UNA VUELTA A LOS PRINCIPIOS
Hoy, cuando pareciera que el cine de
Hollywood está muriendo y los estudios desapareciendo, aparece una película de
género, un western, producido, dirigido e interpretado por el actor Vigo
Mortensen que hace gala al mejor cine americano de los últimos años.
La acción transcurre en los Estados
Unidos de América donde una pareja de inmigrantes busca encontrar su destino
cuando estalla una guerra civil que los
separa transitoriamente cuando él decide alistarse y participar de esa guerra
en el convencimiento que su futuro será suyo una vez que el territorio
americano deje de ser colonia.
Es una apuesta difícil del guionista y director
americano hijo de inmigrantes daneses. El fin tiene varios aspectos a
considerar. En primer término, es una
vuelta al lejano oeste en un momento clave de la historia americana. Se acaba de declarar la independencia del país, y
reinaba un gran alboroto. No obstante, la ley del más fuerte desviaba el paso a
la constitución recién sancionada, y una
gran mayoría desconfiaba porque aún imperaba la ley del más fuerte.
Mortensen asume el desafío y a mi
entender, sale airoso de ello. Enclavada en un momento histórico del país, un
hombre busca su destino. Decide afincarse en una tierra lejana y poblada mayormente
por indígenas de ese lugar, donde pretende vivir su vida con su familia. En
consecuencia, el lejano oeste americano será su destino y el de su propia
familia, rodeado por la naturaleza del lugar elegido. Deberá aprender a
cultivar la tierra, tendrá que adaptarse
al nuevo lugar y hacer frente a toda
calamidad que pueda imaginarse en un lugar que en ese momento le será ajeno en
todo sentido.
Los aciertos de Mortensen son
notables. Lejos de las convenciones del western,
la trama se concentra en el descubrimiento de una nueva tierra, todavía hostil,
que va camino a la civilización regida
por la ley, comenzando por el pago al derecho a la tierra, sus correspondientes
impuestos, el respeto hacia sus vecinos y la naturaleza del lugar.
El film destaca ese momento de cambio con claridad. Se trata de un momento civilizatorio. Aquí comienza a imperar la ley en un territorio apenas transitado y sobre todo, habitado por indígenas del lugar. El film comienza el camino hacia el lejano oeste.
Hasta el Fin del Mundo es un film sobre
la determinación de un cambio de destino, de la necesidad de adaptarse a las
consecuencias, de asumir la realidad que nos toca vivir. Impecablemente actuado
y mejor dirigido, el film está orientado a una audiencia interesada no solo en el entretenimiento sino en señalar que la
vida está llena de alternativas, donde si el hombre busca, encuentra soluciones,
sobre todo , cuando se trata tanto de cambios de época como de lugar. La
necesidad de enfrentar dichos cambios debe tener presente la capacidad de
adaptarse a lo que no nos es propio, pero debemos respetar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario