HICE MI TRABAJO, A PESAR DE SU INCOMPETENCIA… YO TUVE ÉXITO
DONDE USTED FRACASÓ… DESCUBRÍ A SU TRAIDOR… Y LE DI LA ÚNICA JUSTICIA QUE
MERECIA… UNA BALA.
Proveniente de la novela gráfica The Coldest City de Anthony
Johnston y con un muy buen guión de Kurt
Johnstad, narra una historia de espionaje en la cual una agente británica del MI6, prácticamente
la versión femenina de James Bond, debe recuperar una lista de agentes dobles,
es decir, espías que trabajan para dos bandos.
La persona enviada para recuperar la lista es Lorraine
Broughton, una experta en escapes y evasión. Especialista en inteligencia de
datos, en el combate mano a mano, y diestra en el manejo de las armas.
Magníficamente interpretada por Charlize Theron, la actriz y su magnetismo se
apoderan de la película.
El film la presenta como una espía sensual y salvaje,
dispuesta a todo para mantener viva su misión. Enviada a Berlín en 1989, un día
antes de la caída del Muro de Berlín, debe rescatar al portador de una lista
secreta de espías, para lo cual, debe asociarse con el jefe del contraespionaje
en la Alemania, sin tener nunca la seguridad de ser apoyada o traicionada.
La ciudad esta está dividida por el muro que divide a Berlín
en Este y Oeste. En el Este ejerce su influencia la Unión Soviética. Pero del
otro lado, ejercen el control tres países aliados: Estados Unidos, Inglaterra y
Francia. Los hechos son inminentes. La sublevación es imparable y el intenso tráfico
que genera tanto el espionaje como el contraespionaje hace que todo se vuelva confuso.
No solo existe una lista que complica a los espías sino también un mundo que se
acaba, otro que comienza, y un montón de facturas por cobrar por ambos bandos. Algunos
no están dispuestos a hacerse cargo. El agente británico James Gascoigne ha
muerto. David Percival es el nuevo contacto en Berlín pero se desconfía de él.
En realidad, no se puede confiar en nadie.
La dualidad es absoluta.
Ya ponderamos la actuación de la Theron. Creemos, además, que este film la catapulta y
la confirma plenamente como una nueva heroína del cine de acción, especialmente
tras el éxito obtenido el año anterior con la nueva versión de Mad Max. Con
ésta película, la Theron pasará a formar parte de un grupo de actrices
legendarias que se han destacado por décadas en el cine de acción y suspenso
dejando su huella, tal como la dejaron Marlene Dietrich, Bette Davis, Jane
Fonda, Sigourney Weaver, Jodie Foster y Angelina Jolie. El cine de acción
siempre ha tenido alguna heroína o alguna maldita que ha hecho historia. La
labor de la Theron es superadora porque su personaje no solo carece de piedad
sino que encarna la acción del lado de los supuestos buenos en un ámbito donde
claramente se carece de inocentes.
El cine ha puesto de moda las remakes y
secuelas. Aquí aparece un nuevo personaje con algunas reminiscencias e
influencias. Las espías mujeres no abundan en el cine, pero Lorraine Broughton
nos hace recordar a algunas heroínas. Está claro que Lorraine carece del
glamour de la inolvidable Ilsa Lund que interpretara Ingrid Bergman en
Casablanca. Pero si consideramos la cuidada estética de Atomic Blonde, vemos
que utiliza una magnifica gama de grises entre el blanco y el negro homenajeando
a grandes films de aquella época como El Hombre que Volvió del Frio. Pero en lo
puramente esteticista, recuerda a Modesty Blaise (1966), la espía que compuso
Monica Vitti de la mano de Joseph Losey que se volvió en un ícono pop en su
época. El film generaba un modelo que se distinguía no solo por su liberalidad
sino por su luminosidad. Modesty marcó una época con su color, corte de pelo, y
su estilo de ropa. El diseño de Atomic Blonde copia estas ideas para crear una
imagen iconográfica que lo remite al noir, al que al que lo actualiza y re
estiliza en una gama de blancos y negros.
Un notable trabajo de ambientación. En lo temático y en lo violento
aparecen otros films más recientes como las obras de Luc Besson: Nikita y Lucy,
y el film de Angelina Jolie, Salt en
2010. Resulta una película que en su factura excede largamente su pretensión de
mero entretenimiento.
El film es prácticamente una ópera prima del actor, stunt y
ahora director David Leitch cuya experiencia en la dirección cinematográfica se
limitaba a la dirección de algunas escenas de John Wick, deja en claro que su larga
experiencia en el cine de acción no ha sido en vano. Leicht tiene varios
aciertos como filmar las escenas de acción en medio plano dando una gran
fisicidad a todo la película remarcándola como una autentica pieza de los films
de superación. Pero también es destacable el ritmo pausado que deliberadamente
genera en las escenas del interrogatorio a Lorraine por parte de sus jefes del
MI6 para construir cinematográficamente la columna vertebral del relato. Este
interrogatorio es el tiempo presente del mismo, mientras que la verdadera
acción no es otra cosa que las respuestas de Lorraine sobre lo sucedido que
ahora es investigado para cerrar el caso.
Debemos dejar en claro que, además, parte de los méritos de
la labor de Leitch se respaldan en el excelente guión de Kurt Johnstad, una
obrita de ingeniería literaria que no solo acierta en del desarrollo de las
acciones sino que acierta y luce especialmente en el interrogatorio a la que es
sometida la protagonista, donde la excelencia y la brillantez de diálogos
punzantes y llenos de réplicas inteligentes dan una idea cabal del mundo dual
que se vivía en aquella época y de las dificultades de mantener relaciones
diplomáticas formales sin caer en el cinismo del espionaje.
James Mc Avoy, John Goodman, Toby Jones, Eddie Marsan
completan el excelente elenco. La banda sonora es impecable y contiene grandes
temas de los ochenta donde no faltan David Bowie, Queen y Depeche Mode.
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