CAMINOS CRUZADOS de Levan Akim

 

La Soledad y la Gran Ciudad

Básicamente, se trata de una “road movie” que se camina todo Estambul y se transforma no solo en el escenario de la acciones de sus protagonistas sino también en el escenario de una obra sobre la soledad y el desencuentro en las grandes ciudades.

Una maestra viaja a la capital de Turquía con el propósito de encontrar a su sobrina. La trama gira en torno de un encuentro de personas en medio de una enorme ciudad. Ella conoce muy poco de esa ciudad y se encuentra algo perdida, pero su objetivo no solo es encontrar a su familia sino también encontrarse a sí misma en esa gran urbe.

La película plantea una cuestión de soledad como también la dificultad para generar vínculos tanto familiares como de amistad en las grandes urbes. La maestra vive sola y sale en busca de una sobrina que a la postre resulta una muchacha transexual. Mientras la busca, encuentra simplemente el acompañamiento de un muchacho (Achi) que vive en la calle que le ofrece hacerle de guía.

El film se transforma en una alegoría sobre la soledad. Lia, la protagonista del film, es una profesora jubilada que se ha propuesto a encontrar a Tekla, después de mucho tiempo de no estar juntas. Allí conocerá a Evrim, una abogada que lucha por los derechos de las transexuales.

La soledad en las grandes urbes es retratada mostrando las grandes distancias, la indiferencia de la gente, el caminar permanente, el desencuentro como moneda corriente transforman a la película en una fresco sobre la soledad  y el ser diferente cuya potencia narrativa es notable a pesar de que el mayor peso de la película gira en torno de una misma persona y del desencuentro permanente.

El director Levan Akin es de nacionalidad suiza y su experiencia anterior se remite tan solo a un film no visto en Buenos Aires.

EL DIVINO ZAMORA de Neri Marcore

PASAJE A LO COTIDIANO

En la línea del nuevo cine italiano, expresándose  ya sea a través del cine o la televisión, tratando de distanciarse del viejo neo realismo, y poniendo la visión en los problemas de hoy en día, esta semana tuvo lugar el estreno de Zamora, una obra amena que trata de nutrirse de la realidad.

A principio de año, Nanni Moretti trataba de despedirse el viejo cine italiano tratando de despegarse de la impronta neorrealista, ubicándose en la nueva realidad de un país ahora desarrollado donde uno de los mayores atractivos no es solo es su capacidad turística sino el futbol. Esa despedida ya es una realidad.

Se trata de una nueva comedia centrada en la vida cotidiana, donde el personaje central es un tal  Zamora, un hombre joven que se gana la vida trabajando como empleado de comercio,  como vendedor  en una zapatería. El personaje representa al italiano promedio. Un tipo de clase media al cual no le sobra nada pero que se las arregla bastante bien vendiendo zapatos..

Neri Marcore es actor, imitador y conductor televisivo y radiofónico, y ahora también director de cine, descubre un actor de un gran carisma llamado Alberto Paradosi, quien se pone la película al hombro desplegando, además, una notable versatilidad para dirigir una comedia.

El film está basado en una novela de Roberto Perrone, un escritor y periodista deportivo del Corrieri della Sera fallecido el año pasado, y protagonizado  por Walter Vismara, un joven actor italiano,  que asume el papel de un joven apasionado por el futbol que, ya pasada su adolescencia, aún permanece en la casa de sus padres.

Vismara está por perder su trabajo pero provisionalmente consigue ser trasladado a otra dependencia en Milán, donde su nuevo jefe es un fanático del futbol que organiza partidos dentro de la empresa. El joven no destaca como empleado, pero su jefe descubre que es un buen futbolista y se luce como arquero. En consecuencia, es ayudado por su propio jefe, casualmente, un ex arquero que conoce los todos los secretos del puesto.

La película es despareja porque mezcla los problemas de la vida familiar del protagonista con su vida amorosa y laboral. No obstante ello, logra mantener un equilibrio narrativo que sin llegar a profundizar en la trama, consigue interesar el entretener  con buenas artes. 

Esta película recientemente estrenada en cines, y “El Candestino”, miniserie dirigida por Rolando Ravello, programada en Netflix y protagonizada por Edoardo Leo, un actor de excelencia, ambas actualmente en  sus respectivas carteleras, colocan a la cinematografía italiana en un lugar de privilegio  entre los estrenos de cine y de Netflix, respectivamente.

LA MATRIARCA de Mathew J. Saville

 REENCUENTRO FAMILIAR

La matriarca es un film de personaje, donde brilla la gran actuación de una actriz inglesa llamada Charlotte Rampling, en una actuación sobresaliente de características más teatrales que cinematográficas, escrita y dirigida por Matthew J. Saville, quien desarrolla el encuentro entre un joven adolescente y su abuela, la cual siente que está cerca de su muerte.

Este film, producido en Nueva Zelanda, desarrolla un relato clásico de encuentro personal donde abuela y nieto perciben que ha llegado la hora de comunicarse, lo cual es mucho más que eso,  implica  comenzar a conocerse, disfrutar de la compañía del otro, y estar lo más cerca posible de ese ser que todavía no hemos terminado de conocer.

En este caso, se presenta como un sentimiento reciproco. Ambos perciben el momento. Uno porque sabe que pronto llegará el momento de su muerte. El otro, porque todavía apenas ha llegado a la adolescencia y no ha conocido a su abuela ni aprendido a disfrutar de la sabiduría  de esa mujer anciana.

La actuación de Rampling es excelente, una actriz que no requiere presentación  dado que su debut en el cine lo realizó de la mano de directores tales como Luchino Visconti Y Liliana Cavani en La caída de los dioses (1969), y, Portero de noche (1974), respectivamente. En su reciente actuación se muestra tan sencilla como sabia. Sabe que el público va a disfrutar de su actuación, y ella cumple con ese mandato dando vida a una mujer anciana en silla de ruedas pero de mucho carácter y consiente que lo que más le importa en este momento de su vida, es encontrar el amor de su nieto, un adolescente que se encuentra en el  otro extremo, el del despertar de la vida.

Ella ha viajado a Nueva Zelanda para pasar un tiempo junto a su hijo, con quien tiene una relación familiar lejana, y un nieto de 18 años que no conoce. En este último personaje, la Rampling encuentra su contrapeso que da comienzo a un film que se concentra en la lejanía de las relaciones familiares.

El director Mathew Saville sabe que tiene un buen guion y una pareja de actores muy sólidos. En consecuencia, deja que actúen y registra esa actuación para consolidar el material que más tarde, en la sala de montaje, le dará sentido final  a toda la obra.

El resultado es notable, conciso, coherente. Logra unir dos puntas de la vida con sabiduría,  actuando con espontaneidad  y logrando que ese joven y esa mujer (nieto y abuela) se encuentren en un momento crucial e inolvidable de sus vídas 

Ya hemos hablado de las actuaciones. Otro logro puntual es la calidad de la fotografía en manos del francés  Robin Galliegue. Acierta en el despliegue de primeros planos, combinando  con la repetición de planos generales de la campiña neozelandesa, buscando airear ese círculo cerrado que es un estado de situación familiar complicado, que  tratan de generar un rencuentro familiar que ponga las cosas en su lugar,  dentro de un clima de unión.

Ópera de cámara a campo abierto, pinta personajes y situaciones con honestidad, dejando de lado el golpe bajo y queriendo unir las puntas que permitan una ansiada reconciliación familiar.

LA OTRA CARA DE LA LUNA de Greg Berlanti

ILUSIÓN, FANTASIA Y REALIDAD

¡Bienvenida la comedia!  Pasados los cuestionamientos sobre el tema, y aceptando que el hombre llegó realmente a la luna, algo que vi con mis propios ojos de un adolescente de 13 años, fue no solo una inmensa aventura sino también una de las mayores proezas realizadas por el hombre como fue el llegar a la lunar  y lograr pisarla.

Discusiones aparte, el film funciona como lo que es, una típica comedia americana que no tiene otras pretensiones más que entretener y hacer pasar un  buen momento. En ese aspecto, la película sale airosa. Es un film lleno de luces, lujoso donde ronda el amor y, además,  triunfa,  

No obstante, hace ya más de 50 años que el hombre piso la luna y todavía permanece vigente la creencia que lo que se vio por televisión, en  aquel momento, y en vivo y en directo fue parte de una mentira orquestada por el propio gobierno norteamericano en su carrera armamentista contra la vieja Unión Soviética.

Dejando atrás esa duda existencial que juega como fondo, esta lucida comedia estelarizada por Scarlett Johansson en el rol de Kelly, una experta en marketing y Channing Tatum como un ex piloto de la armada, conforman una pareja simpática que si bien no dejara huellas en la industria del cine, podría decirse que representan una tímida propuesta de una tipo de comedia romántica que de tanto en tanto reaparece con bríos renovadores, aunque claramente este trabajo no es el caso.

No obstante, la película funciona como tal, una como comedia que solo tiene la pretensión de hacer pasar un buen momento en el cine, y más allá de eso, complementarlo con una salida a cenar. Por otra parte, en lo político, tanto los Estados Unidos como Rusia, han abandonado sus pretensiones de superioridad aérea, y en consecuencia, el debate antes mencionado solo responde a un simple marco histórico, en gran parte superado,  que en estos tiempos, interesa poco.

De todas maneras, la película, como historia de amor, pero sobretodo como comedia costumbrista, funciona correctamente, y aunque si bien no brilla en ningún momento, permite pasar un rato relajadamente con buen ritmo de comedia y claro objetivo de entretenimiento.

La película rescata la comedia en una cartelera totalmente amnésica al respecto. Hoy no hay muchas comedias en cartel y menos aún, películas que estén marcando una época como ocurrió años atrás, con obras que dejaron un recuerdo actores o parejas que de por si le daban identidad al género. Hoy en día, incluso, sobre todo los canales de cable, suelen reponer estas películas, aunque muy pocas veces podemos disfrutar de este rubro.

En ese sentido, sea bienvenido este film amable y romántico que sobre todas las cosas, trata de recuperar un género que pareciera estar desaparecido, pero que aún sigue vigente.

HIT MAN de Richard Linklater

VICTIMAS DE UN ENGAÑO

Este film norteamericano  ha sido aclamado en festivales internacionales y también ponderado por la crítica internacional. No obstante, no es una obra fácil de ver. Requiere del espectador  una enorme concentración, dado que  su columna vertebral es una búsqueda que siempre  termina en un mismo lugar, lo cual, por un lado genera una repetición de escenas que, por otra parte, la narración se vuelve reiterativa, haciendo perder interés en el mecanismo narrativo. Dicho mecanismo de repetición, una y otra vez deja una sensación de hartazgo, aunque intelectualmente, el mecanismo responde a un clásico “happy end”.

Se trata de una comedia de acción, basado en un artículo sobre un crimen verdadero. No obstante, no se elige contar un policial convencional, sino mezclar dicho género con comedia, lo cual genera una comedia policial, más acentuada en lo primero que en lo segundo.

La trama encuentra a Gary Johnson como un profesor de filosofía divorciado que da clases en un colegio de Nueva Orleans, un solitario, cuyo interés está puesto en la tecnología. Vive acompañado de dos gatos, y le gustan los pájaros. Trabaja “part time” en la policía local.

El resultado es una comedia policial gris, basada parcialmente en hechos reales,  que sigue la vida de un profesor que en su  tiempo libre colabora con la policía haciéndose pasar por un sicario. En su camino se cruza una mujer que pretende abandonar a su esposo.

El realizador ha dicho: "Hacer  películas me sirve para procesar el mundo en que vivo. Es la manera que tiene mi cerebro de analizar las cosas y, en cierto modo, me he obsesionado con eso. Creo que tienes que ser un poco “freak” para hacer películas. El cine es un medio muy poderoso para explicar historias". 

El personaje de Powell habla con sus alumnos sobre Nietzsche y Freud y los invita a tomar riesgos en sus vidas, como, en cierto modo, él lo está haciendo con la suya.

El resultado es una comedia que aspira llegar muy lejos pero se diluye en sus aspectos narrativos perdiendo la capacidad de transmitir un mensaje. Consecuencia de ello, el film es un excelente envoltorio excelente carente de contenido, al cual pierde en el camino al dejar de lado el aspecto narrativo concentrándose solamente en lo estético.

Planteado como un policial, encuentra el camino de la comedia, donde Linklater se siente más a gusto, pero en ese devaneo esteticista, pierde en sentido narrativo, encontrándose en una especie de discusión donde el centro de atención termina siendo la  estética de la película y no su mensaje.

Obra  fallida de un director americano independiente del cual se puede esperar mucho más pero que en esta oportunidad no da en el centro. No obstante ello, y más allá de ciertos devaneos esteticistas, el film funciona como un pasatiempo agradable.