UNA MUJER BRILLANTE
Si bien estamos ante una especie de biopic, lo cierto es
que la narración de Mimí Leder se focaliza solo en un periodo de 20 años en la
vida de Ruth Bader Ginsburg, aquel que transcurre desde su graduación en
Harvard en los años 50 hasta el momento en que ella gana un juicio que la hará
famosa a principios de los ´70, en el cual los jueces admiten que el famoso “no
ha lugar” produciría una discriminación de sexo contrariando el espíritu de
justicia que persigue la ley.
No obstante ello, la directora del film se ocupa por pintar
adecuadamente a este mujer no solo como una gran luchadora social, sino también
como una esposa fiel y abnegada, una madre ejemplar, una perseverancia muy
especial que no sabe de derrotas, que le permite mantener siempre el espíritu
alto, una fe inquebrantable, un claro sentido de la rectitud y el
convencimiento de encontrar la amplitud y el correcto sentido de la ley.
Otro punto de importancia que aparece en el film es la
necesidad de aplicar siempre el sentido común. Si bien en el film prevalece la
idea de la igualdad de género, en el caso elegido y expuesto el imputado no es
una mujer sino un hombre que no puede ser condenado al pago de un impuesto dado
que sus condiciones socioeconómicas no se lo permite.
Mimí Leder relata la historia de esta brillante mujer en
tono de comedia pasatista, ágil y por momentos brillante, colgada de un fino
hilo de suspenso logrando no solo una acertada semblanza femenina sino también
una película agradable de ver donde las ideas de igualdad de género quedan
claramente expuestas y expresadas. El interés de la película no decae nunca y
entretiene con recursos genuinos.
Más allá de algunas convencionalidades y previsibilidades
en el desarrollo del guión, el film se impone como un entretenimiento que
alarga el metraje innecesariamente, aunque mantiene su interés sin decaer en
ningún momento dado que el tema que trata, tanto como las buenas actuaciones de
Felicity Jones y Armie Hammer como el matrimonio Ginsburg, logran atrapar al
espectador lealmente con un tema de indudable interés. La lucha por los
derechos humanos y sociales es una bandera que siempre debería flamear más allá
de todo color de piel, religión, o pensamiento político.
Ruth Ginsburg vive, ha sobrevivido a su marido, forma parte
de la Corte Suprema de Justicia en los Estados Unidos de América, y ha
facilitado con su voto leyes tales como la del aborto, a la vez que siempre se
ha manifestado a favor de los derechos de las minorías.
En el día de la Mujer, esta es su película !!
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