viernes, 27 de julio de 2018


EL AMOR CONTIGO de Silvio Soldini


ADOLESCENCIA TARDÍA Y SOCIEDAD LIQUIDA

El Amor Contigo puede ser vista como una historia de amor, pero también como la crónica del encuentro entre dos seres lisiados a los 40 años, una mujer que sufre de ceguera y un hombre que no ha podido trascender la adolescencia y es incapaz de asumir compromisos. Esa pareja compuesta por Emma y Teo, están magníficamente interpretados por Valeria Golino y Adriano Giannini.

El film de Silvio Soldini se interna en un estrato de esta nueva sociedad cuyos protagonistas son los jóvenes viejos, hombres de 40 años que han estirado su adolescencia y parecieran haber alargado esa etapa de la vida casi indefinidamente. Estos adolescentes tardíos están signados por la acumulación, pero ese fenómeno parece no manifestarse necesariamente a través de los bienes materiales sino también de los años. Acumulan experiencia tras experiencia difiriendo el comportamiento adulto hasta donde se pueda.

La modernidad liquida es una figura del cambio y la transitoriedad: los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo. Los líquidos, por el contrario, son informes y se transforman permanentemente. La característica de los solido es la duración. La de lo líquido es la fluidez. Zygmunt Bauman es el autor de esta teoría en la que observa un fenómeno de tránsito en una modernidad que va de lo solido a lo liquido cambiándose los valores existentes transitando de lo estable y predecible a lo flexible y voluble, provocando una metamorfosis en la que todo se transforma rápidamente dando lugar a un cambio permanente donde el único valor perdurable que queda es el poder del dinero.

A nivel individual comienza a desaparecer el apego. El olvido y el desarraigo aparecen como condiciones de éxito en la nueva sociedad. Esto provoca en el individuo una mayor flexibilidad, fragmentación de intereses y sentimientos. Hay una necesidad permanente de estar listo para el cambio, ya sea de tácticas, compromisos o lealtades. Aparecen los miedos a las relaciones duraderas y el individuo llega a preguntarse cuál es la conveniencia de la relación que tiende a perpetuarse.

Emma es una mujer soltera, osteópata de profesión que ha quedado ciega en su juventud. Vive sola, es responsable, busca y se brida hacia los demás. Una noche va a un lugar para lo ciego, un boliche donde priva la oscuridad en el cual las personas se conocen, hablan y juegan sin poder verse el aspecto de cada una.  Allí aparecerá Teo, casado sin hijos, que trabaja como publicista free lance, y conocerá a Emma. Teo se sentirá atraído de inmediato por ella, y como consecuencia de ello, tomará un turno para ser atendido en su consultorio. El romance estallará de inmediato.

Soldini se concentrará en la personalidad y en el devenir de Teo cuya procastinación es permanente. Él buscará siempre una excusa para zafar del compromiso. Y en consecuencia, irá delineando a ese adolescente tardío incapaz de tomar responsabilidades e ignorante absoluto de mal que es capaz de causar sobre los demás, ya sean seres queridos o compañeros de trabajo. Consecuencia de ello, el film resbalará hacia la comedia festiva y con ello perderá parte de la potencia de la crítica social que proponía en su principio. 

No obstante ello, el film de Soldini se ve con agrado. Lejos está de la Comedia a la Italiana de los 60 y los 70, pero sí muy cerca de los films de Nanni Moretti sin llegar a su profundidad conceptual. No obstante ello, es indudable el interés social del film que describe a través de Teo al eterno adolescente que caracteriza a la sociedad que estamos viviendo. Una sociedad que paradójicamente requiere de una ayuda que nadie pide ni es capaz de resolver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario