jueves, 23 de febrero de 2023

TODO EN TODAS PARTES AL MISMO TIEMPO de Dan Kwan y Daniel Scheinert

UNA MIRADA SOCIAL

Más que nada, resulta una película sorprendente. Con un gran sentido del humor, pasa revista a la mayor parte de los clichés en el que se vive en una sociedad capitalista abrumada por el incentivo al consumo y a la propaganda mediática.

Se trata de una película inclasificable, podríamos decir, narrado desde un punto de vista sumamente crítico, respecto de la actual sociedad de consumo, visto como una parodia de la realidad.

No obstante, su prolijidad narrativa avanza a paso seguro, a alta velocidad, apoyándose en un trabajo de edición interesante, que puebla la pantalla de iconos de una sociedad típica donde la venta de un producto se impone claramente por sobre todos hábitos de una persona, especialmente por aquella que disfruta de una vida que cree acomodada en la medida que alcanza un nivel de consumo satisfactorio.

“Todo en Todas Partes” es un film diferente que oscila entre la realidad y la ficción más pura. Una ruptura dimensional cambia una realidad por otra. El mundo entra en una crisis terminal donde aparece “una nueva” súper héroe, inmigrante china llamada Evelyn (Michelle Yeoh), la cual recibe la orden de salvar al mundo.

La situación no da respiro. Estalla una guerra, hay colapso ambiental y agitación social. La televisión muestra las imágenes del caos. No se observa ninguna posibilidad de encontrar una solución a una situación desesperante en el corto plazo.

Metáfora sobre el mundo actual,  sorprende de entrada como un falso documental pero termina interesando no solo por su propuesta fílmica sino por la propuesta de discusión que propone.

Como película inclasificable que no responde a los géneros, es una rara mezcla de humor y tragedia, drama y comedia al mismo tiempo, que termina provocando un estado de perplejidad a la vez que una reflexión sobre el estado de un mundo falto de comprensión y amor al prójimo.

El film resulta ciertamente original. No obstante, es imposible dejar de lado la sensación de extrañeza que transmite, la cual es permanente durante todo su metraje. Así y todo, su formal propuesta, su seriedad de objetivos deja atónito al espectador desprevenido generándole una incomodidad, invitándolo a seguir un análisis de lo visto después de acabada la proyección.

Su humor sorprendente, nos deja pensando a la salida del cine. Escrita y dirigida por Daniel Kwan y Daniel Scheinert (esta es su segunda obra y no he visto la anterior), es una película difícil de encasillar en los géneros, aunque no no es un film que capaz de provocar una revolución de los mismos. 

En su final, en las oficinas del gobierno, lejos del mundo y las estrellas, el film ironiza sobre un mundo burocratizado lejos de los sueños y las estrellas que pueblan nuestro firmamento y hace soñar con la existencia de un mundo mejor. 

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