viernes, 28 de octubre de 2016
LAS INOCENTES de Anne Fontaine
Por mera casualidad, coincidieron en este mes de octubre de 2016 en Buenos Aires dos hechos que poseen un tema en común. La marcha contra la violencia de género y el femicidio, y el estreno de la película francesa "Las Inocentes".
La marcha "Ni Una Menos" congregó a una multitud de personas desde el Obelisco hasta la Plaza de Mayo exigiendo acabar con los actos de violencia contra la mujer y poner fin al femicidio. "Ni Una Menos" es un grito colectivo contra la violencia machista. Surgió como una necesidad de evitar los asesinatos de mujeres que se producen en Argentina a un acelerado ritmo de una muerte cada 30 horas. En consecuencia, se exige implementar un Plan Nacional de Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia Contra la Mujer que contempla garantizar el acceso de las victimas a la Justicia, elaborar un Registro Oficial de Victimas de la Violencia (para contar con estadísticas especificas sobre el tema), Garantizar y Profundizar la Educación Sexual (en todos los niveles educativos). En síntesis, garantizar la protección efectiva de las victimas.
Asimismo, se estrenó el film de la francesa Anne Fontaine, que silenciosamente y con muy poco público, trata el tema mencionado desde un ángulo diferente, rescatando del olvido y dando a publicidad un acto perverso y penoso ocurrido en Polonia en 1945, una vez acabada la Segunda Guerra Mundial. Allí, en la frontera entre Alemania y Polonia, un grupo de soldados rusos entraron a un convento católico y violaron a las monjas más jóvenes, embarazando a siete de ellas. El hecho fue escondido y permaneció impune durante muchísimo tiempo.
La directora Anne Fontaine, también co-guionista del guión original basado en un diario íntimo de la médica Mathilde Beaulie, miembro de la Cruz Roja Internacional destinada en Polonia en aquella época, filma con rigurosidad casi documentalista, se concentra en su personaje central (la Dra. Beaulie) y a partir de allí narra los hechos que no son más que una crónica de cada una de las visitas que la médica realiza al convento
después que una de las monjas haya acudido a ella en busca de ayuda.Uno de los puntos positivos del guión y de la película es que la narración esta hecha siempre desde el punto de vista de la medica, es decir, un tercero imparcial que no ha participado de los acontecimientos, y que los conocerá parcialmente en la medida que se acerque a las novicias afectadas. Mas interesante aún es que su mirada es la de una persona
creyente pero no practicante, cuya vida esta dedicada completamente a la profesión médica.
En el planteamiento del drama aparecen tres posiciones claras. Una es la de monja que solicita ayuda. Es, sin duda, la más abierta de todas. Consciente del problema que saca a la luz, mantiene la correspondiente confidencia y se trasforma en el único nexo entre un mundo de encierro y el mundo exterior. Otra posición es la que adquiere el mundo de las novicias. Cada una acepta su propio encierro, más allá de lo cual, 7 de ellas están sufriendo la situación de un embarazo involuntario. Aquí aparece el desarrollo de un mundo cerrado pero solidario. Finalmente, existe una tercera posición, la Madre Superiora. Ella es la que carga con la responsabilidad del convento y en consecuencia con el estigma que genera el desafortunado suceso.
La vida en el convento impone una situación de encierro con la exigencia de un estricto respeto de las reglas. Es un mundo de reclusión voluntaria cuya compensación es un acercamiento absoluto a una vida espiritual. La monja que solicita ayuda, al salir esta rompiendo las reglas, y se ve obligada a mentir. El mundo de paz interior que es el convento se vuelve inestable con los acontecimientos ocurridos. Además, las monjas violadas fueron sometidas dentro del mismo convento, lo cual conduce a la estigmatización de los sucedido. Del encierro y la paz espiritual se pasa a una situación de encierro y estigmatización. El encierro es voluntario, pero la estigmatización es producto de lo sucedido, de una invasión forzada de la intimidad, lejos del propósito perseguido por las mujeres que han concurrido allí en busca de una paz espiritual que obviamente han perdido a raíz de la invasión del lugar por los soldados rusos y los hechos ocurridos.
