martes, 7 de junio de 2022

ASESINO SIN MEMORIA

 UN POLICIAL BIEN NEGRO

Dirigido por Martin Campbell, un director formado casi prácticamente en la televisión, y que cuenta en su curriculum haber participado como director de dos grandes éxitos de la saga de James Bond (Golden Eye, 1995 y Casino Royale, 2006), logra sacar a flote a una película de género y transformarla en un policial más que interesante que evita con altura los convencionalismos.

Pero no solo Campbell es responsable del éxito. Basada en el buen libro del escritor Dario Scardapane, que desde su novela propone un thriller apasionante que origina una profunda reflexión sobre el bien y el mal, sino también por las dos muy buenas actuaciones  protagónicas que llevan a generar no solo un muy buen entretenimiento sino también plantea un interesante dilema que nos conduce a reflexionar sobre la poco clara línea que divide el bien del mal.

 Liam Neeson y Guy Pearce son sus actores protagónicos que logran transmitir absoluta credibilidad con sus notables actuaciones. Alex Lewis (Liam Neeson) interpreta a un asesino a sueldo que se niega a continuar un trabajo para el cual había sido contratado. Sabe que con ello ha violado un código de honor entre mafiosos y obviamente queda atrapado en un dilema moral. Consecuencia de ello, Lewis debe cazar y matar rápidamente a las personas que lo contrataron antes que ellos y el agente del FBI Vincent Serra (Guy Pearce) lo encuentren primero.

El problema de Alex es que su memoria ha comenzado a fallar. Se encuentra en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer. Consecuencia de ello, comienza a dudar de sus acciones, y sus límites morales  comienzan a desdibujarse. Ello lo llevará a una toma de conciencia. Es un hombre mayor y sabe que su única salida es no dejar rastros. Su personaje debe matar a una niña de 13 años, pero Alex se niega a matar niños. Ello hace que su empleador deba enviar a alguien que completará el trabajo, matando a Alex (quien se transformará en testigo).

"Asesino Sin Memoria" no solo cumple sino también supera por lejos a cualquiera de sus películas interpretadas en los últimos años. Esta no es una película más en la trayectoria de “los policiales” de Liam Neeson. Es una buena historia, muy bien escrita y es más que un simple thriller de acción. Es una profunda reflexión sobre el bien y el mal aun donde la líneas morales tienden a confundirse. La película tiene lugar entre El Paso, Texas, y México, donde la frontera se vuelve muy permeable, al igual que la línea moral entre el bien y el mal.

La aparición de un estándar diferente (la intolerancia hacia el tráfico de niños y jóvenes), es un avance moral para un inmoral. Esto nos coloca automáticamente como espectadores del lado del asesino a sueldo.  Alex y Vincent son dos hombres duros que habitan lados opuestos de la ley, pero comparten un aspecto que los congracia, la moral.

Finalmente, el tema de la falla de la memoria, hace aparecer un Alzheimer temprano que juega un papel fundamental en la trama. La lucha contra el tráfico va a involucrar el uso de la memoria, y sus fallas, transformando a este thriller en una profunda reflexión sobre los límites de la justicia, la corrupción y la intervención policial.

Sin lugar a dudas, este film se transforma en el mejor policial de la serie realizada con Neeson, con el respaldo de una historia apasionante, aunque oscura y violenta, pero creíble. Su habilidad actoral se exhibe con toda su fuerza mientras su personaje lidia con los problemas mentales de su pérdida de memoria que sufre en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer. En una película oscura y melancólica, cuya interpretación debe ser reconocida como un trabajo excelente en un policial verdaderamente negro.

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