sábado, 28 de julio de 2018

MISIÓN IMPOSIBLE 6: REPERCUSIÓN de Christopher McQuarrie


NADA ES IMPOSIBLE

Con una apertura que rescata el espíritu de la vieja serie, aquella que daba lugar al engaño como motor principal de la acción que llevaban a cabo nuestros héroes, comienza este nuevo episodio de la serie cinematográfica que desde hace 22 años Tom Cruise ha tomado como propia.

Pero los parecidos con la serie de televisión que nos fascinó durante nuestra juventud terminan allí mismo. Mientras en el capítulo anterior, Nación Secreta, ponía su estilo en el film de suspenso (recordar la excelente escena que transcurre en la Opera de Viena), en esta nueva versión, el énfasis esta puesto en la persecución, en el film de acción pura.

Viendo el film de esta manera, es decir, como una parte de una serie cuya introducción constituye un homenaje a la propia serie televisiva y sus sucesivos actos se transforman en grandes escenas del género de acción, esta nueva obra presenta una coherencia y una fluidez narrativa que marca una diferencia y que la transforma en entretenimiento en estado puro. Son 2 horas 27 minutos de acción constante que constituyen un ejercicio de estilo interesante.

No obstante ello, después de la excelente escena introductoria, el espectador espera que el resto sea algo diferente. Obviamente, lo es en su estilo, pero las tres persecuciones que se desarrollan sucesivamente en Paris, Londres y Cachemira van cayendo en interés y dramatismo transformándose en un muestrario de las piruetas actorales de que es capaz nuestro héroe. En ese sentido, habiéndose hecho público que Tom Cruise ha realizado todas y cada una de las escenas de riesgo por sí mismo, es decir, sin utilización de dobles, no caben dudas que esta película lo pone a la cabeza de los actores de films de súper acción.

No hay duda que dentro del género toda la escena que transcurre en París puede convertirse en ejemplo de calidad cinematográfica dentro de su estilo. Combina acción, suspenso y persecuciones en dosis equilibradas, y la persecución por las calles parisinas seguramente será recordada como antológica dado que combina dosis justas de violencia, ritmo cinematográfico y belleza paisajista.

En cuanto a la música, Lorne Balfe, un compositor y productor británico, conocido por poner música a video juegos, y en el cine a Batman, la Lego Película, 13 Horas, Terminator Génesis, entre otros, ha estado a cargo de la musicalización dándole al film justamente esa impronta de video juego que por momentos la película asume. Su adaptación del tema principal de Lalo Schiffrin es una obra a tener en cuenta.

En síntesis, estamos ante una más de la serie cuya mayor virtud es generar un entretenimiento mayúsculo, capaz de generar casi dos horas y media de acción pura cuya que se pasa volando aunque posiblemente no vaya a camino a la historia ni como la mejor de la serie ni a marcar un hito dentro del género, pero si es una película hecha con sumo respeto por el espectador, especialmente dedicada a la logia de fans que la siguen. Obviamente, a esta altura de su carrera, para Tom Cruise nada es imposible.

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