martes, 30 de marzo de 2021

 MANK de David Fincher

MIRADA SOBRE UNA EPOCA DORADA

Mank es Herman J. Makiewicz, guionista de Hollywood durante los años ´30, uno de los escritores de guiones más importantes con que contó el productor Louis B. Mayer, dueño entre otros, de la empresa  cinematográfica Metro Goldwin Mayer, ahora MGM.

El film es dirigido y producido por David Fincher, un hombre de vasta experiencia en el campo del cortometraje donde lució en la realización de videos de artistas importantes en materia musical, particularmente de rock and roll, y debutó exitosamente en el cine de Hollywood dirigiendo Alien 3 (1992), continuando su carrera con éxitos tales como Seven (1995), Sodiac (2007), Red Social (2010) y Perdida (2014).

Mank (2020), la película, está basado en una obra de su padre. No se trata estrictamente de una biografía sino un momento en la vida de un hombre a fines de los años treinta, en el cual alcanza fama y dinero, consecuencia de su talento como escritor y particularmente por el hecho de haber escrito un guion que lo volvería famoso: El Ciudadano (Citizen Kane) para Orson Welles, en aquel momento, un joven desconocido que había realizado sus primeros trabajos en la dirección teatral.

El film, narrado en forma fluida, se concentra en un momento en la vida de un escritor de cine, un guionista talentoso que trabaja con éxito escribiendo durante el día comedias para Marion Davies, una actriz famosa de esa época, tratando de cumplir en tiempo y forma con quien le da trabajo permanente (Mayer), mientras que en sus noches, avanza casi clandestinamente con un guión que ha comprometido con un talentoso director de teatro que todavía no es conocido en el mundo del cine.

Fincher aborda el film con ánimo documentalista, utilizando un blanco y negro avejentado, logrando dar no solo una idea de una serie de episodios ocurridos en el pasado sino también dando vida a un escritor sumergido en el alcohol y las drogas, y fundamentalmente, retratando a un escritor de talento en una época donde el cine no era reconocido como un arte sino solo como un entretenimiento.

El film no es ni pretende ser una biografía sino relatar un momento previo y crucial en la vida de un hombre. Nacido en Nueva York, viaja tempranamente a Los Ángeles donde pretende ser actor, pero su educación lo lleva a la escritura, donde brilla rápidamente en la comedia.

Mank es descripto como un hombre de oficio, que más allá de su reconocimiento y éxito personal,  se transforma en un hombre de confianza de uno de los dueños del estudio, y después de un tiempo prolongado, comienza a asentirse preso de su dependencia laboral de un gran estudio. Es un retrato de un ser talentoso que tiende a la autodestrucción agobiado por las responsabilidades y las exigencias que le plantean los estudios. Su vida caótica, disispada  e inestable, su necesidad de trascender más allá de un género que lo ha vuelto famoso, agobiado por el alcoholismo y los estupefacientes, y una irregular vida amorosa lo llevan a aislarlo en, en primer lugar en un hospital para poder estabilizarlo, y más tarde, a meses de reposo en su propia casa donde encuentra la tranquilidad necesaria para terminar la gran de obra de su vida.

El film es también un relato sobre las dependencias, no solo la de alcohol y las drogas sino fundamentalmente, de las rutinas que establecen los trabajos y la relación de dependencia. Frank es un hombre simple, un escritor de éxito que no logra la satisfacción de sí mismo. Su trabajo para un gran estudio le permite vivir y hasta ahorrar, pero se vuelve reiterativo, algo que poco le importa a Mayer mientras sus comedias sean redituables.

Su compromiso con Welles es una válvula de escape, una salida de donde ya siente que no tiene más que decir, y hasta puede ser considerado como un autor donde ese atributo solo le era permitido a los productores. El guionista era un perfecto desconocido. Y el guión de Fincher tiene el propósito de reconocer a una persona, casi un desconocido,  que escribió comedias famosas pero nunca recibió ni un Oscar. En esa época, las estrellas no eran ni directores ni guionistas, eran los actores. Ellos eran quienes atraían a la gente y satisfacían los bolsillos de los productores. El guionista era un simple empleado cuyo trabajo no lucía.

Por otro lado, el film pre anuncia un cambio de época en el cine. La comedia americana comienza a no ser la misma. Entre las sombras, ya se encuentra Welles, quien con su nuevo cine, promoverá un cambio. Paulatinamente, el cine de las estrellas dejará de brillar para dar paso a películas de mayor compromiso. Llevará tiempo, más de una década, pero dará lugar a un cine más comprometido, más comprensible de los problemas sociales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario