viernes, 21 de febrero de 2014

12 AÑOS DE EXCLAVITUD de Steve Mc Queen

UN LLAMADO DE ATENCIÓN PARA CON LOS DERECHOS HUMANOS


No puedo decir que "12 Años de Esclavitud" me haya gustado. En realidad, como película me gustó bastante poco. Pero reconozco que su mensaje, claro y diáfano, es útil y necesario aunque la esclavitud lleve ya más de 200 años de abolición. La realidad es que hoy en día la esclavitud continúa vigente. Su forma más evidente no aparece como en la antigüedad, donde los esclavos eran productos de guerras o diferencias raciales. En nuestros días, las características son económicas, en formas de trabajos clandestinos o informales. Alguna vez alguien se preguntó cómo se produce esa mercadería que se vende en ferias y toldos callejeros? Cómo se genera tanta cantidad de la misma? Quiénes se benefician? Quiénes se perjudican?. La confección de ropa, indumentaria y calzado, carteras para damas, pequeños artículos de electrónica se concreta mediante la utilización de talleres / hoteles , o la utilización de buques factorías sin bandera, por ende piratas. Esos son los nuevos ámbitos donde se desarrollan relaciones de trabajo  de tipo esclavo. Son lugares donde se producen millones de dólares de mercaderías con marca trucha que se vende a lo ancho y a lo largo del mundo dando trabajo fuera de toda ley de amparo al trabajador y fuera de cualquier tipo de contribución impositiva. Tanto los lugares habitacionales como la alimentación recibida corresponde a características infrahumanas. Tampoco es ajeno a la esclavitud el mundo de la droga, que constituye economías paralelas generando no solo nocivas dependencias sino también puestos clandestinos de trabajo tanto en la industrialización como en la distribución y comercialización de drogas naturales y sintéticas, actividades ignoradas consciente o inconscientemente por los propios Estados cuya tolerancia, de alguna manera los transforma en cómplices, dado que por su acción (corrupción) o inacción consiguen generar a través de dichas actividades ilegales puestos de trabajo y hasta un determinado y cuestionado orden social que no son capaces de generar por sí mismos.

Volviendo a la película, la cual ya ganó en 2013 el Globo de Oro al Mejor Drama del Año y acaba de ganar el BAFTA del cine inglés, es un drama al estilo "Cabaña del Tío Tom" que sigue el derrotero de Salomón Northup, un hombre libre de raza negra, cuya profesión es ser músico violinista. Al inicio del relato, poco antes de que estalle la guerra de Secesión, Salomón recibe el ofrecimiento de viajar a la ciudad de Washington para tocar su violín en un circo, por lo que recibirá una paga importante. Una vez que su actuación hubo terminado, es apresado por unos esclavistas que lo transportan hacia el sur del país, donde es vendido como esclavo y comienza a servir, durante 12 años, a diversos patrones, cada uno de los cuales más rico, poderoso, y cruel.

El director inglés de raza negra Steve Mc Queen (si, de igual nombre que el gran actor de "El Gran Escape", "El Cañonero del Yang Tze" y "La Fuga"), ya conocido por dirigir temas controversiales (antes hizo "Hunger", sobre el cautiverio de un militante del IRA en una cárcel inglesa, y la extraordianaria "Shame", un drama sobre la soledad de una pareja de hermanos inmigrantes en la Nueva York de nuestros días), dirige con mucha pulcritud y brío la película, pero con una impronta despersonalizada, donde ninguna escena alcanza a tener su sello personal. El film todo es la ilustración de un best seller cuyo contenido, obviamente contundente, pasa revista a un muestrario de atrocidades humanas que se desarrollan para el sufrimiento o la tolerancia siempre inocente y bondadosa del joven protagonista. La narrativa es absolutamente lineal, clásica y austera. No registra grandes movimientos de cámaras ni extrapolaciones de montaje ni subrayados musicales. El montaje de Mc Queen se limita simplemente a hilar escena tras escena con el propósito de narrar los 12 años de cautiverio hasta la liberación final. Y si bien Mc Queen utiliza el color para su película, bien podría haber usado el blanco y el negro dado que en el film no admite contrastes y solo dominan solo los opuestos. Su film es la fría descripción de un mundo dislocado en que de repente el destino, o más bien la perversión humana, coloca a un hombre en un país que no es exactamente "el  de las maravillas", sino el catálogo de una serie de vergüenzas del cual ni la historia americana ni la historia de la humanidad puede sentir ningún orgullo.


Bien actuada, correctamente dirigida y musicalizada, el film aparece como cosa ya vista y no agrega nada a un tema fundamental como el de la libertad y el respeto por los derechos humanos. Solo logra un pequeño llamado de atención que no debería pasar inadvertido frente a nuestro desaforado consumismo.



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