CINE EN NETFLIX
DE REPENTE… EL SOL
Es el cuarto largometraje de esta directora de cine
irlandesa, radicada desde hace muchos años en Londres, donde se ha dedicado a
dirigir series para la televisión inglesa. Este es su cuarto largometraje, el primero que
nos llega a través de la pantalla de Netflix, que sorprende en su programación con
un film muy interesante, alejado de todo convencionalismo.
Maudie narra la vida de la pintora Maud Lewis, una mujer
joven que sufre de artritis deformante y que harta de ser maltratada por su
tía, decide irse de su casa para conseguir un trabajo como mucama de un
pescador solitario, hosco y malhumorado que vive sobre la costa. Ella no tiene a nadie porque
ha sido abandonado por su familia. Encuentra en Everet Lewis, el pescador, un
sitio donde consigue comida y alojamiento a cambio de encargarse de la cocina y
la limpieza.
El film relata la construcción de una relación compuesta
básicamente por dos soledades que se ira consolidado de a poco en la necesidad
del uno por el otro. En la medida que el tiempo pasa, la relación se afianza. La
película recorre el camino de un auténtico film de autoestima a través de una
historia donde la pobreza y la marginalidad del espacio ponen un límite natural
difícil de superar. Ambos personajes son voluntad pura de sobrevivencia.
Maudie ira tomando confianza en sí misma y comenzará a
expresarse, primero en su fuero íntimo con Everet, y luego más abiertamente, lo cual la llevará a
pintar las paredes de la cocina comedor que constituye la planta baja de la choza,
para continuar pintando las escaleras y el cuarto. De a poco, irá afirmando su
vocación de pintora, y comenzará a hacer postales que reflejan la vida de la
costa.
Su vecina Sandra, muy bien interpretada por Kari
Mattchet, una mujer que vive en Londres pero que pasa los veranos en su casa de
la costa, descubrirá circunstancialmente las pinturas y le propondrá primero,
comprarle algunas y más tarde, hacer otras por encargo. Maudie, de a poco, ira
tomando confianza en si misma, y comenzará a generar un ingreso propio
proveniente de sus pequeñas pinturas.
El film nos habla de la autoestima y de la superación
personal en un medio inhóspito donde el esfuerzo para poder comer y mantenerse
vivo es un objetivo de todos los días. Pero sobretodo, es una parábola sobre la
condición femenina. Maudi, al inicio del film, es una mujer sometida pero
cuando abandona la casa de su Tía, comienza un viaje sin retorno hacia la liberación
de si misma. Es también la historia de alguien que tiene una gran voluntad, una
alta confianza en sí misma, mucho respeto hacia los demás, conciencia del
trabajo y una enorme dosis de querer salir adelante.
En ese sentido, Maudie encarna la idea de la liberación femenina
cuando comienza a vender sus cuadros. Incluso pasará de una condición servil a
la de ser el sustento del hogar toda vez que con sus ingresos logra mantener
los gastos de la casa cuando la pesca de Everet no es buena.
Ambos son personas realistas que saben ponerle el cuerpo
a la vida. Son dos desamparados que se encuentran por casualidad y que apoyándose
uno con el otro, con un inmenso respeto de por medio, saben que unidos tienen
más probabilidad de ganarle a la vida que de encontrar la muerte.
El trabajo de Aisling Walsh como directora es impecable.
Cuenta con un guión y un objetivo sólido. El dúo de actores se encargará del
resto. Podría criticársele que en algunos momentos de la película,
particularmente al principio, carga demasiado las tintas. Pero esa idea se va
diluyendo cuando muestra la soledad, la austeridad y la autenticidad de los
protagonistas y el medio que los rodea, dando lugar a que aparezcan dos enormes
personajes con una fuerza de voluntad extraordinaria. Cuenta para ello con
actores totalmente consustanciados con sus personajes como son Sally Hawkins y
Ethan Hawke.
Los rubros técnicos y la puesta en escena son coadyuvan
al logro del film.
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