lunes, 19 de junio de 2023

ASPROMONTE, LA TIERRA DE LOS ULTIMOS de Mimmo Calopresti

LA MEMORIA Y LA NOSTALGIA

Mimmo Calopresti es un director italiano, poco conocido en Argentina, que tiene en su haber una treintena de films. Particularmente, no conocía su obra y creyendo no estar en un error, me temo que sus films no han sido presentados comercialmente en Argentina.

Éste, su última película, datada en 2019, es una aguda reflexión sobre la vida, el terruño, el paso del tiempo, la memoria y sobretodo, la nostalgia, interpretando  sus papeles principales  Marcello Fonte y  Valeria Bruni Tedeschi. La acción del film se sitúa en Reggio, Calabria, en 1951, donde nace un niño, se cría y se vuelve hombre.

El film nos habla sobre la memoria y la nostalgia. La memoria como una función del cerebro que nos permite recordar información sobre nuestro pasado. La nostalgia como un sentimiento de pena por la lejanía, la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o algo querido. La memoria es la que permite retener experiencias pasadas codificando y almacenando información sobre el pasado.

En Aspromonte los pobladores se sublevan reclamando la asistencia de un médico y una ruta que los conecte con los centros más poblados. Los lugareños enfrentan no sólo la situación de pobreza del lugar sino también la corrupción local y la violencia de los tradicionales caudillos de las mafias. Todo está cercado por una gran soledad. Hay en su accionar una especie de contradicción abierta, la de alguien que sabe que debe emigrar para acceder a un mundo mejor, con mayores posibilidades, y por otro, esta esa tierra donde se ha nacido que retiene y no suelta. Simultáneamente, llegará al lugar una maestra de escuela interpretada por Valeria Bruni Tedeschi.

Una impronta neorrealista impregna a la película, que alude a una Italia dividida y postergada después del caos vivido durante la Segunda Guerra. Las consecuencias del desamparo originados por la adhesión de Mussolini al eje alemán postergaron el desarrollo italiano. Los cambios hacia un mejor bienestar no mostraron signos que hicieran soñar un futuro prometedor.

Un acierto de Calopresti es su lenguaje. Siempre narra en forma llana y directa, evitando recargar el film de melancolía como tampoco al personaje, mostrándolo lejano a un sentido trágico de la vida sino dejando que, pese a todas las malarias que viven sus protagonistas, siempre puedan encontrar una salida que les permita soñar una vida más conveniente.

Aspromonte no ofrece mucha novedad ni originalidad, respecto a lo ya visto. No obstante, su diferencia más notable es que este film carece de referencias. Aquí no existen aquellos juegos de cine dentro del cine como las que realizan y forman parte central de las películas de Tornatore y Sorrentino.

Esa ausencia vuelve a la película de Calopresti mucho más real, personal, sin válvula de escape hacia otras direcciones, donde los relatos emergen amortiguados ante el impacto de las carencias cotidianas. La labor de la maestra recién llegada al pueblo desde la Lombardía, las tierras ricas del norte, ofrece a los chicos del pueblo la herramienta de la literatura como vehículo para viajar y soñar sin necesidad de atravesar ni el mar ni las montañas manteniéndolos en un tipo de encierro a cielo abierto que básicamente les permite ser ellos mismos.

El objetivo de Calopresti es ir más allá de los sueños, es decir, vivir el presente aceptando condicionamientos, y hacer lo que se debe hacer para poder alcanzar el futuro. En ello queda claro que no hay lugar para los individualismos, y que más allá de los sueños, el hombre necesita del hombre, es decir, logar vivir en comunidad bajo reglas que se respeten con el propósito de lograr el bienestar general al que todos aspiran.

No obstante, este film habla de memoria, la nostalgia y la melancolía. La memoria alude a las experiencias pasadas. La primera alude a todo aquello necesario para adquirir un conocimiento que nos facilite un futuro. Tiene que ver con el aprendizaje. La segunda, a un cambio, un sentimiento de pena por la lejanía, la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o algo queridos. La tercera, por un estado de ánimo de tristeza y desinterés, causado por cuestiones fiscas o morales, por lo general, de leve importancia.

Calopresti, en este film, nos está hablando de la necesidad de conocer y hacer, y a la vez, de no dejarnos vencer por lo que hemos perdido, y sobre todo, de no perder la esperanza de vivir un poco mejor.

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