CONTEMPLACIÓN TOTAL
Estamos frente a la obra de un creador absolutamente personal. Su cine es diferente a casi todos los cines que estamos
acostumbrados a ver. En Memoria, su última obra presentada en Buenos Aires, nos
muestra un film absolutamente contemplativo, donde parece no suceder nada pero
nos deja intuir muy sutilmente, que algo está pasando por la mente, o mejor
dicho, por la vida de su personaje, en este caso, una mujer en medio de la
selva colombiana.
Película lenta, describe y acompaña la trayectoria de esa
mujer madura, de unos 40 años de edad, interpretada por la actriz inglesa Tilda
Swinton, que se encuentra de vacaciones en Colombia, en lo que parece ser un
viaje de descubrimiento pero sobre todo, un encuentro de ella consigo misma.
El film es lento,
lentísimo, donde los desplazamientos de los personajes son mínimos y la mayoría
de las escenas son motivo de una contemplación que posiblemente dará lugar al
descubrimiento. El film presenta una estructura no convencional,
ello es una obra que no responde a los lineamientos clásicos sino que está
contada disruptivamente, siguiendo la experiencia de la propia protagonista. No
estamos ante ninguna de las convencionalidades del cine comercial.
Esta idea de contemplación nos lleva a un film absolutamente
diferente a lo acostumbrado a ver. Nos describe una trayectoria donde el
personaje experimenta un cambio apenas perceptible por el espectador pero que
sin lugar a dudas es importante para la protagonista.
Ella es una extranjera, una mujer inglesa. De hecho, su
visión es la de una persona acostumbrada a la ciudad. Sus vacaciones en la
selva son una excentricidad establecida por el director, que posiblemente, porque no hay certeza
alguna, está realizando un viaje de descubrimiento lejos de su país y sus
costumbres, o está alejándose de algo que quiere dejar atrás. Por lo tanto, su
visión tiene un dejo de necesidad de descubrimiento, un estado de fascinación y
de extrañeza al mismo tiempo.
La obra está compuesta por escenas largas y silenciosas donde
el director manipula luces y sombras construyendo pequeños puentes que intentan
construir una idea entre lo que el cineasta piensa y lo que resulta de la
puesta en escena dejando que el tiempo pase y la cámara registre. Ello deja
abierta innumerables posibilidades de interpretación que me animaría a afirmar
tantas como espectadores tenga la película.
Las películas de Weerasethakul, por lo general, filmadas en
pueblos rurales y bosques habitan un territorio que invita al espectador a
internarse en el mundo subjetivo de la memoria y el deseo profundo. Para ello, expande
y contrae la duración de la toma generado una sensación del tiempo jugado con
los conceptos de veracidad y linealidad: la obra del director responde a una
visión muy personal que se sitúa cómodamente en un mundo creado a su medida.
Su cine es absolutamente distinto. Alejado de las
convenciones del cine comercial, sus proyectos artísticos y sobretodo sus
películas han ganado notoriedad y participado en numerosos festivales,
recibiendo reconocimiento internacional, lo cual incluye tres premios muy
importantes como el Festival de Cannes: A Certain Regard para Blissfully Yours en 2002, el Prix du Jury a Tropical Malady en
2004, y en 2010, Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives recibió
la Palme
de Oro.
Sin
duda, su cine es controvertido y no responde a cualquier tipo de público. El
riesgo, espectador, sin dudas es suyo.
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