EL TÍO JOHNNY
El cineasta norteamericano Mike Mills tiene en su haber tres
películas realizadas durante una década y media. Su ópera prima fue THUMBSUCKER
(2005), cuyo tema fue la angustia adolescentes. Su segundo trabajo se denominó PRINCIPIANTES
(2010), constituyendo un homenaje a su padre. Y su tercera obra, MUJERES DEL
SIGLO XX (2016) se basó en la experiencia de su madre durante su infancia. Las
tres obras tienen una impronta documental aunque son obras de ficción. En esta
misma línea encara su cuarta obra actualmente en cartelera.
En C´Mon… Johnny
es un periodista de radio que hace exteriores, viaja por todo el país, y
entrevista a niños entre 6 y 12 años preguntándoles acerca de su mundo y el futuro.
La enfermedad de su cuñado, obliga a su hermana a acompañarlo a una internación
hospitalaria, atender a su marido y
dejar en manos del periodista el hacerse cargo de cuidar a su sobrino Jesse de
7 años. Esta situación cambiará la vida de Johnny acercándolo a una nueva
experiencia. Los niños dejaran de ser los entrevistados. Ahora deberá
involucrarse en el mundo real de su sobrino abandonado poniendo en juego sus
propias emociones.
El film, en
blanco y negro, pretende dar una
impronta testimonial. Al ver y escuchar las entrevistas de Johnny, el director
nos descubre una visión esperanzadora
del futuro. Las respuestas de los niños suenan reales, dando una
sensación de documental.
Pero la experiencia personal se impone sobre la cruda
realidad. Johnny deberá hacerse cargo temporalmente de su sobrino. Consecuencia
de ello. Tío y sobrino emprenderán una aventura conjunta, llevando las
circunstancias, donde la vida del periodista nos lleva de ciudad en ciudad.
El film se transforma en una “road movie”, donde sus dos
protagonistas caminan y conversan por las ciudades, a raíz de lo cual, Jesse comienza
a sentir la existencia de una figura paterna hasta ahora ausente, y Johnny, un
hombre soltero, ejercita la paternidad como una experiencia de vida real, totalmente
opuesto a la virtualidad de su trabajo entrevistando niños en la radio. Por
otro lado, Jesse también rencuentra la relación afectiva con su hermana, de la
cual se había alejado por aquellas cosas propias de sus vidas.
La película comienza a estirarse con el estereotipo del
niño abandonado y rescatado por su Tío, quien trata de cumplir no solo con su
trabajo sino también con su sobrino, quien, realiza visitas a una serie de ciudades que van
desde Detroit a New York City, y desde allí a Los Ángeles, para luego ir a New Orleans. Todo con el niño a cuestas, la película
se torna monótona, reiterativa y pierde credibilidad. Y ello ocupa la mayor
parte de la película.
La fotografía de Robbie Ryan en blanco y negro realza
tanto la soledad de los tres protagonistas como la carencia de afecto y emoción
que hacen sentir las grandes ciudades. Jesse y su sobrino deambulan por calles
y avenidas donde el contacto humano es escaso y las llamadas por teléfono a su
hermana para poder hacer realidad la relación madre / hijo, no hacen otra cosa
que recalcar el frio de la soledad y la distancia que se acentúa en las grandes
ciudades.
En síntesis, se trata de una película sobre la figura del
padre ausente, la necesidad de establecer un equilibrio entre la sobre protección
y el abandono, los errores que se cometen como padres y muchas veces, la falta de
cariño hacia sus hijos. El film también nos dice que el niño no es ajeno a la
realidad, sino que participa de ella y la entiende a su manera de acuerdo a su
grado de desarrollo. En ese marco, explora y se encuentra a sí mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario