DE ESO NO SE HABLA
Sin lugar a dudas es un de las mejores películas del año,
no solo por su factura sino fundamentalmente, por lo que revive y la forma en
que lo expresa, lejos de cualquier amaneramiento cinematográfico moderno, sino
por la discreción con que lo trata.
Si bien la temporada comenzó floja de estrenos, claramente
escondió una estrategia comercial que, ante la caída de público, dejó lugar a una
espera que permitiera al público volver al cine después de vacaciones y en
consecuencia, poner en cartelera películas que sin duda son muy interesantes.
Zona de… se mete de lleno en un tema complicado, va para
atrás en la historia y nos llena de un
cine con mayúsculas. El director Glazer no da pistas. Concentra la película en
una hermosa casa donde todo transcurre glamorosamente. Simplemente muestra la
vida de una familia acomodada en un día donde nada parece ocurrir.
El film es de una perfección que solo el cine alemán
parece realizar hoy en día. La hermosura formal de la propuesta deja que el
espectador se deje llevar sin mayores sobresaltos. Todo parece indicar que la
película es una obra clásica que simplemente describe una época. Pero el
preciosismo formal es un envase de lujo que encierra el peor horror.
¿Quien habita esa casa lujosa, alejada del ruido en medio
de la foresta? No diremos la respuesta. Solo enfatizamos en su calidad de cine,
ese cine que expresa por sí mismo, utilizando las palabras adecuadas y sobre
todo, mostrando mediante imágenes más que por palabras los hechos determinantes
de la historia que narra.
Si vamos por el cine en sí mismo, el film es un
ejemplo de la capacidad narrativa y de poder
expresar una idea sin necesidad de asustar el espectador. Es que estamos ante
un film de horror donde el miedo es expresado de la forma más contundente y a
su vez, más alejada de las convencionalidades del género.
Durante la película, el espectador puede preguntarse sobre
qué tema o genero desarrolla la misma, pero pocas veces el espectador se
encuentra con una sorpresa semejante como la que desarrolla esta verdadera obra
maestra del alemán Jonathan Glazer.
Film muy recomendable, entretenido y desarrollado en forma de comedia que termina con un inesperado final de gran
impacto visual.
Todos los rubros técnicos son excelentes y la película destaca
como una obra de madurez creativa, no solamente bien narrada y mejor resuelta sino también en sus diversos
rubros técnicos como actuación, música y
fotografía, todas de un nivel excelente.
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