domingo, 18 de febrero de 2024

FERRARI de Michael Mann

 

SOLO PARA FANÁTICOS

Michael Mann es un productor y director muy prolífico y conocido. Su cine es contundente, ha transitado diversos géneros, pero sobre todo se ha ubicado en las películas de acción, algunas de ellas han generado historia.  No obstante, su película más famosa y ganadora de un Oscar es un drama (The Insider), interpretada por un Al Pacino inolvidable en el papel de un periodista que descubre que empresas tabacaleras incentivan el consumo de cigarrillos vía  sustancias adictivas que generan un mayor venta.

Ferrari, la película, está lejos en el tiempo y sobre todo, de la denuncia social. Por el contrario, se trata de un gran homenaje a un hombre, un italiano llamado Enzo Ferrari, que no solo fue capaz  de levantar un emporio automovilístico, sino también de crear un auto accesible para el trabajador de pequeños y medianos ingresos.

No obstante, el Fiat 600 fue diseñado por Dante Giacosa, construido y vendido transformándose en un éxito de ventas por la empresa italiana Fiat, desde 1955 hasta 1969, que lo catapultó a transformarse en el auto tipo para el trabajador, dada su pequeñez y versatilidad que lo volvía inigualable en el trafico compulsivo de las grandes ciudades italianas. El auto resultaba ágil en el tránsito pesado, y fácil de estacionar por su reducido tamaño.

La película indaga principalmente en la vida personal de Enzo Ferrari,  pero sobre todo, destaca su pasión por los autos, incluyendo algunos pasajes que hubiera querido evitar como el accidente que tuvo en la Mille Miglia (la más famosa carrera italiana) en 1957, que lo dejó económicamente en ruinas. Dicha carrera se corría anualmente desde 1927 y que se abolió 30 años después a raíz de un luctuoso accidente.

Queda claro en la película que la pasión de Don Enzo era, más que diseñarlos y fabricarlos,  disfrutarlos,  manejarlos y correrlos más allá de su éxito comercial. La fábrica fue una consecuencia de una vida pasionaria.

Dado el tema automovilístico, el cual siempre ha subyugado al gran público (uno no deja de olvidar películas como Grand Prix, 1966), esta obra está lejos y resulta fría aunque no aburra, pero no logra interesar al espectador sobretodo en la cuestión de ese éxito comercial que es el centro del relato que distorsiona confundiendo la pasión por los autos con su éxito como empresario. 

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