Mattel es una empresa fabricante de juguetes que en 1959
tuvo la idea de la creación de una nueva muñeca, a la que llamo Barbie, transformándola
en uno de los juguetes preferidos para las niñas nacidas a fines de aquellos años, y liderando el
negocio de muñecas durante las tres décadas siguientes.
Ahora, 64 años después, la empresa vuelve al ruedo, y luego
de varios intentos y desarrollo de proyectos, sorprende con la decisión de producir una película
basada en la propia muñeca, transformándola en un personaje de carne y hueso,
interpretada por Margot Robbie.
El film es una comedia al mejor estilo de Hollywood que
llena la pantalla de color rosa en un trabajo de producción muy sólido. La
muñeca cobra vida, al igual que el Ken interpretado por Ryan Gosling, y Will
Ferrel como el CEO de la empresa.
El esfuerzo es mayúsculo. Toda la producción es perfecta
y el film parece estar sostenido por gruesos soportes de hierro, pero a la
larga, la película se va desinflando, repite monerías, comienza a cansar y casi
diría, termina aburriendo.
No obstante, el film opera en varios sentidos. Para los
que aman la comedia de Hollywood, el film puede verse como un intento de
rescate de un género clásico y ya apagado como lo es la comedia musical, del
cual Hollywood resulta maestro de maestros.
Pero más allá de eso, la vuelta a la ingenuidad, los diálogos
cortos y precisos, la extraordinaria puesta en escena donde vestuario y
decorados muestran una homogeneidad extraordinaria que hace ver y sentir el
mundo de fantasías de una niña que se transforma en la muñeca Barbie, pero a la
vez, el guion se deja arrastrar al mejor estilo televisivo, repitiéndose hasta
el cansancio.
Consecuencia de todo ello, la película resulta una gran
producción, entretiene en su primera mitad, los actores están perfectos, la
puesta en escena es dentro de su estilo, lujosa pero luego se vuelve
reiterativa y casi aburriendo al espectador a pesar que su duración es standard.
No obstante estas críticas muy personales, debe
destacarse la labor fotográfica del mexicano Rodrigo Prieto, transformando el
mundo de la muñeca como un “mundo color de rosa”, aquel que constituye en el
reverso de la literatura pesimista, mostrando solo lo amoroso y lo angelical.
Más allá de toda crítica, el film constituye
todo un hito hollywodiano, recaudando en su primera semana en cartel, 495
millones de dólares, lo cual garantiza la ganancia y deja abierta la
posibilidad de continuación transformando a la película en una gran zaga.
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