VIEJO PERO NO OBSOLETO
Más allá del negocio de alargar el
éxito de películas de súper acción muy taquilleras, el cine tiene la capacidad
de expresar cada momento que el mundo atraviesa, y lo expresa de diferentes
maneras y con diferentes sucesos. No hay duda que el cine, y en
particular el cine americano, también abarca una visión de una enorme bastedad
que ha ido desde la propaganda de un modelo de vida a la crítica más acida y
profunda de su propia sociedad y sus gobiernos.
Cientos de
películas exaltaron "el american way of life", publicitando la época de la abundancia y de
la prosperidad mostrando una y otra
vez los iconos de dicha prosperidad: teléfonos blancos, tirar el conito de helado al
cesto, tomar un taxi por tres cuadras, y muchos más. Los americanos no temen
hablar de su historia, ni tampoco de lo que les está pasando. El cine americano
no elude el bulto, le va de frente. Y así surgieron tanto las comedias rosas
que representan al modelo, desde aquella más lejanas de Katherine Hepburn hasta
las más actuales de Julia Roberts, tanto como películas sumamente críticas de
la realidad. Filmes como Nido de Ratas, El Graduado, Todos los Hombres el
Presidente, Apocalipsis Now, Buenos Noche, Buena Suerte, y la más reciente El
Francotirador hablan muy libremente de los problemas sociales y políticos de
una sociedad que vive y lidera los cambios en el mundo.
Cada época
ha tenido sus exponentes sus agentes de propaganda, sus pronosticadores y sus
alertas de un peligro inminente. En los años ´60, las películas de espionaje,
han referido, informado y creado opinión sobre la guerra fría y sobre la
fragilidad de los valores de la libertad. Películas de espías como James Bond,
El Agente de Cipol, el Agente Harry Palmer, la serie de Misión Imposible se han
inspirado en dichos eventos y de alguna manera los han retratado. El cine de
los ´80 comienza a mostrar la crisis de la sociedad pos industrial y la
desocupación comienza a ser tema de los films como aquella comedia inglesa de
los strippers ingleses (The Full Monty). En los 90, tras la caída del muro de
Berlín, el cine muestra un a libertad inusitada. Hay un cambio generacional muy
grande, un tremendo desenfado, en la comedia se impone lo chabacano (el cine de
los Hermanos Farrelly, Sex and the City, etc.) especialmente en la comedia
americana. Y después del 11 de setiembre
de 2001 la obsesión del cine americano ha sido contribuir a crear consciencia sobre
el problema de sociedades armadas y del terrorismo en general. Y sobre todo,
la instalación de la sospecha de
traición Esos temas aparecen en series como 24, Homeland, la película israelí
Belén, la estupenda "Zero Dark Thirty", Fahrenheit 911. El cine se
recicla. Ahora es el momento de la amenaza cibernética sobre los sistema de
seguridad y la traición. Terminator Génesis, une ambos elementos.
Es difícil
comentar este producto que se recicla a sí mismo. La serie parecía terminada. La
carrera politica del gobernador de California, el Sr. Schwarzenegger, parecía
haberle puesto un punto final a su carrera de actor. Pero finalizado a su
mandato, Schwarzenegger ha vuelto a las pantallas, y parece que lo ha convencido
a John Cameron que valía la pena resucitar al androide, dado que, con mucho
humor, se considera a sí mismo
"viejo pero no obsoleto". Obviamente, el film es una película más de
la serie y Arnold continua siendo el héroe de súper acción de siempre. Asi que
los guionistas se la han ingeniado para buscarle una nueva vuelta de tuerca que
genere algún interés y enganché al espectador.
En lo que a
mí respecta, siempre encontré fascinante al Terminator. La idea de que se trata de un androide que
viaja en el tiempo para asegurar la vida de alguien que será un líder del futuro
me resulta interesante y se emparenta con algunos momentos felices de mi niñez
y adolescencia cuando leía La Máquina
del Tiempo de D.H. Wells, o veía en la tv la serie de "El Túnel del Tiempo",
o más tarde, la serie de films de Robert Zemekis "Back To The Future".
Además, lleva implícita la idea de un
mundo híper tecnologizado manejado por androides, cuyos antecedentes ya estaban
R2-D2 y C3PO en La Guerra de las
Galaxias a mediados de los ´70, aunque constituían una pareja más risueña y
divertida.
Si en la primera de la serie Cameron hacia su presentación
en la pantalla, y la película seguía los patrones clásicos del cine de terror
aunque presentaba uno de los primeros villanos indestructibles, es en la
segunda entrega cuando la serie comienza a alcanzar dimensión de clásico, con
una diversidad de efectos especiales de ultisima generación que hacían entusiasmar
a los amantes del cine de súper acción, a la par que Cameron comenzaba a
mostrarse que estaba para cosas mayores. Es cierto también que la tercera
entrega de la serie pasó sin pena ni gloria, y esta cuarta entrega tiene muy
poco para el festejo. No obstante ello, la película es digna.
Dirigida
por Michael Taylor, proveniente de la televisión y con muchas series y
telefilms en su haber, encuentra su mayor obstáculo en las complejidades
narrativas que el guión presenta . La película no es lineal. Se desarrolla en
el futuro, que ya es hoy, y la acción va y vuelve hacia el pasado en varias oportunidades,
y en tiempos distintos, haciendo complejo al argumento. Lo vuelve algo confuso
y el director Taylor no muestra mucha capacidad para simplificarlo o aclararlo
en imágenes.
El nuevo mundo
que presenta esta está absolutamente dominado Skynet, una inteligencia
artificial que domina el ejercito de las
maquinas, y que está por lanzar al mercado Génesis, un sistema bastante similar
a la que ya tenemos en nuestra propia realidad repleta de computadores y teléfonos
celulares que nos permiten estar on line durante todo el día y ser capaces de
identificarnos y localizarnos con mayor precisión que el Big Brother. La cuestión
es que en ese mundo de máquinas y computadoras totalmente agresivas, John
Connor, otrora el héroe, líder de la resistencia ahora a sido dominado por las maquinas , lo
han transformado en una androide casi invencible, generando un cuasi tragedia
griega inspirada en Medea en la que Sarah Connor termina siendo la heroína absoluta del film seguramente con
intenciones de realizar una futura entrega.
Concluyamos
que Terminator Genesis no es la mejor de la serie ni pretende serlo. Pero si es
un film entretenido con acción a raudales, tal vez demasiada, y que en varias
ocasiones dicha acción se superpone con dramatizaciones donde prima la sospecha
, otorgándole dosis adicionales de suspenso e interés, pero entorpeciendo el
desarrollo de la trama.