miércoles, 14 de abril de 2021

LA FUERZA DE LA NATURALEZA de Michael Polisch

DEL OTRO LADO DE LA LEY (en Netflix)

Un huracán está amenazando la tarde en la ciudad de San Juan de Puerto Rico. El viento y la lluvia comienzan a azotar a la ciudad costera. Un par de policías, un hombre y una mujer, son notificados que deben evacuar un edificio lindante de la playa. Cuando se encuentran en el lugar, se llevarán una sorpresa mayúscula. Un gánster despiadado y su secuaz están intentando robar una obra de arte de un anciano que vive en el edificio evacuado. La obra es un cuadro renacentista. El verismo y el absurdo se dan la mano.

Michael Polisch transforma en imágenes a puro nervio y acción un argumento convencional transformando un film catástrofe en un policial negro. No obstante ello, el drama esbozado de la inclemencia climática se transforma de la nada  en un film de súper acción, que se encierra y transcurre íntegramente en un edificio, dándose el director el gusto de filmar la mayor parte del mismo eligiendo un medio plano que nos mete de lleno en la acción y no nos suelta hasta el final.

Ese medio plano supera largamente las posibilidades expresivas que contiene la convencionalidad del guión original generando un punto de vista particular que coloca al espectador prácticamente dentro de la pantalla. De esta manera, un guión coherentemente desarrollado pero no menos convencional, interpretado por muy buenos actores y acompañado de una  adecuada puesta en escena encerrada en un edificio de departamentos, en medio de una lluvia torrencial logra generar un clima muy particular a través de una serie de acciones que, en medio de una violencia implícita, generan un ambiente intimista a la vez que realiza una descripción humana de cada uno de los personajes, dando la posibilidad que en el aquelarre de violencia generado, puedan lucir las labores actorales.

La situación descripta expresa la incongruencia entre objetivos y resultados. Por un lado, dos policías tienen la misión de desalojar un edificio para proteger a los habitantes del mismo de una feroz tormenta. Por otro lado, ambos policías se ven forzados a intervenir en una situación de violencia extrema dado que se encuentran con un par de ladrones que están dispuestos a matar o morir para robarse el cuadro.

La situación de encierro que plantea la película permite a Polisch indagar más finamente en las psicologías esbozadas en forma simple en un guión que obviamente abreva en el cine de súper acción más que en lo psicológico. Ray, el personaje de Mel Gibson, destila la sabiduría de la experiencia. Un hombre curtido en mil batallas que ahora se ve incluido en una situación que bordea lo ridículo casi sin poder hacer nada. Cardillo, interpretado por Emile Hirsch y Troy, Kate Bosworth son dos policías novatos que se ven involucrados en una situación criminal cuando su  objetivo era simplemente desalojar el edificio. David Zayas es el criminal cuyo objetivo es llevarse un artístico botín en medio de la gran tormenta que lo ha sorprendido a todos.

A pesar de todas las opiniones en contra que he leído, para mí, el film de Polisch supera las expectativas que tenía, entretiene en forma adecuada, y desarrolla un punto de vista que atrapa al espectador y no lo suelta hasta el final.

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