UN POLICIAL GRIS
Steve Mc Queen es un escritor
y director inglés nacido en Londres. Está próximo a cumplir los 50 años, tiene
una larga trayectoria en el cortometraje y hasta aquí había transitado un cine independiente,
en el que se había expresado a través de diferentes géneros: el drama político
carcelario en Hunger (2008), la compleja relación de dos hermanos (un hombre y
una mujer) inmigrantes
en Estados Unidos, en Shame (2011), el secuestro y la venta de un hombre libre
de raza negra en la Nueva York previa a la guerra de Secesión en 12 Años de Esclavitud
(2013). Ahora regresa a las pantallas con su cuarto largometraje: Viudas, una
comedia de acción que rompe el sello dramático de su cine anterior.
Vista superficialmente, Viudas
es un policial negro. Pero también tiene rasgos de comedia, de policial
disparatado al estilo Foul Play (1978), o Lethal Wheapon (1987), e incluso,
yendo más lejos en el tiempo, una impronta neorrealista que hace recordar a Los
Desconocidos de Siempre (1958) de Mario Monicelli. En consecuencia, el film
resulta todo lo contario de lo que vemos en la primera escena. En realidad
estamos ante un drama de mujeres viudas girando en un marco de violencia donde
la suciedad de la política lo envuelve y degenera todo, y en consecuencia, el
ritmo de tragicomedia termina imponiéndose.
No obstante ello, vista como
una película de acción, tiene escenas muy bien filmadas dentro del vértigo que caracteriza
al cine de acción moderno, rítmico, seco, contundente. Hay escenas que remiten
a la mejor escuela de Michael Mann, aquel de Heat. Y también, a la más actual que
ha mostrado Christian Gudegast en su notable film El Robo Perfecto.
En esta indefinición de géneros,
Mc Queen, que es un excelente guionista y un muy buen director, cae en su
propia trampa. Vista escena por escena, encontramos un film valioso. Pero pareciera
que en la sala de montaje alguien quiso acelerar los tiempos, dio paso a los
cambios sucesivos de registro, y la película se volvió pesada e indefinida disolviendo,
por un lado, todo su eje dramático, y por el otro, dejando sin sustento su
aspecto cómico, e impidiendo el balance necesario para el desarrollo tragicómico
que tal vez haya sido el objetivo original del director.
Ambientada en Chicago donde la
mafia del alcohol y el juego ha desaparecido pero ahora parece haber conseguido
una nueva fuente de financiación que se maneja a través del robo de camiones de
caudales, y si, por otra parte, consideramos su excelente elenco donde
rescatamos estrellas actuales como Viola Davis y Michelle Rodriguez, acompañada
de algunos señores con más larga trayectoria como Robert Duvall, Liam Neeson y
Colin Farrell, llegamos a la conclusión que la película deja verse, incluso
entretiene, pero queda en deuda con su propio director, un hombre que había generado
expectativas importantes y que ahora parece ser asimilado por la maquinaria de
Hollywood para hacer películas multirraciales con mensajes tranquilizadores de
conciencia. No es poco… pero tampoco es mucho.
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