LA AVENTURA AL LÍMITE
Becky pierde a su esposo cuando
él trataba de hacer cima en una de las montañas cercanas a Seattle. El
accidente tiene lugar debido a que uno de los ganchos que lo sostiene se
desprende sorpresivamente, dejándolo caer en el vacío. El hecho, la sumerge en
un duelo profundo, la abate una pena muy grande
y una angustia prolongada. Meses después, aparece otra de sus amigas que
la desafía a escalar una torre de telecomunicaciones de
600 metros de altura abandonada en medio de un
desierto.
Scott Mann, director de la
película, es un inglés que desarrolla su carrera cinematográfica en los Estados
Unidos. En este caso, escribe y dirige esta película filmada en el desierto del
Mojave, estado de California en los Estados Unidos de América, concentrándose
en una situación límite que pone a sus personajes al filo de la propia muerte.
Este es un film que trata
sobre un auto desafío, en este caso, el de dos escaladoras interpretadas por
Grace Caroline Currey (Becky) y Virginia
Gardner (Shiloh), cuyo objetivo es escalar una torre de comunicaciones
abandonada en medio del desierto, dotadas tan solo de un
par de zapatillas y el enorme entusiasmo que les genera llegar a esa cima.
En este juego entre la
vida y la muerte, ambos personajes adquieren una dimensión épica. Solas en
medio del desierto, irán en busca de su destino.
Como es lógico esperar en un thriller de suspenso
bien elaborado, las dificultades para subir a la torre son tanto o más
difíciles de sortear que las de bajar. Obviamente, la cuestión no será fácil de
resolver.
La simplicidad del argumento
desarrolla una trama que solo adquiere sentido en función de la pasión que
sienten por escalar. Pareciera en ellas existir un solo objetivo: llegar a la
cima. Pero la cuestión es más compleja. Se trata de un viaje de ida y vuelta
cuyas dificultades parecen ignorar.
La intención del film es mostrar, más allá de la aventura, que la actitud de las dos jóvenes escaladoras juegan inconscientemente exponiéndose al vacío sin ninguna clase de ataduras, y también, no asumiendo responsabilidad alguna de sus actos más allá de vivir al día a día e ignorando la existencia de un futuro.
El resultado de la trama
es una parábola sobre la supervivencia tan terminante como obvia, que deja
abierta al espectador la posibilidad de profundizar. Cabe agregar que la película es muy entretenida, deja verse, y en el mejor de
los casos, deja implícita la idea que haber alcanzado una cima no basta sino
que hay que tener fuerzas suficientitas para poder volver y poder transformar
el esfuerzo en experiencia, aunque a veces el costo a pagar sea demasiado alto.
Estamos ante una película
que deja mucho lugar para el análisis y la discusión. Es una propuesta
interesante para una cartelera anémica en títulos de interés, sobre todo para
todos aquellos que pretendemos ver un cine más ligado a la realidad que a la
fantasía. No quedan dudas que Becky y Shiloh, bien interpretadas por sus
respectivas actrices, dan credibilidad a su aventura y nos dejan pensando sobre
el conocimiento de nosotros mismos y
la necesidad de nuestros propios límites.
No hay comentarios:
Publicar un comentario