UN JUEGO DE ESPEJOS
Francois Ozon es un
director ecléctico. Va de un tema hacia otro de la misma facilidad que transita
los géneros. No cabe duda que tiene una habilidad especial para hacer cine, y
si bien La amante Doble tal vez no sea su mejor película, deja en claro su capacidad
de realizador todo terreno.
En esta nueva obra
desarrolla una trama de alto voltaje erótico. Marine Vacht es Cloe, una mujer
joven que padece dolores abdominales psicosomáticos, razón por la cual, su
ginecóloga le recomienda una consulta con un psicoanalista. La ginecóloga no
está equivocada. Cloe arrastra problemas profundos que atentan contra su
estabilidad emocional desde el momento mismo de su gestación en el vientre
materno. Ello la ha sumergido en una gran soledad, la ha llenado de temores y
dolores que van más allá del dolor físico. Su trabajo de vigilancia en el Museo
de Arte Moderno la pinta como una solitaria cuyo deber es mantener el orden y
el silencio imperante en la sala, dos cualidades que parece haberse impuesto
también a sí misma. En su casa, solo cohabita con un gato.
En la primera
visita que Cloe realiza al Dr. Paul Mayer, este se enamora de ella.
Rápidamente
se van a vivir juntos. Todo indica que la felicidad ha llegado a su vida. No
obstante, hay algo que la incómoda. Un día, volviendo de su trabajo, cree ver
una persona que confunde con Paul. ¿Quién es esa persona que parece un gemelo
de su novio?
En este punto Ozon
nos introducirá en un complejo mundo de espejos donde la figura del doble se
repite una y otra vez. ¿Qué relación hay entre Paul y esa nueva figura que
tanto se le parece? ¿Son acaso hermanos mellizos? ¿Por qué Paul nunca le ha
hablado de ese otro? En una escena observamos una conversación entre dos
personas, pero la escena refiere a alguien hablando con una imagen que refleja
un espejo: nunca los personajes aparecen hablando directamente entre sí.
En La Amante Doble,
el personaje principal Cloe se enamora de dos hermanos gemelos. Al menos, eso
es lo que parece. Pero también los gemelos pueden ser una representación de los
lados opuestos de una misma personalidad. El lado bueno y el lado malo de cada
uno. François Ozon propone el misterio de los hermanos gemelos en un juego de
espejos que mantiene hasta el final. Cuando de repente parece estar todo
aclarado, y creemos que el film es un homenaje a David Cronenberg, y en
particular a Dead Ringers, entonces una enorme vuelta de tuerca del relato nos
deja en soledad.
La película es
absorbente y te obliga a participar. Su visión implica prestar atención, pensar
y resolver las cuestiones que plantea el director. Las respuestas pueden estar
allí (o no), pero lo cierto es que La Amante Doble es un film visual, que obliga
a mirar con atención, que puede ser tildado de tramposo porque parece llevarte
hacia una dirección y te das cuenta que te encontrás yendo hacia el lado
opuesto, pero en todo momento es un film interesante y absolutamente
deslumbrante en su cuidado formal.
La utilización del
género en Ozón es tan solo un vehículo que le permite concentrarse en la
psicología de los personajes haciendo hincapié en la dualidad, en el juego de
los opuestos. Pero no debemos olvidar que desde el mismo comienzo de la
película el personaje central, el protagónico es Cloe. Es ella la que conduce
el relato a través de un camino que transita lo psicológico.
Ozon logra atarte a
la butaca desde el principio y no te suelta hasta el final. Y ese es un gran
mérito del director. Si bien citamos a Cronenberg porque su film tiene enormes
parecidos, estilísticamente siempre está presente la sombra de ese gran maestro
que es Alfred Hitchcock.
Esta es la última
película del director francés de “Bajo la Arena”, “In The House", y
"Frantz", entre otras. "La Amante Doble" es un thriller
psicológico de alto voltaje erótico que se estrenó en el Festival de Cannes del
año pasado. Es una de sus películas más interesantes y es un film visualmente deslumbrante
porque tanto su fotografía como la escenografía elegida donde predominan las
tonalidades claras y frías son de una calidad excepcional. La estética del film
acuerda totalmente con el tono misterioso del juego propuesto. Si bien la
apreciación artística es una cuestión muy subjetiva, esta es una obra que se
destaca en lo visual y además, nos deja una experiencia que hace pensar y
seguir discutiendo a la salida del cine.
Contribuyen con el
director en los principales papeles actorales la actriz francesa Marine Vacth
(Joven y Bonita) como Cloe, Jérémie Renier (Escondidos en Brujas) en el doble
papel de los hermanos gemelos, y Jacqueline Bisset como la madre de Cloe. Por
otro lado, el belga Manuel Dacosse se luce como director de la gran fotografía
que muestra el film.
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