En la línea del nuevo cine italiano, expresándose ya sea a través del cine o la televisión, tratando
de distanciarse del viejo neo realismo, y poniendo la visión en los problemas de
hoy en día, esta semana tuvo lugar el estreno de Zamora, una obra amena que trata
de nutrirse de la realidad.
A principio de año, Nanni Moretti trataba de despedirse
el viejo cine italiano tratando de despegarse de la impronta neorrealista, ubicándose
en la nueva realidad de un país ahora desarrollado donde uno de los mayores
atractivos no es solo es su capacidad turística sino el futbol. Esa despedida
ya es una realidad.
Se trata de una nueva comedia centrada en la vida
cotidiana, donde el personaje central es un tal Zamora, un hombre joven que se gana la vida trabajando como empleado de comercio, como vendedor en una
zapatería. El personaje representa al italiano promedio. Un tipo de clase media
al cual no le sobra nada pero que se las arregla bastante bien vendiendo zapatos..
Neri Marcore es actor, imitador y conductor televisivo y radiofónico,
y ahora también director de cine, descubre un actor de un gran carisma llamado
Alberto Paradosi, quien se pone la película al hombro desplegando, además, una
notable versatilidad para dirigir una comedia.
El film está basado en una novela de Roberto Perrone, un
escritor y periodista deportivo del Corrieri della Sera fallecido el año pasado,
y protagonizado por Walter Vismara, un
joven actor italiano, que asume el papel
de un joven apasionado por el futbol que, ya pasada su adolescencia, aún
permanece en la casa de sus padres.
Vismara está por perder su trabajo pero provisionalmente consigue
ser trasladado a otra dependencia en Milán, donde su nuevo jefe es un fanático
del futbol que organiza partidos dentro de la empresa. El joven no destaca como
empleado, pero su jefe descubre que es un buen futbolista y se luce como arquero.
En consecuencia, es ayudado por su propio jefe, casualmente, un ex arquero que
conoce los todos los secretos del puesto.
La película es despareja porque mezcla los problemas de
la vida familiar del protagonista con su vida amorosa y laboral. No obstante
ello, logra mantener un equilibrio narrativo que sin llegar a profundizar en la
trama, consigue interesar el entretener con buenas artes.
Esta película recientemente estrenada en cines, y “El
Candestino”, miniserie dirigida por Rolando Ravello, programada en Netflix y protagonizada
por Edoardo Leo, un actor de excelencia, ambas actualmente en sus respectivas carteleras, colocan a la cinematografía
italiana en un lugar de privilegio entre
los estrenos de cine y de Netflix, respectivamente.
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