Las consecuencias de ello son diversas. Las preguntas múltiples. Quién se hará cargo de lo sucedido?. Serán juzgados los soldados rusos por los crímenes cometidos?. Son todas las novicias victimas inocentes?. Se harán cargo dichas novicias de la responsabilidad de ser madres?. Cual será la posición de la Madre Superiora?. Podrán la victimas no ser estigmatizadas?. Aceptará la Iglesia semejante vergüenza?. Cuál será la posición de la Cruz Roja?.
Por otra parte están la Cruz Roja Internacional como institución y los médicos pertenecientes a la misma. Más allá de Matilde, quien obviamente presta servicios desde la clandestinidad, esta su par el Dr. Samuel, un médico judío totalmente entregado a su profesión que se verá obligado a comprometer su participación en un medio que lo coloca en una situación extrema, mucho más allá de sus propias responsabilidades. Ambos, Matilde y Samuel, son dos médicos signados por una profesión que los emparenta no solo con la guerra sino también con la tragedia y la muerte. No tienen idea de su futuro. Tendrán futuro? Viven absolutamente en tiempo presente. Saben que inexorablemente, más allá de los propios deseos, lo único que tienen seguro es un boleto hacia la próxima guerra. Y por sobre ellos, el director de la Cruz Roja quien deberá prescindir de todo prejuicio para dar por acabada la misión en ese lugar donde ya ha acabado la guerra aunque ignora algunas de sus consecuencias.
Hablar de notables actuaciones de un elenco prácticamente desconocido para nosotros es simplemente formal. No obstante ello, cabe decir que la música de Grégorie Hetzel y especialmente la fotografía de Caroline Champetier son excelentes. Sin embargo, y pese a estos comentarios positivos debo decir también que la película es fría, distante, académica, que mantiene el punto de vista. Una verdadera crónica de lo siniestro que no es otra cosa que las consecuencias no deseadas de una guerra.
martes, 25 de octubre de 2016
MA LOUTE (LA BAHIA) de Bruno Dumont

Farsa, comedia bufa sobre las diferencias de clase, enfrascada en cierta atmósfera de delirios místicos, es tal vez la película menos lograda del francés Bruno Dumont (La Vida de Jesús, 1997; La Humanidad, 1999; Flandres, 2006; Fuera de Satán, 2011; Camile Claudet 1915, 2013. Nunca su cine fue fácil. Transitando por temas extremos, siempre habia logrado un gran equilibrio entre la temática elegida y el modo expositivo, pero nunca había caído en un delirio de características tan surrealistas. Por el contrario, su cine se había desarrollado dentro de un contexto realista donde sus personajes eran fácilmente reconocibles y se desenvolvían en espacios que daban lugar a la critica social, a la denuncia y expresaban la necesidad de un cambio aunque siempre estuvieran caminando al filo de la cornisa.
"Ma Loute", en contraposición a lo comentado, recorre caminos extremos. Desde la antropofagia de la familia de clase baja, pasando por el devenir intrascendente de los miembros de la clase alta, y finalmente por los delirios místicos de la clase gobernante representada por la autoridad policial personificada en un detective de la policía y su ayudante, claro emulo de Hercule Poirot, con aires del Gordo y del Flaco. En consecuencia, a su nuevo film le cuesta levantar vuelo más allá de algunas imágenes verdaderamente poéticas lamentablemente ensuciadas por otras en las que predomina el mal gusto.
La pintura de Bruno Dumont es, en esta ocasión, de brocha gorda, y su film roza lo bizarro. La acción transcurre en el verano de 1910 en una bahía del Canal de la Mancha, en el norte de Francia, donde han desaparecido misteriosamente algunos turistas. Allí llegan los policías Machin y Malfoy a investigar los caso. En ese lugar vive la familia de Ma Loute, unos pobres pescadores de almejas que además se dedican a pasar personas de una orilla a otra del río que desemboca en ese lugar. Y, ademas, como todos los veranos, llegaran los Van Peteghem, los ricos del pueblo que vienen a descansar a su villa de verano que esta construida sobre las tierras altas de la bahía, desplegando un sinfín de vanidades que parecen colocarlos en medio de la mismísima nada.
El film retrata este abúlico transcurrir del verano en un pueblo de la costa, poco conmovido por las misteriosas desapariciones aunque si muy atento a la correrías de Ma Loute, un adolescente de unos 18 años que está en pleno despertar sexual. A sus brazos caerá Raph, un adolescente bisexual hijo de Aude Van Peteghem (Juliette Binoche), una de las dueñas del lugar. Dumont se entusiasma con el amorío de Ma Loute y pareciera que se olvida de la propuesta inicial. En consecuencia, la película se desabarranca y un sinsentido total se apodera del film. Dumont gira hacia el misticismo y la farsa, completando un fresco social con bastante poca convicción y sobre todo, falta de lucidez.
En esa falta de lucidez pierde la idea de critica social. La clase alta siempre ida, aun cuando baja a la playa, casi volando por la costa, hablando insensateces. La dupla de policías pulula en un devenir permanente orientado a ninguna parte, solo parecen ir hacia donde sopla el viento más allá de la "pista" policíaca. La clase baja, obrera, solo preocupada por "el qué comer" de cada día, conforman un cuadro que más allá de la pintura social decadente y desangelada parece una burla desencajada a la lucha de clases, poco inspirada, basada en una buena idea mal desarrollada.
No hay duda que Bruno Dumont perdió una excelente oportunidad. Desperdició una buena idea, deslizándose por el tobogán equivocado, no obstante haber contado con un equipo de primera, capaces de interpretar el grotesco pero perdidos en la telaraña creada por el director: Juliette Bonoche, Valeria Bruni Tedeschi, Fabrice Luchini y el debutante Brandon Lavielle como Ma Loute, de venturoso porvernir, encabezan un reparto sin fisuras. Por otra parte, es excelente la fotografía de Guillaume Deffontaines, resulta un poco estridente la banda de sonido que contribuye a subrayar el estilo delirante y desbocado de la narración. De la misma manera, distorsiona deliberadamente el sonido como si la quietud del paisaje fuera permanentemente rota por un elemento extraño que desequilibra el orden natural de las cosas. Abierta a múltiples lecturas, el film de Dumont se queda mas en las insinuaciones que en los logros.
martes, 18 de octubre de 2016
LA LECCIÓN (UROK) de Kristina Grozeva y Petar Valchanov
"No
robarás" es el séptimo mandamiento de la ley de Dios, aquella que recibe Moisés
en el Monte Sinaí. Dicha tabla con sus diez preceptos, son, además, la base
universal fundamental de la moral judeo cristiana, y de todo el mundo
occidental.
Ahora
estamos en Bulgaria, en la época actual. Bulgaria es un país geográficamente
radicado detrás de la denominada "Cortina de Hierro" y que, por lo
tanto, ha formado parte del mundo
comunista liderado por el ex Unión Soviética. La caída del muro, la relajación
respecto de la dominación soviética, y el cambio producido por el
alejamiento de una economía socialista
hacia una economía de libre mercado ha dejado huellas que no han sido gratuitas.
Y eso no solo ha ocurrido en lo económico, sino también ha pegado en lo social,
tanto en las costumbres como en la reaparición del fenómeno de clases.
Nadezhda,
el personaje protagónico del film, es una
profesora de inglés en una escuela secundaria. Proviene de una familia de clase
acomodada de padres separados, que se ha casado con un obrero industrial, ahora
desocupado, con el cual tiene una hija de pequeña edad. Es ella la que se enfrentará
al dilema ético regido por ese séptimo mandamiento que mencionamos al principio.
Por un lado, se verá obligada a enseñarlo en la escuela. Por otro, deberá enfrentarse moralmente con
ello en su propia vida.
Dilema moral.
Parábola social. La película deja flotando la pregunta quién es cada uno para
juzgar a los demás? Cómo puedes decir a tu hermano sácate la paja de tus ojos
cuando nos ves la viga que hay en los tuyos? Podemos enseñar la ley cuando
somos incapaces de seguirla? La pelicula tiene la gran virtud de avanzar de un
dilema hacia otro. De hacerlo de una manera llana y transparente. Es objetiva.
No pega golpes bajos. Directa y lineal, pero nunca superficial, siempre
cuestionadora y profunda.
Formada
dentro de la rigidez del sistema comunista de otra época, la actitud de la
docente se
presenta moralmente cerrada. Pero será la vida la que la llevará a enfrentarse,
ante la necesidad, al dilema moral. El sueldo no le alcanza. Necesita hacer traducciones para poder vivir. Tiene
dificultades para cobrarlas. El marido
no tiene trabajo estable. Está distanciada de su padre. En una palabra, se debe
hacer cargo, ponerse la mochila al hombro. Y eso es precisamente lo que hace.
En el film,
como en la vida, toda acción genera una reacción. Y la acción genera
consecuencias. Ante la necesidad de actuar generalmente debemos elegir, optar. La
protagonista permanentemente se está enfrentando a una opción. A veces, elige
el bien. Otras el mal. Estas últimas las llevan al error. Entre dos males, deberíamos
optar por el mal menor. No obstante, somos capaces de reconocer el error. En el
plano religioso, además, podemos arrepentirnos, confesar y encontrar el perdón.
Pero esto está más allá de la película.
Es la
segunda película búlgara que veo en mi vida. La anterior fue "Cuerno de
Cabra" de Metodi Andonov. En ésta película también corría un aire
corrosivo y altamente justiciero. Se trataba de un pastor de cabras al que los
turcos le matan a su mujer. El pastor lleva su hija a la montaña y la cría como
a un varón, preparándola para que pueda vengar la muerte de su madre. Para ello
le dará un afilado cuerno de cabra. "El que a hierro mata, a hierro muere".
Pareciera ser que el poco cine búlgaro que vemos no solo es de una gran
calidad, sino también muy atado a la reflexión sobre los principios básicos de
la convivencia. Tanto "Cuerno de Cabra" en 1972 como "La
Lesión" en 2014 muestran ese signo rector del relato. Como si la parábola
moral estuviera siempre presente, y los personajes siempre obrarán no solo de acuerdo
con la ley sino que hicieran del concepto de justicia algo que les es propio.
Una corporización del concepto legal.
Extraordinariamente
actuada por Margita Gosheva, muy bien escrita y dirigida por el dúo Grozeva/ Valchanov,
destaca por la economía de recursos empleados frente a la profundidad y
claridad del desarrollo temático. La pelicula es cristalina, rigurosa. Nunca
pierde el punto de vista que no es otro que el de su protagonista. Cada escena
es un avance en el relato. El conflicto se desarrolla sin complicaciones, en
forma simple. Una muestra cabal de que con un mínimo de recursos pero con mucho
talento se puede hacer una muy buena película.
miércoles, 12 de octubre de 2016
EL HOMBRE QUE CONOCIA EL INFINITO de Matt Brown
CIENCIA VS.
ILUMINACION
Técnicamente
una biopic, en realidad un melodrama, trata de la vida del matemático hindú
Srinivasa Ramanujan, nacido en 1887 en Madrás, India en 1887 y muerto en el
mismo lugar 33 años después como consecuencia de una tuberculosis contraída durante su estadía en Inglaterra donde residió entre 1916 y 1920, más
precisamente en el Trinity College en Cambridge, alcanzando el título de "Miembro"
de esa Universidad .
Ramanujan desarrolló
su vida y sus estudios en medio de una gran pobreza material. Hizo sus progresos
matemáticos en la India y logró atraer el interés del matemático británico G.
H. Hardy, sin tener antecedentes catedráticos ni laborales, quien lo invito a
Cambridge a mostrar sus papers y teoremas.
El film transcurre durante su estadía en ese lugar que coincide
temporalmente con los años de la Primera Guerra Mundial. Sus contribuciones
matemáticas se concentran en la teoría de los números, las series y las
fracciones continuas.
Basada en
el libro de Robert Knigel, y protagonizada por Dev Patel como Ramanujan, Jeremy
Irons como G.H. Hardy, y Toby Jones como Mr. Littlewood, el film muestra la
vida de un hombre enfermo que transita su existencia como a traves de una luz
casi divina que le dicta conclusiones matemáticas de alta complejidad. Casado
sin hijos, lleva una vida casi monacal. Tocado por la varita mágica, aparece en
su vida un mesías hindú que, no solo le
dará un trabajo contable para que pueda ganar su sustento básico sino que
también logra patrocinarlo llamando la atención de un importante matemático
inglés de aquella época como era el Dr. Hardy.
En Cambridge se interesan por sus papers, y lo invitan a participar de sus
claustros para probar sus teorías. Llega a Londres sin siquiera haber obtenido
un título en una universidad de la India.
