sábado, 21 de noviembre de 2015

TERMINATOR GENESIS de Alan Taylor


VIEJO PERO NO OBSOLETO

Más allá del negocio de alargar el éxito de películas de súper acción muy taquilleras, el cine tiene la capacidad de expresar cada momento que el mundo atraviesa, y lo expresa de diferentes maneras y con diferentes sucesos.  No hay duda que el cine, y en particular el cine americano, también abarca una visión de una enorme bastedad que ha ido desde la propaganda de un modelo de vida a la crítica más acida y profunda de su propia sociedad y sus gobiernos.

Cientos de películas exaltaron "el american way of life",  publicitando la época de la abundancia y de la prosperidad  mostrando una y otra vez  los iconos de dicha prosperidad:  teléfonos blancos, tirar el conito de helado al cesto, tomar un taxi por tres cuadras, y muchos más. Los americanos no temen hablar de su historia, ni tampoco de lo que les está pasando. El cine americano no elude el bulto, le va de frente. Y así surgieron tanto las comedias rosas que representan al modelo, desde aquella más lejanas de Katherine Hepburn hasta las más actuales de Julia Roberts, tanto como películas sumamente críticas de la realidad. Filmes como Nido de Ratas, El Graduado, Todos los Hombres el Presidente, Apocalipsis Now, Buenos Noche, Buena Suerte, y la más reciente El Francotirador hablan muy libremente de los problemas sociales y políticos de una sociedad que vive y lidera los cambios en el mundo.

Cada época ha tenido sus exponentes sus agentes de propaganda, sus pronosticadores y sus alertas de un peligro inminente. En los años ´60, las películas de espionaje, han referido, informado y creado opinión sobre la guerra fría y sobre la fragilidad de los valores de la libertad. Películas de espías como James Bond, El Agente de Cipol, el Agente Harry Palmer, la serie de Misión Imposible se han inspirado en dichos eventos y de alguna manera los han retratado. El cine de los ´80 comienza a mostrar la crisis de la sociedad pos industrial y la desocupación comienza a ser tema de los films como aquella comedia inglesa de los strippers ingleses (The Full Monty). En los 90, tras la caída del muro de Berlín, el cine muestra un a libertad inusitada. Hay un cambio generacional muy grande, un tremendo desenfado, en la comedia se impone lo chabacano (el cine de los Hermanos Farrelly, Sex and the City, etc.) especialmente en la comedia americana. Y  después del 11 de setiembre de 2001 la obsesión del cine americano ha sido contribuir a crear consciencia sobre el problema de sociedades armadas y del terrorismo en general. Y sobre todo, la  instalación de la sospecha de traición Esos temas aparecen en series como 24, Homeland, la película israelí Belén, la estupenda "Zero Dark Thirty", Fahrenheit 911. El cine se recicla. Ahora es el momento de la amenaza cibernética sobre los sistema de seguridad y la traición. Terminator Génesis, une ambos elementos. 

Es difícil comentar este producto que se recicla a sí mismo. La serie parecía terminada. La carrera politica del gobernador de California, el Sr. Schwarzenegger, parecía haberle puesto un punto final a su carrera de actor. Pero finalizado a su mandato, Schwarzenegger ha vuelto a las pantallas, y parece que lo ha convencido a John Cameron que valía la pena resucitar al androide, dado que, con mucho humor,  se considera a sí mismo "viejo pero no obsoleto". Obviamente, el film es una película más de la serie y Arnold continua siendo el héroe de súper acción de siempre. Asi que los guionistas se la han ingeniado para buscarle una nueva vuelta de tuerca que genere algún interés y enganché al espectador.

En lo que a mí respecta, siempre encontré fascinante al Terminator.  La idea de que se trata de un androide que viaja en el tiempo para asegurar la vida de alguien que será un líder del futuro me resulta interesante y se emparenta con algunos momentos felices de mi niñez y adolescencia cuando leía  La Máquina del Tiempo de D.H. Wells, o veía en la tv la serie de "El Túnel del Tiempo", o más tarde, la serie de films de Robert Zemekis "Back To The Future". Además, lleva  implícita la idea de un mundo híper tecnologizado manejado por androides, cuyos antecedentes ya estaban R2-D2  y C3PO en La Guerra de las Galaxias a mediados de los ´70, aunque constituían una pareja más risueña y divertida.

 Si en la primera de la serie Cameron hacia su presentación en la pantalla, y la película seguía los patrones clásicos del cine de terror aunque presentaba uno de los primeros villanos indestructibles, es en la segunda entrega cuando la serie comienza a alcanzar dimensión de clásico, con una diversidad de efectos especiales de ultisima generación que hacían entusiasmar a los amantes del cine de súper acción, a la par que Cameron comenzaba a mostrarse que estaba para cosas mayores. Es cierto también que la tercera entrega de la serie pasó sin pena ni gloria, y esta cuarta entrega tiene muy poco para el festejo. No obstante ello, la película es digna.

Dirigida por Michael Taylor, proveniente de la televisión y con muchas series y telefilms en su haber, encuentra su mayor obstáculo en las complejidades narrativas que el guión presenta . La película no es lineal. Se desarrolla en el futuro, que ya es hoy, y la acción va y vuelve hacia el pasado en varias oportunidades, y en tiempos distintos, haciendo complejo al argumento. Lo vuelve algo confuso y el director Taylor no muestra mucha capacidad para simplificarlo o aclararlo en imágenes.

El nuevo mundo que presenta esta está absolutamente dominado Skynet, una inteligencia artificial que domina  el ejercito de las maquinas, y que está por lanzar al mercado Génesis, un sistema bastante similar a la que ya tenemos en nuestra propia realidad repleta de computadores y teléfonos celulares que nos permiten estar on line durante todo el día y ser capaces de identificarnos y localizarnos con mayor precisión que el Big Brother. La cuestión es que en ese mundo de máquinas y computadoras totalmente agresivas, John Connor, otrora el héroe, líder de la resistencia  ahora a sido dominado por las maquinas , lo han transformado en una androide casi invencible, generando un cuasi tragedia griega inspirada en Medea en la que Sarah Connor termina siendo  la heroína absoluta del film seguramente con intenciones de realizar una futura entrega.


Concluyamos que Terminator Genesis no es la mejor de la serie ni pretende serlo. Pero si es un film entretenido con acción a raudales, tal vez demasiada, y que en varias ocasiones dicha acción se superpone con dramatizaciones donde prima la sospecha , otorgándole dosis adicionales de suspenso e interés, pero entorpeciendo el desarrollo de la trama. 

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