jueves, 21 de abril de 2022

EL JOVEN AHMED de Jean Pierre y Luc Dardenne

 OSCURIDAD Y RADICALIZACIÓN

Ahmed es un niño adolescente, que practica la religión musulmana. Vive en un pueblo pequeño de Bélgica. El Imán Youssouf lo introduce en materia religiosa. Pero hay un problema. Su imán es políticamente un radical, y en consecuencia, está inculcando a Ahmed ideas violentas. Consciente de la juventud y maleabilidad del niño, lo está transformando en un fanático religioso capaz de morir por una causa.

Sin un padre en el hogar, Ahmed recibe de su Imán pura ideología, lo cual lo ciega y arrincona, transformándolo en un adolescente cuestionador y violento, incluso con sus familiares directos. Por ejemplo, reprende a su madre por beber vino y no usar hiyab. De la noche a la mañana comienza a actuar como el dueño de la verdad, e intenta ejecutar justicia de carácter divino.

Ahmed (Idir Ben Addi), guiado por su imán se vuelve cada vez más estricto en sus prácticas religiosas, lo que lo ubica en desacuerdo con las costumbres más abiertas de su escuela e incluso de su propia familia. Cuando Ahmed decide llevar a la acción sus pensamientos radicales, termina internado en un centro de detención / rehabilitación para jóvenes. En ese lugar se desarrolla la mayor parte de la los 84 minutos que duración que tiene esta película, donde Ahmed continúa su lucha para encontrar su camino entre sus principios estrictos y su adaptación a un mundo moderno.

En el centro de menores, Ahmed es tratado con respeto por su asistente social, psicólogo y maestros, pero el personaje nunca exhibe muestras de arrepentimiento del mal hecho. Tampoco se llega a saber si el personaje  está dispuesto a cambiar o si está planeando en silencio otro atropello. Como parte de su rehabilitación, lo envían a una granja donde se hace amigo de Louise, la joven hija del granjero, pero ni siquiera un beso de ella despierta en él un sentimiento.

El joven actor Idir Ben Addi interpreta a  Ahmed, un niño de 13 años con anteojos y aspecto de estudioso, que muestra una devoción inusual para un niño de su edad que adhiere repentinamente a un fundamentalismo religioso al que se entrega en cuerpo y alma. No obstante, la película no es un ataque al Islam, sino una afirmación de que cualquier idea que se considere a sí misma como la única creencia verdadera es la antítesis de ideales de la tolerancia y libertad religiosa.

El director Jean-Pierre Dardenne dijo: "Los fanáticos no escuchan al mundo exterior; construyen un muro entre ellos y el mundo. Su único objetivo es que los demás sean como ellos, sin importar costos".

El film carece de una trama, de una estructura clásica que le permita llegar a un objetivo claro. Intenta el estudio de personajes, pero el personaje principal es demasiado plano, poco realista. La película intenta desarrollar la idea de aceptar a las personas como son, incluso aquellas que sean violentas y hayan intentado lastimar. Deja entrever que siempre existe una posibilidad de cambio.

Esta última realización de los Dardenne fue galardonada en el Festival de Cannes de 2019 con el premio a la mejor dirección. Está lejos de ser una de sus mejores obras. Es reiterativa y por momentos vaga sin encontrar su rumbo. No obstante, es una obra claramente crítica sobre los fundamentalismos, tratando de exponer, en este caso, las consecuencias de la agresividad de las ideas cuando el sujeto se fanatiza en función de su Dios.


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