La
dificultad de la pelicula radica en que le es difícil establecer el nudo de su
conflicto dramático. Por un lado, relata el drama de una vida, un hombre
enfermo y pobre que posee un don muy especial que le da un conocimiento de
orden superior, y por otro, la discusión que se establece acerca de la obra de ese
hombre, la cual expresa una importante serie de conclusiones sin establecer
ninguna hipótesis ni desarrollo. El desbalance se produce toda vez que, de la
extensión de la pelicula, tres cuartas partes de la misma transcurre en Cambridge,
por lo tanto, concentra el conflicto en los requerimientos matemáticos que los
catedráticos de ese Colegio le exigen al ignoto Ramanujan demostrar sus conclusiones.
Ramanujan
es una personalidad que, en el fondo de sí mismo y pese al desarrollo científico
que aporta, pone en discusión el conflicto entre religión y conocimiento científico.
Ramanujan es un hombre de fe, un
hinduista, que siente que sus conclusiones matemáticas son producto de una
iluminación de carácter divino. En su llegada a Cambridge, el primer cuestionamiento
que encontrará será la necesidad de fundamentar y demostrar esas conclusiones. Posiblemente
como consecuencia de no haber finalizado su preparación académica, esa
dificultad se le exacerba. Pero el film,
en lugar de concentrarse en este objetivo, el cual obviamente es difícil de
trasladar en imágenes, se focaliza en aspectos secundarios tales como el
bombardeo de Londres, los prejuicios y la discriminación a los extranjeros, y particularmente
a los hindúes que se muestran reacios a la adopción de las tradiciones
británicas, y finalmente, a la enfermedad que mina el cuerpo del matemático
hindú.
El
director Mathew Brown dirige el film haciendo denodados esfuerzos por lograr el
equilibrio de las formas y hacer creíble este cuasi cuento de hadas. Como ya lo
anticipé, no lo consigue. No obstante ello, tiene sus meritos. Logra una cierta
proeza: hacer una película interesante, y sobre todo, entretenida. Escapa del
film serio pero no pierde en profundidad. El tema esta claramente expuesto,
desacartonado, más cercano a un film de la televisión británica que a una obra
profunda y cuestionadora de la dicotomía entre la fe y la ciencia, pero que
logra mantenerse en pie, sobretodo en función de ese desafío que se le plantea
a Ramanujan que implica que no basta con tener razón sino que la misma requiere
ser fundamentada. Obviamente, contribuyen con estos logros las actuaciones de
los dos actores principales, ambos muy creíbles en sus papeles. Estoy hablando,
especialmente, de Jeremy Irons, quien
asume el papel del Dr. Harris, aquel inglés que cree en la verdad de Ramanujan
y lo incita y empuja a formular y demostrar sus teoremas, y al propio Dev
Patel, el muchacho de la múltiple ganadora del Oscar 2008 "Slumdug
Millionaire", que da vida muy convincentemente a Srinivasa Ramanujan.
martes, 11 de octubre de 2016
LA PAZZA GIOIA (LOCA ALEGRIA) de Paolo Virzi
LA
ANORMALIDAD DE LA NORMALIDAD
Siempre me
he preguntado qué tan locos estamos aquellos que parecemos cuerdos. Y qué tan
cuerdos están aquellos que parecen locos. Ésta cuestión parece estar
relacionada con el concepto de "normalidad". Entonces, cabe
preguntarse: qué es lo normal? La condición de Normal es aquella que se ajusta
a las normas o que se halla en su estado natural. Por lo general, aquello que
se ajusta a valores medios. La normalidad, aplicada a los comportamientos
humanos, está vinculada con la conducta de los individuos, es aquella que no
muestra desviaciones significativas respecto a la conducta del resto de la
comunidad.
Esa
normalidad también se puede medir estadísticamente. Este criterio determinaría que el hombre
normal es el hombre promedio. Si el comportamiento, o sea, la conducta de una
persona es semejante a las conductas de la mayoría de la comunidad, esa
conducta es normal. Estamos frente a una persona adaptada. Por otro lado, es el comportamiento deseable,
lo esperable por el resto de la comunidad.
Por el
contrario, la "anormalidad" es lo raro, lo atípico, lo indeseable. Llevado
al campo de la salud, lo normal es lo saludable, y lo anormal es la enfermedad.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS)
es el estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus
propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede
trabajar en forma productiva y es capaz de contribuir a su sociedad.
