SOLEDAD Y DESEPERACIÓN
Después de 12 años de su estreno, anoche volví a ver por Netflix este film de Eastwood que en aquel momento, en su primera visión, no me había gustado, incluso, debo reconocer que con el paso del tiempo se había constituido en la única película del director que me había parecido un paso en falso, un film hecho solo para el lucimiento de su actriz, Angelina Jolie, que en el rol de una madre que ha perdido literalmente a su hijo, hace todos los esfuerzos que están a su alcance para recuperarlo. Un film que rozaba lo demagógico y que solo servía para colocar a la estrella en el camino de la estatuilla dorada.
Qué equivocado estaba!
Muy lejos de aquella visión, ahora el film me pareció todo
lo contrario, otra de las grandes obras maestras de su director. Changeling,
lejos del suspenso o la acción, es una visión crítica de la labor policial y de
la justicia, una reflexión sobre la soledad del ciudadano ante el autoritarismo
policial y la deshumanización del sistema legal.
El largo derrotero de una madre en busca de su hijo es el
hilo conductor del film, pero su sustancia se encuentra en la falta de
entendimiento y la falla de un accionar policial, seguida de un accionar
judicial carente de rigurosidad. El film es la descripción de un aparato
básicamente represivo, resultadista y corrupto que dista mucho de considerar el
simple factor humano. La búsqueda policial del niño se vuelve así un hecho
deshumanizado que no admite ninguna clase de sentimiento y mucho menos opera como un sistema de
contención social. El rol de la maternidad queda aislado y desamparado de la
sociedad. La policía nunca busca a un
niño sino simplemente un desaparecido.
Pero no conforme con esa mirada, el notable guion de J. Michael Straczynki (un
muy buen guionista de larga trayectoria en varias series exitosas de
televisión), ante la aparición de un sospechoso, deriva el relato hacia el
accionar de la justicia, poniendo en tela de juicio la veracidad de sus fallos.
La justicia americana de los años ´30 se describe como un
aparato retrogrado y clasista que en ningún momento opera como un órgano
coherente en busca de la verdad sino como un aparato represivo que busca dar
señales a una sociedad en aquel momento en decadencia. Sus fallos no importan
como tales sino como simples señales cuyo objetivo es encuadrar dentro de la
ley a la ciudadanía sin importar el cómo. La pena de muerte como máxima condena
muestra su inoperancia social como modelador de una sociedad que pretende ser
justa y democrática.
Eastwood cuenta con puntillosa brillantez narrativa ambos
procederes, describiendo sus debilidades y mostrando la orfandad del ciudadano
común frente al accionar policial y la
falta de justicia real. Dividido en dos partes, en la primera se concentra en
la búsqueda del niño, la carencia de una acción solidaria, mostrando la
orfandad de una madre cuya soledad roza la desesperación. La segunda
parte del film se transforma en un clásico film judicial donde a través de la
descripción del proceso Eastwood muestra toda su destreza y maestría narrativa.
El film, en su objetividad, destila el humanismo que caracteriza la mayor parte
de la filmografía de su autor.
Así, Changeling, puede disfrutarse no solo como un film
entretenido, por otra parte característica de su autor, sino también como una
película profunda que describe una época
dura, carente de un accionar policial seguro y de una justicia cuya
imparcialidad desprotegía al ciudadano. La actuación de Angelina Jolie es más
que destacable, haciendo sentir la desesperación de una mujer, madre de un niño
desaparecido. Los rubros técnicos, especialmente la fotografía, con su lentos
paneos de cámara, muestran también la maestría narrativa de su autor. La música
escrita por el propio Eastwood, subraya delicada y significativamente el
ambiente de soledad intima en que se desenvuelve su personaje principal y que también
desarrolla el film.
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