Un Recuerdo Nefasto
Basada en hechos reales, el film, visto desde el
periodismo, relata un acontecimiento que nos avergüenza como seres humanos. Se
trata del ataque que propinara el 5 de setiembre de 1972 la organización
terrorista Septiembre Negro contra la Villa Olímpica de Múnich donde el día 26
de aquel año habían comenzado la Olimpiada XX.
Aquel día, un comando terrorista palestino asesinó a dos atletas israelíes, y
tomaron como rehenes a otros nueve, reclamando la liberación de más de
un centenar de presos, generando una masacre donde murieron 9
rehenes y un oficial de la policía de Alemania Occidental, como también 5 de
8 terroristas que habían participado del ataque a la villa Olímpica.
El día siguiente fue de
duelo mundial. El mundo se sentía consternado. A pesar de lo ocurrido, los juegos
consiguieron seguir con normalidad. Solo fueron suspendidos tan solo por
veinticuatro horas. No obstante, algunos atletas abandonaron la villa olímpica
de Múnich sin alterar su desarrollo. Esta versión de los juegos constituía la
primera entrega en vivo y en directo para la televisión mundial.
El film, concretamente,
se concentra en la figura de un periodista, Geoff (John Magaro), un periodista de la cadena deportiva americana ABC, que lejos de
enfrentar a los terroristas, trata de seguir los hechos sin moverse
desde donde se encuentra atrapado por los acontecimientos. Es un
periodista que se encuentra en una situación inesperada, y lejos de tratar de
escapar de la situación en que se
encuentra, decide seguir transmitiendo las noticias a través de llamadas
telefónicas. Su nombre es Roone Arledge, interpretado por el actor Peter
Sasgard, que obviamente, se roba la película en una actuación inolvidable,
donde pone a su disponibilidad toda su ductilidad interpretativa. Lo acompañan en el cast Roone Arledge, Leoni
Benesch y Marvin Bader.
El film se transforma en una verdadera obra
maestra en su género, el hecho periodístico en sí mismo, un ataque terrorista
que encuentra al periodismo en el lugar de los hechos. El mismísimo “en vivo y
en directo”, donde ellos podrían haber sido las víctimas de los propios
terroristas que azolaban el canal de televisión.
Esta película es una obra cuya trascendencia
resulta sorprendente por su perfección narrativa, el nivel de sus intérpretes y
sobre todo, la calidad de su puesta en escena que sin lugar a dudas, atrapa al
espectador con honestidad y mejores recursos.