Esto nos
lleva a preguntarnos sobre la locura, la cual se podría definir como un
comportamiento que rechaza las normas sociales establecidas. O también como la
desviación a la norma. El delirante es el desviado del surco. Antiguamente, se
veía a los locos como iluminados y se los creía cercanos a Dios. Pero más
tarde, la Iglesia, comenzó a considerarlos endemoniados, como una encarnación
del mal. A partir del siglo 17 se comenzó a encerrar a los locos. Aparecen la
ciencias, y la locura es vista como la antípoda de la razón. Aparecen los
tratamientos y las curas, el electroshock, el uso de insulina, el baño frio, la
lobotomía, etc. Y muchos años más tarde, la psiquiatría y la psicología.
El cine se
ha ocupado de diversas formas respecto de la locura. La guerra puede
considerarse un estado de locura generalizado. En "Senderos de Gloria,
1957", con Kirk Douglas, Stanley Kubrick
lo describió como pocos. Otro tanto hizo Michael Cimino con "El Francotirador"
(The Deer Hunter, 1979), una profunda reflexión sobre la sinrazón de la guerra
de Vietnam. No menos importante resultaba "One Flew Over The Cuckoo´s
Nest", aquí denominada "Atrapado Sin Salida", con la magnífica
actuación de Jack Nickolson, una persona privada de su libertad en función de
su enfermedad; o la alienación que
mostraba Meryl Streep en su personificación de Sofía a raíz de haber perdido sus hijos en un campo
de Concentración en "La Decisión de Sofía, 1982" del siempre
recordado Alan Pakula, y porqué no recordar aquella fuga desesperada del
"american way of life" hacia la libertad total que protagonizaban
"Thelma y Louise, 1991" en el soberbio film de Ridley Scott. La
mayoría de estos personajes no son anormales por naturaleza sino que la
anormalidad emerge de una situación vivida de carácter sumamente traumática que
los enferma y los marca para toda la vida.
En
"Loca Alegría", Beatrice (la extraordinaria Valeria Bruni Tedeschi) es
una mitómana compulsiva que está internada, en un nosocomio en la Toscana,
cerca de Lucca, donde parece estar bajo una "libertad condicional" porque
padece de una alteración que aparentemente le impide administrar su dinero en
forma correcta. Persona de familia adinerada, lo que desea es ejercer su
libertad, salir de la casa de retiro y vivir su vida. Allí, llegará Donatella
(Micaela Ramazzotti), una depresiva atormentada por un intento de suicidio y atontada
por un coctel de medicamentos que pretenden mantenerla dopada, y que caerá como
anillo al dedo, para que Beatrice la adopte como su protegida y la transforme
en socia de correrías, que no tardarán en suceder, unos días después de una
sesión de labor terapia en una chacra cercana.
El
espectador las verá vagar libremente por la vida sin rumbo fijo ni objetivos
concretos, solo disfrutando del placer de la libertad. Dejar de tomar una
medicación que sienten que no es una cura, o gozar de las cosas más banales. Y entonces
uno se preguntará qué tanto daño pueden llegar a cometer, tanto a sí mismas
como a terceros. Estas dos supuestas "anormales" no hacen otra cosa
que pagar con su libertad y un coctel inmenso de barbitúricos, los presuntos
"crímenes" de malgastar la
herencia familiar en un caso, o sufrir
una depresión extrema que la pone al borde del suicidio en el otro. Y esto nos
lleva a preguntarnos, quién es verdaderamente el dueño de nuestras vidas, cuál será
el juez nos tocará en suerte?.
Paolo
Virzi, escritor y director italiano ("Caterina Vá in Cittá", 2003);
("Tutta la Vita Davanti", 2008); ("La Prima Cosa Bella",
2010); (Tutti il Santo Giorno, 2012); ("El Capital Humano", 2014),
cuyo cine se enrola en la corriente que el cine italiano ha desarrollado con
más éxito en los últimos 20 años, ello es el cine de las relaciones familiares,
escribe y dirige esta comedia con enorme sutileza y talento, logrando un
perfecto balance entre drama y comedia, generando uno de los mejores filmes de
su ya vasta filmografía, diría a la par de su extraordinaria "La Prima
cosa Bella", con aquella gran actuación de Stefanía Sandrelli como una
madre caótica.
"Loca
Alegría" es sin duda uno de los mejores films del año, sustentado en la
escritura de un guión sin ningún tipo de fisuras, preciso y siempre
interesante, y una actuación inolvidable
de sus dos intérpretes principales. Es un film que está con la
autodeterminación del propio destino. Que cada uno es dueño de sí mismo y de sus circunstancias.
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