Esta película japonesa que viene precedida de buenos
elogios es una obra simple pero contundente en defensa de los recursos
naturales y sobre todo un llamado de atención respecto de la necesidad de ocuparse
del medio ambiente, tratando de impedir toda impronta innecesaria que implique una acción humana que atente
contra ello.
La acción transcurre en un parque natural cercano a
Tokio. Allí la vida natural se lleva a cabo todos los días respetando el equilibrio entre la vida humana y las acciones de las
personas que lo habitan en ese espacio. Llevan una vida simple, se nutren del
agua de una cascada, crían sus animales, respetan sus tiempos de reproducción,
sus horarios se rigen por la luz solar.
De pronto, una empresa turística, alquila unas tierras en
ese mismo lugar con el propósito de generar campings vacacionales, lo cual, de la noche a la mañana
la vida de los aldeanos que viven en ese lugar se verá alterada como
consecuencia de la invasión turística que con otras formas de vida, cambiaran la
vida de ese lugar,
Obviamente, estamos ante una película cuya actitud está
lejos de anteponer los intereses pecuniarios
sobre los naturales. El film tiene un espíritu constructivo, acorde con la
idiosincrasia de un pueblo que ha vivenciado las consecuencias de un ataque
nuclear, y por lo tanto, su forma de ser resulta siempre positiva.
Para nuestro punto de vista, el film parece algo ingenuo
pero claramente nos deja una idea donde el positivismo siempre opera hacia
delante y en consecuencia la posibilidad de logros se acrecienta. El film es
claro, directo, y no tiene el menor atisbo de provocar discusión.
Su discurso se sintetiza en un “manos a las obras” que
sin lugar a dudas manifiesta la actitud de un pueblo que más allá de los
intereses personales tiene la capacidad de apreciar la convivencia sobre los
intereses propios y personales. No necesita la masificación ni la protesta. No
hay en la película un espíritu confrontativo. Tienen muy en claro que el bien
común los beneficia a todos.
Hablado en japonés y filmada color, con actores y director desconocidos, el film es una pequeña obra de arte que con un argumento muy simple, y un grupo de actores desconocidos, nos deja pensando, ya no en la película sino más bien en nuestro propio futuro como sociedad y sobre todo, nuestro propio devenir. La película se destaca en los pequeños detalles, donde sale a la luz el eterno conflicto entre extender la ciudad o mantener lo que se tiene. La vieja dicotomía entre tradición y progreso.
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