TODO PARA SER FAMILIA
Esta nueva comedia americana, estelarizada por
Bobby Cannavale y Robert De Niro en los principales papeles, nos cuenta la
historia de una familia disfuncional a toda carrera, sin dar respiro, logrando
salir adelante describiendo y contando un día de un divorciado que vive solo,
lejos de su familia, en la ciudad de Nueva York.
Max Bernal está separado de su mujer, intenta
criar un hijo autista, a la vez que da lugar y acoge a su propio padre
transformando ese ámbito en una familia numerosa, que da lugar a la entrada y
salida de todo tipo de gente.
El director muestra una extraordinaria destreza
narrativa donde destaca tanto la puesta en escena como la actuación de sus
principales intérpretes. Uno de sus objetivos es lograr airear su película.
Otro, el más importante, narrar un día de una familia unida por los afectos.
Max es un comediante de stand up que está a punto
de dar un gran salto profesional cuando le estallan conflictos de
comportamiento escolar de su hijo Ezra, un joven que padece autismo y es
expulsado de su escuela, con un pedido que sea transferido a un colegio especializado.
Su mujer se ha ido de la casa harta de los
problemas familiares. Ella ha
abandonado a su marido junto a su hijo, y como colmo de males, también se hace cargo
de su padre (De Niro), un hombre mayor que no tiene donde ir a vivir.
El mérito mayor de Woldwing es sacar del encierro
a sus personajes y desarrollarlos en un ámbito aireado que da lugar a una
comedia dramática que de a poco se va transformando en comedia pura.
Si como vivir en Nueva York no fuera complicado,
el protagonista es invitado a participar como actor de cine en una película de
Hollywood, lo cual le permite trabajar en su profesión, ganar unos dólares, y llevar a su hijo de vacaciones a la costa
oeste, lo cual, profundiza el conflicto familiar.
Lo notable de este guionista y director americano
es que nunca pierde el equilibrio, logrando que la película entretenga con
buenas artes sin manteniendo en todo momento su equilibrio narrativo.
Iniciada como comedia, por momentos se transforma
en road movie, sin perder el hilo principal de su argumento, ni el aspecto emocional,
donde brilla la perseverancia y la voluntad del protagonista que siempre tiene
la virtud de seguir hacia delante señalando un camino que no es otro que el de
asumir la responsabilidad de la crianza de un hijo. Ezra no acepta que la madre
del niño autista lo mande a un colegio para chicos con problemas. Al mismo
tiempo realiza una crítica al Estado que se entromete demasiado en su vida familiar.
La película destaca a figura paterna, pero sobretodo, y la necesaria convivencia
familiar donde madre y padre siempre están presentes cuando el niño los
necesita. No obstante, el film trata de una situación donde la separación de
los padres genera un conflicto por la tenencia del niño. No obstante, el film
remarca que tanto madre como padre lo son siempre, cualquiera sea el estado
marital que conllevan.
El film no solo brilla por su calidad artesanal
sino también por su amplitud de criterio. Bobby Cannavale sobresale por su
actuación como el padre del niño, y también, por su excelente trabajo de
dirección, tanto de actores como de la película toda.