miércoles, 18 de octubre de 2023

MILAGRO de Bogdan Apetri

EL CLASISIMO DEL ESTE

El cine rumano (La Noche del Señor Lazarescu, 2005, Bucares, 2006, Cuatro Meses, Dos semanas, Tres días, 2007), ha generado obras de singular importancia. El director Bogdan Apetri  contribuye a ello con su segundo film, un nuevo policial de características ortodoxas que utiliza para construir una parábola de orden moral, muy bien lograda donde sobresale un cine construido de planos de cortísima duración que conforman una cadena narrativa muy coherente siguiendo la tradición del policial ortodoxo.

La película cuenta dos historias. En la primera mitad, la de Cristina, una novicia que escapa de un convento para hacerse un chequeo médico que hace suponer un embarazo. Ella es una mujer joven y ciertamente  vulnerable. En esta parte,  el director busca describir más al personaje que a sus acciones. En la segunda mitad, va hacia lo general. Un país que formó parte del detrás de la Cortina de Hierro, y ahora  se ha se ha europeizado y comienza a mostrar las mismas características del continente que lo contiene.

Apetri parece interesarse en la despersonalización originada en la europeización del continente, la pérdida de costumbres, de la fe en la religión, de la banalización y despersonalización del individuo.

El director utiliza muchos primeros planos,  con un trabajo minucioso de montaje, tratando de retratar la vida de su principal protagonista, filmando libremente. El personaje comienza a mostrarse y aparece Cristina, quien comienza a dejar intuir que ella esconde un secreto que la conmociona y condiciona.

La película está muy bien lograda. Abreva en el cine clásico del este de Europa, narrado con claridad de conceptos, luces y sombras que destacan las acciones, y dejando cobrar vida a un personaje casi monopólico, una mujer jovencita, atractiva muy bien interpretada por la actriz rumana Iona Bugarin, que consigue interesar al espectador con una historia narrada en forma convencional pero siempre interesante por su tema, utilizando la forma del film de suspenso para narrar un acto de su vida privada reñido con las buenas costumbres y los principios morales.

Por otro lado, los aspectos técnicos del film son irreprochables. La convincente actuación de la protagonista principal, y tanto la fotografía del Oleg Mutu como del acompañamiento musical son destacables y colaboran a crear un clima de suspenso que se mantiene a lo largo del film.

El film es una pequeña joya del cine de suspenso, totalmente lograda, que se sostiene en la mano firme de un director talentoso que utiliza el montaje en forma muy expresiva, narrando una historia que adquiere la forma del suspenso para narrar un hecho intimo que le cambiará la vida.

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