miércoles, 19 de marzo de 2025

PRESENCIA de Steven Soderbergh

UNA CASA ENBRUJADA

Película incuestionable de autor, Soderbergh asume las responsabilidades de dirección, edición y fotografía  logrando hacer  volver a nuestras pantallas un cineasta creativo capaz de realizar un cine personal a la vez que aferrado a los géneros.

Desde la primera escena experimentamos su punto de vista: con una cámara recorre un caserón vacío. Acto seguido llega la familia Payne, quienes compran la vivienda a instancias de la fría Rebeca (Lucy Liu), quien considera que su ubicación beneficiará la carrera deportiva de su hijo Tyler (Eddy Maday), por el que siente una clara predilección en detrimento de su hija Cloe (Callina Liang).

El film nos propone  asumir el papel de un mirón en una casa embrujada, donde existe un ogro que nos complicará la vida. La acción se desarrolla en New Jersey, en una casa de tres pisos, donde el director se mueve con soltura y maneja los hilos de la trama con conocimiento  de los objetivos que se propone alcanzar, el cual es desarrollar un film de terror tradicional pero sumamente actualizado a los tiempos que vivimos, donde un cierto cinismo mueve a los personajes. Por otra parte, el director logra destacarse construyendo un film inteligente y entretenido, que sin dudas, también tiene ansias y aspira a renovación del género.

La película no engaña al espectador, y en consecuencia, logra desarrollar una trama atrapante protagonizada por Lucy LiuChris Sullivan y Callina Liang,  donde una familia que acaba de mudarse comienza a darse cuenta que la casa está  también habitada por un fantasma.

La trama se desarrolla totalmente dentro de una casa de familia y emplea un punto de vista único que el propio director la presenta como un “emocionante viaje cinematográfico que subraya el estatus del director como que pone a la cabeza al  cine independiente estadounidense”. También destaca la justeza del guion y algunas imágenes capaces de impresionar espectador. 

Como experimento, sigue siendo interesante la solvencia  de una experiencia importante. La presencia fantasmal  nunca se materializada pero ahonda  la idea, sobretodo en el final, donde parece que aquella figura realmente ha tomado forma. 

Presencia, sin duda alguna, rejuvenece al cine de clase B, y muestra la solidez autoral de director, que sin duda trabaja con personajes  bien dibujados que, no obstante, pueden ser objeto de diversas interpretaciones. Su devenir es como una serie de cortometrajes donde una presencia se mueve por la casa, y se transforma en testigo de eventos en la vida de sus residentes. La película sugiere que hay cosas más peligrosas en este mundo que no son corpóreas sino sobrenaturales, y en consecuencia, es una película que admite diferentes lecturas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario