de renovación de la sociedad inglesa. El tratamiento de la cuestión social será uno de sus componentes importantes. Un segundo factor, es la renovación temática: la condición del proletariado; los barrios industriales; el vocabulario popular; los problemas de la gente común.

La base literaria toma tanta relevancia como lo cinematográfico  dado que la línea narrativa y argumental exige ser más explícita. Destacan en ello escritores como John Osborne, Colin Wilson o Allan Sillito.

Una diferencia con la Novelle Vague es que este nuevo cine inglés retrata ambientes y personajes donde la puesta en escena adquiere un valor más funcional que expresivo. La renovación se basa más en la mirada personal sobre una sociedad cuya extracción social no es la burguesía que habita por los films de Godard, Chabrol o Romhmer.

El catálogo del primer programa del Free Cinema Programme en la National Film Theatre en febrero de 1956 estaba compuesto por: O Dreamland (Lindsay Anderson), Momma Don’t Allow (Karel Reisz) y Together (Lorenza Mazzetti). El evento fue considerado como un “desafío a la ortodoxia”.

Causó cierto revuelo. Les llamaron “la esperanza blanca”, “los rebeldes”, incluso, “una empresa seria y prometedora”… El público fue amplio y entusiasta. Y en gran medida, como resultado de esta respuesta favorable, el asunto se convirtió en un movimiento. Tres años después, al terminar “El Sexto Programa”, el grupo decide dar por finalizado el movimiento dado que lo realizado ha servido y acabado su propósito. Así que este será el último Free Cinema.

No obstante ello, puede afirmarse que el impulso de estos cineastas tuvo continuidad en la cultura de la década siguiente. El Free Cinema abrió un camino en plena crisis social de la política de Margaret Thatcher. Reaparece para ofrecernos su visión de los nuevos problemas que no dejan de ser problemas similares a los anteriores: huelgas, reconversiones, inmigraciones ilegales…, temas que asumieron nuevos directores como Ken Loach, Mike Leigh o Stephen Frears.

Artistas y películas del Free Cinema 

Lindsay Anderson (1923-1994) Sus trabajos críticos en la revista Sequence dieron algunos textos básicos del movimiento. Dirige tanto cine - cortos, documentales, largometrajes - como teatro, e incluso hizo incursiones, ocasionalmente, como actor. Autor de numerosos cortos, entre sus largometrajes están: El Llanto del Ídolo, If… (1968), (Palma de oro en Cannes) y Un Hombre con Suerte.

Karel Reisz (1926 - 2002), Checoslovaquia. Escribió regularmente en revistas de cine, y publicó una famosa Teoría del Montaje Cinematográfico. También dirigió teatro, siendo director del National Film Theatre  donde se exhibe por primera vez un programa del Free Cinema. Realizó documentales y entre sus largometrajes cabe citar: Sábado Noche, Domingo Mañana (1960), Al Caer la Noche (1964), Morgan, Un Caso Clínico (1966), Isadora (1968), El Jugador (1974), Dog Soldiers (1978), La Mujer del Teniente (1981), Francés (1985) y Todo el Mundo Gana (1990).

Tony Richardson (1928-1991). También director teatral, exhibe sus primeras obras cinematográficas en los programas iniciales del Free Cinema. Algunas obras: Recordando con Ira (1959), El Animador (1960), Sabor a Miel (1961) La Soledad del Corredor de Fondo (El Mundo Frente a Mi (1962). Su consagración internacional llega al ganar 4 Oscars con Tom Jones en 1963.

Lorenza Mazzetti (1927 – 2020) Nació el 26 de julio de 1927 en Roma, Lazio, Italia. Fue directora y escritora, conocida por Together (1956), La Italiana y el Amor (1961) y Los Cautivos Vamos al Paraíso (1959).

Richard Lester (1932) - Nacido en Filadelfia, realiza su trabajo en Inglaterra. Su cine combina el humor inglés y el disparate norteamericano, sin olvidar aspectos de crítica social. Su película Anochecer de un Día Agitado se sitúa en los márgenes del Free Cinema. Narrada como un documental, nos cuenta 24 horas en la vida de los Beatles. Es la primera incursión del grupo en el cine y fue reestrenada, con honores, en 2007. Con esta película Richard Lester marca una inflexión en el cine británico y marca la génesis de un nuevo cine denominado pop.