Respondiendo a un género clásico, el suspenso y el terror
dicen presente con el estreno de Destino Final. Hace muchos años que eso no
ocurría. Parecía haber desinterés en el público
y seguridad en la taquilla. Como si el género hubiera pasado de moda. No
obstante ello, el género vuelve a aparecer. Destino Final es una auténtica película
de terror que responde totalmente a la forma del género.
Forma parte de una secuela de películas que se estrenarán
a partir de esta semana y que viene a llenar un espacio que había quedado vacío
y olvidado a pesar que el gran público siempre se ha sentido la existencia de un
vacío, un espacio desocupado en las salas de cine donde este género dejo de producirse.
La película opera y cumple con solvencia bajo la
dirección de Mike Flanagan, al cual no conozco, pero que se maneja con la debida
corrección como para salir airoso del desafío que constituye resucitar un género
que parecía olvidado o descartado por una parte del gran público y de todas las edades.
El film opera y cumple con solvencia respetando las
reglas de juego y llegando a buen puerto. La satisfacción de la platea se
manifiesta claramente con su aplauso final, pero lo más importante es la
recuperación de un género que pareciera muerto y que ha resucitado
satisfactoriamente.
Después de mucho tiempo de no ver películas de terror,
esta obra que estamos comentando nos ha permitido rencontrarnos con un cine que
pareciendo abandonado, resucita sorpresivamente y con éxito de taquilla.
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