miércoles, 25 de octubre de 2023

EL JUSTICIERO de Antoine Fuqua

TERCERA PARTE

Holywood ha aprendido, desde la creación misma del cine, que a un éxito se le debe sacar el jugo. En este caso, la dupla ganadora es Denzel Washington / Antoine Fuquea, actor y  director respectivamente, quienes supieron ver el simple negocio de crear un justiciero de los tiempos actuales y sacar de ellos historias convencionales, casi siempre atrapantes.

A diferencia de las anteriores, esta es una de pura acción. No para nunca. Nuestro justiciero se ha trasladado a Italia, donde parece haberse afincado, encontrado un lugar en el mundo, y retirado deseando tener una vida tranquila. No obstante, observando a su alrededor percibe que la injusticia está presente, donde pequeñas mafias locales se aprovechan de la gente.

El hombre no aguanta mucho la injusticia, y en la primera de cambio, y de acuerdo con su carácter, se da cuenta que no tiene más remedio que meterse en el medio, es decir, hacer justicia por mano propia. La violencia callejera de en un pequeño pueblo italiano del sur de Italia lo activa, le impide descansar y disfrutar de sus merecidas vacaciones.

El americano solitario es un viejo lobo que, además, y como la justicia no existe, el hombre pasa directamente a la acción. Busca su pistola, la enfunda y se transforma en “el justiciero”. Es un hombre que sabe hacer justicia por mano propia. Inexorablemente, eso lo llevara a enfrentarse con la mafia local, entrando en una vorágine de trompadas y tiros que hacen valer su propia idea de justicia logrando la paz de sus vecinos.

Podemos decir que la sociedad está plagada de injusticias. También que la supuesta justicia no existe, o responde a otros intereses. Pero estas disquisiciones no tienen que ver con el film cuyo propósito es solo ser un buen entretenimiento, una de acción con un personaje carismático que llena la pantalla de trompadas y tiros, hasta que el barrio recupera la paz, y contentos y felices, todos pueden volver a descansar.

Denzel Washigton es un gran actor. Con este personaje ha encontrado “la horma de su zapato” para llenar sus horas libres y poder facturar cuando tiene tiempo de sobra. No obstante, no hay duda que contribuye con su presencia a crear un personaje, un justiciero que más que impulsado por la ley parece un ser sediento de venganza, que opera y cumple sin ningún tipo de culpa ni remordimiento.

La película, obviamente, entretiene, está bien actuada, el suspenso muy logrado y las escenas de acción perfectamente coreografiadas. El barrio italiano del sur de Italia donde transcurre la acción es un pequeño paraíso en el cual, sin duda, nuestro héroe merece descansar y pasar algunas dulces noches  de sueño.

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