martes, 8 de octubre de 2024

JOKER 2 de Todd Philips

 RESBALÖN NO ES CAIDA

A una semana del estreno, las nuevas andanzas de Guasón han determinado un fracaso de taquilla que parece ya irremediable. Puede pasar. Es muy probable que esté más ligado con una decepción prematura de una audiencia exigente que a una realidad, pero lo cierto es que cuando el de boca en boca corre adversamente, es difícil de mantener el control de la taquilla.

Existen al menos, dos tipos de cines. El cine comercial y el Cine de Arte. Lo es uno, o lo es otro, pero obtener las dos cosas al mismo tiempo es un logro difícil. El fracaso de taquilla que acaba de cosechar Joker 2 posiblemente tiene más que ver con un exceso de pretensiones que determina un film que aspira a tantas cosas que no se atreve por ser una cosa ni la otra. En otras palabras, no satisface ni al público infantil ni tampoco, a sus mayores.

El director Todd Philips parece tenerlo todo. Un muy buen elenco encabezado por Joaquín Phoenix, y Lady Gaga, y además, un productor y director que minimizaba los riesgos artísticos. El proyecto no podía fallar. Sin embargo, sorpresivamente, la taquilla le dio la vuelta a la cara.

La película no solo resulta reiterativa sino que se transforma en vacía e insignificante. Philips, también productor del film, pone toda la carne al asador y se deja despellejar sin anestesia. El gran error en que cae es haber creído que estaba realizando un proyecto para toda la familia cuando solo estaba filmando una simple secuela para niños. Con el propósito de ganar la taquilla adulta, ha olvidado que su propósito final es el de una película para niños.

Consecuencia de ello, los aspectos técnicos y estéticos, comienzan a tener más importancia que los argumentales, y en consecuencia, el film se regodea en la originalidad de una puesta  en escena casi deslumbrante mientras a la vez que el argumento se diluye en la intrascendencia, rozando la incomunicación su platea. Lo argumental no logra comunicar la historia que relata. No logra interesar al espectador porque los regodeos  formales pierden no solo la forma sino sobre todo, la línea argumental, y en consecuencia, la película queda a la deriva.

Por otro lado, el film no parece estar orientado a los niños sino más bien, a los adolescentes.   Ese ha sido un error de producción relevante toda vez que por largos momentos parece estar simplemente exponiendo una pintura que adquiere movimiento pero olvida su esencia narrativa.

Detrás de todo ello, los objetivos del film eran satisfacer tanto al público infantil tanto como al adolescente e incluso, al adulto. Lejos de ello, el film se estanca en el regodeo estético perdiendo en el camino el objetivo principal que es el entretenimiento de los niños.

El film resulta una pena porque llegar objetivamente a ambos públicos debería ser el target principal de la propuesta. Lejos de ello, el film se queda en lo puramente exterior sin aportar absolutamente nada a sus antecesoras, como tampoco logra entusiasmar a los adultos. Para Todd Philips, director y productor del film, el fracaso es doble.

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