domingo, 12 de octubre de 2014

MAGIA A LA LUZ DE LA LUNA de Woody Allen

La Noche Estrellada

"Mirar las estrellas siempre me hace soñar, dijo Van Gogh.  Y se preguntaba, porqué los puntos brillantes del cielo no serían tan accesibles como los puntos negros del mapa de Francia?"

Cuando uno llega al cine para ver "Magia a la Luz de la Luna", la nueva película de Woody Allen, lo primero que ve es el afiche donde la pintura de Van Gogh "El Cielo Nocturno" hace fondo de los actores principales. El cuadro de Van Gogh no se volverá a ver en toda la película. Pero si ese cielo nocturno ilumina un campo de energía tumultuosa, no hay duda que Woody lo debe haber visto una y mil veces para inspirarse y sentarse a escribir esta película.

El film de Woody Allen, ya desde el titulo, se encuadra dentro de  sus comedias mágicas, aquello que lo sobrenatural o lo aleatorio del juego, finalmente explican lo inexplicable o le dan sentido a las cosas.

La trama sencilla y vertiginosa, tiene como protagonista a un ilusionista inglés, que disfrazado de chino, realiza circenses actos de magia. Stanley, papel que tiene a cargo el actor inglés Colin Firth, es el nuevo alter ego del propio Woody Allen transportado a la Inglaterra y más tarde a la Costa Azul de los años 20, donde transcurre la mayor parte del película. Como todo ilusionista, no cree en los milagros. El tipo es un especialista, un perfeccionista que conoce todos los secretos del oficio. Sus trucos  son actos de magia perfectamente estudiados, por lo tanto, hace de su vida un show del engaño. Miles de personas salen de ver su espectáculo creyendo que la magia vista no es otra cosa que la realidad misma. El público acepta el engaño. Es parte del juego.
Lo que sigue es una puesta a prueba. El juego del espía espiado, en este caso, del mago engañado. Aparece una médium, como en "Alice" o como el hipnotizador  de "El Escorpión de Jade", que  se dice capaz de comunicarse con el más allá. Pero claro, si Nietzsche ha afirmado que "Dios ha muerto", cómo puede haber el tal "más allá".

El resto del film no lo voy a contar. Si voy a decir que Magia a la Luz de la Luna", es un auténtico film de Allen. No está entre su mejores ni entre sus peores películas. Es un film "mediano", que tiene la contra de haber sido realizado después de una de sus grandes obras maestras (Blue Jasmine). Tiene todo su humor, una trama que se sigue con interés, un final bastante predecible, grandes actuaciones, una muy buena puesta en escena, una hermosa banda sonora repleta de jazz de los años 20 perfectamente sincronizada con la acción que acompaña, y un par de actuaciones excelentes, entre los cuales se cuenta su nueva musa inspiradora, la inglesita Antonia Clarke, de 18 años de edad, vista antes en la versión cinematográfica de "los Miserables", que ahora tiene la oportunidad, y no la desaprovecha,   de mostrar todo su gran talento, tanto para la comedia,  como para calzarse los zapatos de una auténtica "femme fatale", ingenua y manipuladora a la vez.


Allen nunca defrauda. Parece más de lo mismo, pero siempre se las arregla para que no lo sea.

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