domingo, 25 de junio de 2023

FEMMINA de Francesco Costabile

LOS OJOS DE UNA MUJER

Tal como la semana pasada, el cine italiano vuelve a decir presente en la cartelera porteña con un film que sorprende no solo por la calidad del relato sino porque es una propuesta del análisis de la violencia cotidiana que sufre una mujer, vista y analizada desde la visión del propio sexo. Ello no solo le da calidez a la propuesta sino también le permite profundizar en el relato.

El cine de Francesco Costabile se  basa en un monumental trabajo de edición. Fotograma por fotograma, construye la historia donde el primer plano se desgrana en ciento de pequeños movimientos que responden a la construcción de un montaje minucioso que marcan no solo el ritmo sino la línea del relato.

Se trata de llevar una práctica al revés. Generalmente, el cine se ha valido del montaje con el propósito de acelerar el ritmo de la película. Aquí ocurre exactamente todo lo contrario. El ritmo es lento, parsimonioso, sostenido pero nunca pierde su objetivo. El relato no deja de avanzar pintando desde los ojos de su protagonista el drama que encierra su vida.

Femina no deja de ser una película sobre la reivindicación de una mujer ultrajada por la violencia que arrasa en una población dominada por la mafia. Ella encierra un secreto difícil de esclarecer. Necesita una repuesta, y esa respuesta la conseguirá de la misma manera en que la sociedad se expresa, es decir, mediante un acto violento.

Interpretada en el rol central por Lina Siciliano, luce con su convincente actuación de una mujer desesperada que necesita hacer justicia por mano propia porque lisa y llanamente no hay otra justicia que la del poder de la mafia. Es muy interesante el desarrollo de su transformación sacando fuerza de su impotencia

En una película típica de la mafia donde la mujer opera un rol secundario, el rol de Rosa, la mujer en cuestión, es la  hija  de una mujer muerta que cobra protagonismo y que se transforma en el rol central del relato. Rosa se auto percibe como una víctima cuyo destino está marcado y ya no tiene capacidad para transformar su vida. Como consecuencia de ello, se envalentona y se dispone a dar batalla con el propósito de cambiar el estado de las cosas. Decide, nada menos, dejar de lado a su familia y buscar su propia venganza. No queda claro el porqué. Pero tampoco importa. La acción prevalece.

Rosa es la típica protagonista de una tragedia de Shakespeare empujada por la soledad, el silencio, la necesidad de respuesta, y la injusticia. Costabile dirige con pericia y equilibrio un relato difícil que no pierde el punto de vista, acompañado de una luz y una fotografía que siempre contribuyen a la atmosfera de intriga que sostiene el relato.

Femmina es un film diferente dentro de su género. Primero porque raramente un film sobre la mafia tiene como principal protagonista una mujer, pero sobre todo, porque no solo revindica con su relato el rol de la mujer sometida sino que los lleva al lugar de la heroína de la película. El espectador no puede permanecer ajeno a ello, y parte de la platea responde con un cálido aplauso.

lunes, 19 de junio de 2023

ASPROMONTE, LA TIERRA DE LOS ULTIMOS de Mimmo Calopresti

LA MEMORIA Y LA NOSTALGIA

Mimmo Calopresti es un director italiano, poco conocido en Argentina, que tiene en su haber una treintena de films. Particularmente, no conocía su obra y creyendo no estar en un error, me temo que sus films no han sido presentados comercialmente en Argentina.

Éste, su última película, datada en 2019, es una aguda reflexión sobre la vida, el terruño, el paso del tiempo, la memoria y sobretodo, la nostalgia, interpretando  sus papeles principales  Marcello Fonte y  Valeria Bruni Tedeschi. La acción del film se sitúa en Reggio, Calabria, en 1951, donde nace un niño, se cría y se vuelve hombre.

El film nos habla sobre la memoria y la nostalgia. La memoria como una función del cerebro que nos permite recordar información sobre nuestro pasado. La nostalgia como un sentimiento de pena por la lejanía, la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o algo querido. La memoria es la que permite retener experiencias pasadas codificando y almacenando información sobre el pasado.

En Aspromonte los pobladores se sublevan reclamando la asistencia de un médico y una ruta que los conecte con los centros más poblados. Los lugareños enfrentan no sólo la situación de pobreza del lugar sino también la corrupción local y la violencia de los tradicionales caudillos de las mafias. Todo está cercado por una gran soledad. Hay en su accionar una especie de contradicción abierta, la de alguien que sabe que debe emigrar para acceder a un mundo mejor, con mayores posibilidades, y por otro, esta esa tierra donde se ha nacido que retiene y no suelta. Simultáneamente, llegará al lugar una maestra de escuela interpretada por Valeria Bruni Tedeschi.

Una impronta neorrealista impregna a la película, que alude a una Italia dividida y postergada después del caos vivido durante la Segunda Guerra. Las consecuencias del desamparo originados por la adhesión de Mussolini al eje alemán postergaron el desarrollo italiano. Los cambios hacia un mejor bienestar no mostraron signos que hicieran soñar un futuro prometedor.

Un acierto de Calopresti es su lenguaje. Siempre narra en forma llana y directa, evitando recargar el film de melancolía como tampoco al personaje, mostrándolo lejano a un sentido trágico de la vida sino dejando que, pese a todas las malarias que viven sus protagonistas, siempre puedan encontrar una salida que les permita soñar una vida más conveniente.

Aspromonte no ofrece mucha novedad ni originalidad, respecto a lo ya visto. No obstante, su diferencia más notable es que este film carece de referencias. Aquí no existen aquellos juegos de cine dentro del cine como las que realizan y forman parte central de las películas de Tornatore y Sorrentino.

Esa ausencia vuelve a la película de Calopresti mucho más real, personal, sin válvula de escape hacia otras direcciones, donde los relatos emergen amortiguados ante el impacto de las carencias cotidianas. La labor de la maestra recién llegada al pueblo desde la Lombardía, las tierras ricas del norte, ofrece a los chicos del pueblo la herramienta de la literatura como vehículo para viajar y soñar sin necesidad de atravesar ni el mar ni las montañas manteniéndolos en un tipo de encierro a cielo abierto que básicamente les permite ser ellos mismos.

El objetivo de Calopresti es ir más allá de los sueños, es decir, vivir el presente aceptando condicionamientos, y hacer lo que se debe hacer para poder alcanzar el futuro. En ello queda claro que no hay lugar para los individualismos, y que más allá de los sueños, el hombre necesita del hombre, es decir, logar vivir en comunidad bajo reglas que se respeten con el propósito de lograr el bienestar general al que todos aspiran.

No obstante, este film habla de memoria, la nostalgia y la melancolía. La memoria alude a las experiencias pasadas. La primera alude a todo aquello necesario para adquirir un conocimiento que nos facilite un futuro. Tiene que ver con el aprendizaje. La segunda, a un cambio, un sentimiento de pena por la lejanía, la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o algo queridos. La tercera, por un estado de ánimo de tristeza y desinterés, causado por cuestiones fiscas o morales, por lo general, de leve importancia.

Calopresti, en este film, nos está hablando de la necesidad de conocer y hacer, y a la vez, de no dejarnos vencer por lo que hemos perdido, y sobre todo, de no perder la esperanza de vivir un poco mejor.

sábado, 10 de junio de 2023

MISANTROPO de Damián Szifrón

 ASESINO SERIAL EN POLICIAL ESTILIZADO

Cuando se recuerda a uno de los ciclos televisivos más admirado de la televisión argentina, siempre se habla de Los Simuladores. Su guionista y director fue Damian Szifron, quien también dejó huella con su primer film: Relatos Salvajes. Ahora da prueba de su capacidad narrativa dirigiendo una típica película de Hollywood, una producción americana que adhiere a los géneros, y sale airosa en un intento de renovación dentro del cine de suspenso.

Su film no solo es entretenido sino que también resulta interesante, sobre todo, en la factura de realización, en lo narrativo. Si bien no reniega de las formulas clásicas, y transita claramente un género (el suspenso),  como también el policial,  resalta una sobriedad narrativa donde nada esta demás adhiriendo a un cine moderno, que apela permanentemente a la síntesis.

El director evita la repetición, el más de los mismo, dando carnadura a sus personajes, logrando así el objetivo de entretener contando simplemente una historia que, de alguna manera, ya hemos visto, que el director radicado en USA aprovecha la oportunidad de mostrar con su capacidad y calidad narrativa. 

Misántropo, cuyo título original es “To Catch a Killer”, implica un sentimiento de desconfianza en la especie humana.  El film recrea la historia de un asesinato en masa, narrando minuciosamente los prolegómenos del suceso, la investigación de los hechos, el costo en vidas humanas, el perfil de los investigadores del caso, y la dilucidación del mismo. El atentado arrojó un daño de 29 muertos y muchos más heridos, sobresaliendo el tamaño de la matanza, el tiempo transcurrido para su dilucidación y el costo de identificación del asesino. El argumento nos habla de la capacidad de maldad del ser humano y del miedo que es capaz de generar.

El director saca partida de los escenarios del crimen al que muestra generalmente desde una altura que empequeñece la escena del crimen pero a su vez ahonda en su misterio. Enfatiza en las escenas aéreas remarcando la distancia entre la lentitud de la investigación y la dilucidación de los hechos ocurridos.

También observa los diferentes caracteres de los personajes principales, debidos a las muy buenas actuaciones de Ben Mendelshon como Geoffrey Lammark (agente especial del FBI), un hombre en el que impera la experiencia a través del sentido de la lógica y Shailene Wodley, como una novata de investigación. El primero representa la experiencia mientras que el segundo la capacidad de observación y el ejemplo. Ella es una mujer inteligente que sabe que nada es mejor que observar el trabajo de ese viejo policía. Entre los dos caracteres aparece la importancia de la dualidad entre la experiencia y la voluntad de aprender, logrando traspasar la maqueta de sus personajes y darles hondura humana mientras trabajan fríamente para dilucidar el caso. La actuación profundiza en la psicología de sus respectivas personalidades, donde reluce la tenacidad de los investigadores.

Szifron se luce en la dirección del film atrapando con suspenso el interés del espectador, describiendo a sus personajes como dos sencillos seres humanos a los que solo separa su edad. Ello contrasta con la frialdad de asesino suelto e inidentificado. El tamaño de la matanza profundiza en la insensibilidad del asesino.

Su principal aporte es su renovación del género, narrando con claridad y síntesis los hechos. Tal como lo hizo en televisión años atrás, el film de Szifrón muestra logros en lo que respecta al uso y manejo del relato que resultan vitales. Los personajes se vuelven míticos en escena luchando por la vida. Por otro lado, deja constancia de la real tragedia humana que provoca el asesinato en masa, logrando un  conjunto audiovisual que nos hace recordar al atentado contra las torres gemelas en NYC, 20 años atrás.

El director también contó con ayuda de dos grandes maestros del cine americano. Se trata del director de fotografía argentino Javier Juliá y del compositor Carter Burwell, un grande que ha musicalizado la mayor parte de la filmografía de los hermanos Cohen.