sábado, 7 de octubre de 2023

El CONFORMISTA de Bernardo Bertolucci

A LA SOMBRA DEL FASCISMO

El conformismo es un estado mental en el cual las la personas se comportan aceptando situaciones y condiciones de vida  por el hecho de creer que no les conviene intentar un cambio. Su característica es el hombre que espera.

Clerici, el protagonista de esta película interpretado por el francés Jean Luis Trintignang, es un hombre que arrastra un trauma desde su infancia. Es profesor de filosofía, y está por casarse. Vive en Paris a fines de los años ´30. Sus ideas son fascistas y está a punto de cometer un atentado.

La película, rodada en 1970 por el director italiano Bernardo Bertolucci, es un re estreno basado en la obra literaria de Alberto Moravia que pinta un hombre común que comete un asesinato para poder integrarse a una sociedad que está a punto de hacer estallar una guerra. También tiene que ver con un episodio traumático de la infancia del personaje, un asesinato a traición en un bosque durante su infancia, en un bosque, filmado con gran destreza por el realizador italiano. 

Ese hombre es Marcello Clerici que tempranamente se une al partido fascista con el propósito de ser uno más y para demostrar su pertenencia, decide asesinar a una persona. Nunca se sabrá por qué, pero cabe suponer que de esa manera se transforma en uno más, capaz de matar sin motivo por el solo hecho de pertenecer. Un signo cruel totalmente vacío. Para ello, años antes se había unido al partido fascista de Italia. El film es una cruel parábola sobre el hombre masa y una época de extravismo.

El film opera como una metáfora de la integración, lo cual hace prevalecer la pertenencia sobre la integridad del individuo. Debemos recordar que la acción transcurre en Paris en 1938, y que durante eso años se gesta la toma de Paris por las fuerzas alemanas, lo cual da origen a una matanza superior como es el comienzo de una guerra.

La película se transforma en una gran metáfora sobre el tiempo y la época. Las dos guerras mundiales sufridas entre 1915/17 y la segunda guerra mundial (1939/45), provocan una época de violentas interferencias que incluyen la gran depresión de los años ´30 en Estados Unidos, época donde pareciera que la criatura humana no haya sido respetada o careciera de valor.  Los crímenes de guerra se volvieron moneda corriente, el respeto por la persona se minimizó.

El personaje de Jean-Louis Trintignant  personaliza a un siniestro personaje capaz de pasar desapercibido y a su vez, tener la maldad de matar impunemente y sin remordimiento alguno, tan solo porque alguien le ha dado esa orden, transformado en una máquina que responde al designo de un momento o una época donde el valor de la persona humana fue menospreciado.

La película se basa en un hecho real, inspirado primero en la novela de Alberto Moravia que a su vez recrea  un momento acaecido durante la juventud del escritor, quien describe el accionar de un cobarde y acomodaticio, que se enrola tempranamente en el fascismo y mata por encargo a un intelectual marxista, transformando la obra en una gran denuncia contra los horrores del pensamiento diferente y la devastación cultural europea generada en el periodo entre las guerras, dando a la vida un valor insignificante.

La revisión del film a casi 53 años de su estreno en medio de una cartelera  bastante anémica de buenas películas, es un hecho de festejo toda vez que es presentado en una copia nueva en la cual resaltan las virtudes cinematográficas del gran maestro Vittorio Storaro, quien tuvo la responsabilidad de fotografiar el film. Además, en la película, también brillan las actuaciones de Dominique Sanda y Stefania Sandrelli, quienes más tarde se trasformaron en dos actrices significativas de aquel cine.

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